Capítulo 4

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-15 de febrero-

El que no llega a conocer su valor, nunca se dará el chance de conocer el verdadero amor; como tampoco encontrará su camino y si lo hace se le dificultará llegar a su destino. Sindy A.

Cuando empecé a sentir que el mundo se me venía encima, oré, le pedí a Dios que me guiará porque sentía que nada cambiaría que tenía dos opciones, Sobrevivir o morir y definitivamente en esos momentos la que más me apetecía era la segunda.

– Aquí viene la gorda – escuché decir a alguien en el pasillo.

Nadie nunca me había volteado a mirar ni a fijarse en mí ¿por qué tenía que pasar ahora?

– WOW ¡Un tinaco andante! –

– Gorda –

– Fea –

Escucho unos pasos cerca de mí, todos estaban en el salón por lo que un poco alterada voltee, las personas que no quería ver, justo eran las que estaban ahí.

– Que buena bienvenida ¿No Teffy? – dijo Jess

– Me imagino que debes sentirte bien al ser tan popular hoy – dijo Carla

– Y hoy no está tú amiguito Josh para defenderte – me dijo Sof*

– Sé defenderme sola. No hace falta que Josh esté aquí.

Risas burlonas se escucharon en todo el pasillo.

– Ay Stephany, sí que eres ingenua al confiar en alguien tan fácil – Esta vez fue Celly quien llegó.

Respiré con incomodidad al escuchar sus palabras

– Nunca imaginé que una chica como tú lograra fijarse en alguien solo porque la tratara bien. Te hacia menos ingenua pero ya ves, todo pasa, todo se pone en su lugar, MARRANA. – me dijo haciendo énfasis en la última palabra.

– Celly, ¿de qué carajos hablas? – dije en un tono que sonó como un estallido.

– De verdad piensas ¿qué alguna vez Josh sintió lo que te dijo? En serio fuiste tan ingenua de creer sus palabras, palabras de alguien que nunca te había volteado a ver, porque Josh no es nuevo en el High School, ya llevaba meses, pero fue la primera vez que te vio y se hizo pasar por nuevo, tanto que pidió hacer cambios para caer en las mismas clases que tú, pero todo fue parte de un plan y ya ves los resultados de este.

Mi voz me falló, las lágrimas no tardarían en llegar, el dolor que me consumía era algo que nunca había sentido, que no me imaginé pasar. El nudo que tenía en la garganta se hacía cada vez más doloroso, empecé a escuchar el murmullo de la gente lejos.

– ¡NO! No es cierto, Josh no es de ese tipo de persona, solo quieres hacerme creer que nadie me quiere, pero sé que Josh es una buena persona, solo eres una mala persona, Celly –

Corrí, corrí al patio, a respirar, las lágrimas brotaban y no podía calmarme ¿por qué? ¿por qué a mí? Será que nunca tendré paz, o algo de felicidad.

En ese momento me llegó una idea a la cabeza, tenía un cúter en mi bolsa... Tomé la bolsa y me encerré en el baño, había llevado un suéter porque al momento de salir de casa aún hacia frio, así que nadie lo notaría.

Corté mis muñecas y vi la sangre caer, entre lágrimas y suspiro, entre angustia y más dolor, me dejé llevar por el llanto, me dejé llevar por el gusto que me daba causarme el dolor que los demás querían causarme, ver la sangre correr por mis muñecas, sentir el dolor de esos cortes era mejor que sentir el dolor de las palabras.

Salvándome de la depresiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora