Thomas ya tiene la información que necesito y solo han pasado dos días, para ser exacta faltan 3 para la conferencia y una semana para irme supuestamente. Mi amigo es más eficiente de lo que pensé, llevo diez minutos esperándolo en la sala de la habitación de hotel, Mare está al otro extremo comiéndose las uñas, no hemos podido salir a disfrutar Italia como nos hubiera gustado y definitivamente es mi culpa arrastrar a mi amiga conmigo, pero se me sale de las manos. Dos toques en la puerta me sacan de mis pensamientos.
-Yo voy.- Mare se levanta y yo trato de tranquilizarme, necesito que me vea segura.
-Lein- me saluda Thomas y le devuelvo el saludo, está bastante serio.
-Siéntate por favor.
-Lein me gustaría saber qué es lo que está pasando.-me dice
-¿Por?- respondo tranquila- solo uso tus habilidades para investigar a un pretendiente, no conozco a nadie en Italia y dicen que es de buena familia, pero quería salir de dudas.
-No mientas, ¿qué está pasando?
-Nada.- tragó saliva, Mare está moviendo desesperadamente su pie y me tiene nerviosa
-¿Bromeas? Me mandaste a investigar la familia más poderosa de Bolonia, ¿por nada?-me quedo callada- lo que sea que esté pasando, tienes que decírmelo, de otra forma no te ayudaré.
-Bernardo Bellini, estuvo aquí, creo que... me amenazó o algo así, yo no..
-Ok, necesito que veas esto, mantén la calma.
Logró ver solo los encabezados, mientras intentaba procesar.
Bernardo Bellini es acusado de lavado de dinero.
La familia Bellini utiliza sus empresas para lavar dinero.
La oscuridad que envuelve a los Bellini, familia adinerada con negocios turbios.
Bernardo Bellini acusado de trata de blancas.
La empresa INDUSTRIAS BELLINI tapa un prostíbulo.
No, mi pulmones parecen no responder por unos segundos, todo pasa lento, suelto las hojas y siento mi cuerpo tocar el piso frío, todo se nubla.
De repente creo que es un mal sueño, veo a mi madre, me esta sobando la cabeza, lloro sobre sus piernas, su cara empieza a ponerse borrosa y se esfuma, dejándome rota e indefensa.
-¡Lein!- Abro los ojos de golpe y la cara de Mare me recibe, me incorporo rápidamente y la cabeza me da vueltas- Despacio, te desmayaste.
Miró a mi alrededor y Thomas aparece con un vaso de agua, conectó todo, Thomas, papeles, Bellini, fue real.
-Levántate- me ayuda a levantarme y le recibo el vaso de agua.- Necesito que estés tranquila, porque hay cosas que debo decirte.- Asiento.
-Lein-toma la palabra de nuevo- Tu amiga ya logró ponerme en contexto acerca de todo lo que sucedió desde que llegaste a Italia, realmente estoy bastante preocupado, pero de hecho, lo estoy desde que te vi con Marco, sin embargo, tenía entendido que había estudiado en la universidad donde tú viniste a dar la conferencia y no me entrometí. No voy a mentirte, no hay nada que puedas hacer más que intentar salvarte el culo y sé que lo harás y yo te ayudaré. Pero necesitas saber que esa familia es una escoria, los encabezados que leíste antes son artículos que no se alcanzaron a publicar, todos los periodistas que los escribieron fueron asesinados antes de su publicación y las editoriales no quisieron arriesgarse. Bernardo Bellini es un hombre al que han querido capturar desde hace años, pero ha sido completamente imposible ya que no se encuentran las pruebas suficientes para inculparlo, trabaja bastante limpio y no deja rastro, tengo un amigo en el FBI con el que podemos hablar.
-No hablaré con nadie del FBI, joder Thomas, hacerlo significaría cavar mi propio hoyo.- Me levantó aturdida
-No lo harás para denunciarlo, sería muy estupido, lo harás para colaborar.
-¿Cómo podría yo colaborar?, Thomas seré una jodida profesora de literatura no tengo las armas para colaborar con el FBI.
-Eres hermosa Lein y sonara ridículo lo que diré, pero eso hizo que estuvieras en la mira de ese malnacido y de su hijo, así que úsalo.
-Estás loco, bromeas, yo no puedo, no lo haré, ¡me matarán!- estoy muerta.
