Siempre te amare

Capitulo XLI

[Pov. Sakura]

Tres meses y medio habían pasado desde que viajamos a esta época. Tres meses y medio en los que no sabíamos nada de la actualidad. En ocasiones Sasuke-kun mencionaba la idea de regresar, solo para asegurarse que Sarada estubiera bien y aunque a mí también se me había ocurrido, era algo que no podíamos hacer, no podíamos volver sin antes dejar todo resuelto en esta época, confiaba en Naruto y en la seguridad de Konoha. Aunque... No dejaba de pensar en las palabras del 3er Hokage, todo acontecimiento tiene una razón y a sido pieza fundamental en el futuro, solo esperaba que las consecuencias de nuestra intromisión en el pasado no afectará de forma negativa el presente.

Habían pasado días y no había señales del equipo 7, no sabíamos cuál era su misión y menos donde se encontraban, estaban demorando más de lo que normalmente duraban nuestras misiones de genin y eso nos comenzaba a impacientar, más a Itachi que realmente, aunque lo ocultarara, se notaba preocupado.

Sasuke salió con Itachi a merodear por Konoha para ver si ya habían llegado nuestras jóvenes versiones, de Kisame y Hayami no sabíamos nada desde hace un par de días, nada raro en ellos dos que suelen desaparecer sin dar explicaciones.

Estaba entrando la tarde y decidí salir a caminar por unos minutos, aquel pequeño pueblo realmente era acogedor, más por las tardes que los niños pequeños corrían de un lugar a otro jugando y era inevitable no imaginarme a mis dos bebés en algunos años.
Caminaba a paso lento cuando el dulce aroma de un puesto de Dangos llamo mi atención, mi vientre comenzó a moverse con energía sacándome una pequeña risa, estos pequeños terminarán conmigo si no le pongo un alto a tantos antojos. Compre un par y seguí con mi camino, perdida en el delicioso sabor hasta que unos gritos provenientes de un bar llamaron mi atención. Al parecer eran unos ebrios discutiendo con alguien más, le reste importancia y me di la vuelta para seguir con mi camino cuando escuche la voz de quién menos imaginaria encontrar en ese lugar.

— ¿¡A QUIÉN HAZ LLAMADO VIEJA BORRACHA, IDIOTA!? .

Di media vuelta con una gotita sudor resbalando por mi frente y Vi como un pobre hombre salía volando estampandose con la casa de enfrente a causa de una fuerte patada que recibió, el otro hombre salió despavorido con los pies por delante sin mirar atras.

— ¡Tranquilícese Tsunade-sama! — apareció tras ella Shizune con ton ton en brazos.

Mi maestra tomo el trago que tenía en su mano y enfoco su mirada en mi, rápidamente frunció su entrecejo y camino hacia mi dirección.

— el sello — maldeci en mis adentros, no sabía si era más violenta estando sobria o ebria, di dos pasos hacia atrás dejando caer el palillo de Dangos de mi mano.

— ¿Tu quién demonios eres? — preguntó sin rodeos con su autoritaria forma de hablar.

— Yo... — no sabía qué decirle, en ese estado hablar con ella era desperdiciar palabras, estaba realmente ebria.

Alzo una ceja al no tener una respuesta de mi parte.

— Deje a la muchacha mi Lady, regresemos al hotel, no está en condiciones — hablo Shizune suplicante y mi maestra volteo a verla de forma burlona para después caer sobre ella. Su cuerpo no soporto una gota más de alcohol y cayó inconsciente.

— ¿Necesitas ayuda? — dije pasando el brazo de Lady Tsunade por mi hombro para aminorarle la carga, Shizune me miró y no muy segura acepto mi ayuda.

Caminamos muy poco hasta llegar a un pequeño hotel que al parecer habían abierto hace no mucho. En el camino ninguna dijo palabra alguna, llegamos y la acostamos en la cama. Me sente en la orilla y Shizune del otro lado, no apartaba la mirada de mi frente y la mire.