"Capítulo XXXIX"

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[Pov. Narrador]




Tras poner un pie en  Konoha los 3  hombres tomaron caminos diferentes, Sasuke y Kisame se dirigieron en dirección a sus amadas, mientras Itachi por su parte no espero para ir con su pequeño Hermano menor. Para sorpresa suya no lo encontró en su departamento, lo busco gran parte de la madrugada por todos lados pero fue inútil, no había conseguido nada. Pensó por un momento si tal vez estaba en alguna misión, pero su compañero de equipo, Naruto, estaba en su departamento, descansando despreocupadamente. Se dirigió al hogar de la versión joven de su cuñada y con mucha precaución se acercó a las ventanas buscando una señal de la chica o de su hermano. Pero no había nadie en la casa o eso parecía. Suspiró con pesadez y se retiró del lugar con dirección al departamento de Sasuke, tal vez aparecería por la mañana.

En el fondo Itachi sentía que podría ser la última vez que se presentará frente a su hermano, si los planes no salían a como ellos tenían pensado, solo quedaría la fuerza bruta, hacer las cosas por las malas y si tenía algo muy en claro, era que por las malas nada salía bien. Estaba siento pesimista con él mismo, no quería hacerse falsas esperanzas, no deseaba hacerse una ilusion de la familia perfecta junto a su Hermano... No aún, no sin antes tener esa batalla ganada. En tanto amaneciera iría junto con Sasuke adulto y su cuñada a la torre del Hokage, Sarutobi es un hombre pacífico, recordaba perfectamente que fue el unico en tener fé en su clan, que tal vez razonarian. Por esa razón aún guardaba una esperanza de regresar a su antíguo hogar.



                             °   —   °



Al caer la mañana y no tener rastro alguno de su hermano pequeño decidió retirarse. Con un pesado suspiro abrió la ventana dispuesto a salir... Pero al hacerlo, sintió el chakra cerca. La puerta de entrada se abrió con pereza dejando entrar a Sasuke. Itachi, al voltear hacia él, de lo primero que se percató, apesar de la poca luz, fue de las  ojeras del joven, su pálida piel no hacía más que resaltarlas.

— ¿Itachi? — preguntó Sasuke en un susurro audible al momento que intentaba enfocar a su hermano. La habitación estaba oscura y la brillante luz de la ventana sombreaba la silueta del mayor.

— Sasuke... ¿Dónde estabas? — Se acercó a él quedando a pocos metros.

— Hmp — lo miro fijamente por un momento y se dirigió al único sofa de la sala — Sakura ha estado en el Hospital — respondió a su pregunta restándole importancia al tema y se sentó.

Itachi comprendió entonces por qué no daba con su paradero, si la relación de su hermano con ella era tan intensa por decirle de algún modo, era lógico que el estuviera día y noche cuidando de ella.

— Sasuke — hizo una pausa de segundos y suspiro — Solo he venido informarte... En unos minutos irémos a hablar con el Tercer Hokage —

Los ojos de Sasuke se abrieron con sorpresa y se levantó con rapidez del sofa. Dentro de él, muy apesar de su cruel pasado, deseaba que su hermano regresará, no le guardaba ni una sola pizca de rencor u odio, y que Itachi le dijera eso no hizo más que agrandar aquella Esperanza de volver a ser una familia.

— Eso significa que tú... —

— Sasuke, aún no es un hecho. No sabemos cómo reaccionarán ante Sasuke y Sakura del futuro, aunque ellos sean de gran ayuda, no asegura que me permitan volver a la aldea. —

Las palabras de Itachi desprendían un pesar que Sasuke pudo sentir en lo profundo de su alma. No quería decirle a su hermano sobre el plan B que tenía entre manos, nadie más sabía sobre ello, solo Sasuke adulto, pero solo estaba al tanto de una parte de él. prácticamente un plan suicida, pero aquello aseguraría la paz, no solo para Sasuke.

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