-No te matarán, yo te ayudaré. Comprende esto, no tienes opción. Si lo haces o no igual puede que acabes muerta, así que no pierdes nada con intentarlo, eres una mujer inteligente y capaz, la más valiente que conozco y lo sabes.
No mentiré, no me asusta morir, me asusta matar a mi madre del dolor, me asusta perderla a ella, a papá, simplemente no podría reponerme. Él tiene razón, no tengo otra opción, seguramente acabaré muerta en el intento pero no dejaré que eso suceda, estaré cada maldito segundo tratando de salvarme el culo a mí, y a los que amo. Estoy en peligro necesito moverme, ponerme en acción y conocer a mis contrincantes, sus debilidades, necesito saber hasta qué comen y a qué hora cagan.
-Marco no puede saber que su padre estuvo aquí, dudo mucho que lo haya enviado, algo me dice que no tiene nada que ver.- en realidad, no había pensado en eso, pero ahora que lo pienso mejor tampoco creo que él haya tenido algo que ver.- Así que no lo menciones, ve con cuidado hasta que esté acá con Roberto mi amigo, no confíes en nadie.
Desde que Thomas cruzó la puerta me he imaginado muerta como unas 1000 veces y todas en distintos escenarios, estoy metida en la boca del lobo, pero yo no soy pieza fácil de roer.
No puedo estar cerca de Nick, tengo que tener la valentía suficiente para despedirme hoy inventando cualquier excusa para no verlo si no es necesario, ya no lloro estoy como demasiado molesta para llorar, mi vida ahora es un jodido caos por un hijo de puta. Bernardo Bellini. El celular suena y titubeo antes de contestar.
-Hola
-Lein- su voz hace que me levante de la cama
-Marco- cuánto desearía no haberlo conocido
-Espero no molestarte, te llamaba porque mis padres están interesados en que invité a cenar a la chica de la que tanto he hablado, les dije que eras colombiana y mi papá no ha dejado de pedir que te invite a cenar con ellos, quedo encantado desde que te vio en la fiesta, le agradan las mujeres extranjeras- se ríe y me paralizo
Gran hijo de puta, Marco no lo sabe.
Recuerdo las palabras de Thomas "Eres la mujer más valiente que conozco"
Conozco un hombre enamorado, yo sé que Bernardo no se hubiera aparecido acá si su hijo no me hubiera mencionado como un adolescente.
Acepto la invitación y que empiece el juego.
Me duele Nick, siempre he sido valiente y hoy, solo quiero evitar tener que despedirme quizá para siempre, me duelen mis promesas a medias, me duele haberle fallado. No puedo evitar pensar en los besos que no le daré, en que nunca podré decirle que si, ese si que se me quedó en la garganta. No me perdonaré esto, no podré querer a alguien como a él, porque no existe nadie que me llene tanto. Es mi jodido daño colateral y se lleva mi corazón en el avión de regreso, cuando se vaya pensando que lo dejé ir.
Pero a veces el amor es así, por ejemplo, Marco siente algo por mi, él es otro daño colateral, esta encariñado de la perra equivocada. Y quizá no lo merece, pero yo tampoco me merezco esto. Nada fue a propósito pero su familia intenta arrebatarme la oportunidad de ser feliz en la vida y él también tendrá que pagar las consecuencias.
A veces nos empeñamos en lo que creemos que nos hace feliz y eso termina por destruirnos al final, los Bellini me subestiman, Bernardo Bellini es mi propósito de ahora en adelante, le estoy contando todas las que me va a pagar, pero tengo que actuar con inteligencia y cautela, ellos me destruyen por dentro y yo haré lo mismo. Mis pensamientos vuelven a Nick y la rabia se convierte en dolor, otra vez, mis lágrimas me recorren el rostro y terminan en la falda del vestido, lo perderé, pero no puedo detenerme, a mi Lein Mitchells el dolor no me paraliza, me hace creativa, me he imaginado siendo la mujer que arrastrara con el imperio de la familia más pudiente de Bolonia, no saben a quién invitaron a cenar. Yo quisiera haber hecho las cosas distintas, pero ya no puedo pensar en eso, ya es imposible, ahora me toca actuar bajo las circunstancias en las que me encuentro.
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¡CORRE!
General FictionLa belleza la llevará por un camino del que no podrá salir y la única solución será arrasar con todo lo que se le atraviese, aunque eso signifique acabar con ella misma. Este libro fue creado por mi. No acepto copias ni adaptaciones, los personajes...