Capitulo 16

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Aunque había logrado mantener la compostura, por dentro Harry era una masa de nervios. No podía imaginarse lléndose de la casa que había sido su hogar durante tres años. No podía imaginarse dejando a Emma. Ni tampoco a Louis. O al menos  Louis que creía amar. Pero ya no podía quedarse. Endureció el corazón contra el dolor. Había respetado a Louis. Había confiado en él. Lo que hacía que su traición fuera más difícil de soportar.

—Podemos solucionarlo - Louis metió las manos en los bolsillos y se apoyó en los talones.

Harry suspiró.

—¿Cómo, Louis? ¿Vas a obligarte a amarme?

—Temía que si me pasaba algo, los padres Eleonor lucharan por la custodia de Emma —un deje de desesperación llenó su voz—. Ya sabes cómo son.

—Creía que me habías puesto en tu testamento como su tutor legal.

—Y lo hice —Louis—. Pero Gwen dejó claro que jamás dejará que una persona ajena a la familia criara a Emma.

—He de reconocértelo. Tu plan estuvo a punto de funcionar —se quitó el anillo y lo alargó—. Tómalo.

—No lo quiero —alzó el mentón—. Te lo di a ti.

Harry miró la hora en el reloj de pared de la cocina. Steven aparecería en cualquier momento para recogerlo. Pero no precipitaría la cosas por eso. Si creyera que el muro que había entre ellos se podía escalar hablando, se quedaría toda la noche.

Louis no lo amaba. No había nada de qué hablar.

Dejó el anillo en la encimera y luego se volvió hacia él.

—Dejé la dirección de mi tía Rose, al igual que el nombre de la mujer que te mencioné, encima de mí cómoda. Puedes enviar mi último sueldo a la casa de Rose. Me quedaré con ella hasta que encuentre algo propio.

Antes de que las últimas palabras hubieran salido de su boca, Louis estuvo a su lado, abrazándolo. Durante un segundo, Harry no se movió, absorbiendo el calor de su cuerpo, sintiendo su fuerza.

—No quiero que te vayas —susurró sobre su cabello—. Eres mi mejor amigo. ¿No podemos crecer a partir de ahí?

Sonó una bocina, pero cuando él  trató de separarse, él no aflojó los brazos.

—Es demasiado tarde —le dijo en un susurro—. Sabes tan bien como yo que no podemos volver a como estábamos antes.

Louis se quedó quieto, con el corazón latiéndole muy deprisa.

—¿Qué me dices de Emma?

Harry titubeó.

—Me gustaría seguir siendo parte de su vida — dijo, obviando lo que era mejor para su propia vida—. Nunca supo que las cosas se habían... vuelto más intensas entre tú y yo... así que no debería resultarle incómodo. Claro está, si a ti no te importa.

—Eso me gustaría —carraspeó—. Te va a echar de menos —aflojó el abrazo y Harry retrocedió.

—Lo sé — corroboró él —. Pero seguir viviendo aquí jamás funcionaría.

La bocina sonó otra vez Louis soltó un juramento.

—¿Quién hace ese ruido?

—Steven.

Louis entrecerró los ojos.

—Yo lo llamé - Harry levantó el mentón—. Me va a llevar a la casa de mi tía.

—No hacía falta que lo llamaras —un músculo diminuto se le contrajo en la mandíbula—. Tienes el Satum.

—Compraste ese coche para la niñera o niñero de Emma — señaló Harry —. Lo necesitarás para la mujer o hombre que ocupe mi lugar.

Seduciendo al niñero(Larry Stylinson) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora