Volvería a ser la chica que sonreía cada vez, la chica que reía, pero algo me ata, algo no me deja volver a lo de antes, pero renaceré y seré luz. –Sindy A.
Entre ensayos de música y las tareas, los días corrían rápido, habíamos adaptado por completo la canción a nuestras voces, sin embargo, tenía el primer solo y eso me ponía cada vez más nerviosa, mis amigos no faltaban a un ensayo y siempre gritaban mi nombre desde el fondo, no les importaba que la maestra los regañara.
10 de Abril
– Cumpleaños feliz, te deseamos a ti, cumpleaños Stephany, te deseamos a ti. – Mi familia entró a despertarme con un pastel
– Buenos días familia, Gracias – Hoy sería un grandioso día.
Contaron del 1 al 10 en aplausos, pedí un deseo y soplé la vela. Bajamos y mamá ya había hecho el desayuno, nos sentamos y desayunamos entre risas y conversaciones que se hacían más largas.
– Debo bañarme, tengo clases.
Y salí corriendo a ducharme, para que no se me hiciera tarde.
Papá se había ido y a Jess ni la vi, mamá estaba en la sala.
– Mamá ya me voy
– Adiós hija, te quiero.
– Yo igual mamá.
– Espera... hoy tienes un concierto ¿verdad?
– Sí, mamá.
– Suerte hija, trataré de llegar a tiempo para verte.
– Gracias mami – y me devolví a darle un beso. A pesar de todo, la relación estaba mejorando de a poquito, mis papás no tenían la culpa de nada de lo que me pasaba.
En el concierto escolar
– Ahora el grupo de la maestra Brown, con su voz solista y principal Stephany Núñez, con el tema Amor Quédate. – así nos llamó el presentador
Mis amigos aplaudían eufóricos y gritaban mi nombre.
El concierto fue increíble, nos llevamos una medalla y todos se habían emocionado con mi grupo, la maestra estaba súper orgullosa, aunque no me esperé lo que pasó... Cuando me quedé sola, las luces se apagaron y escuchaba pasos...
Feliz Cumpleaños Pony – era la voz de mis padres – feliz cumpleaños pony, feliz, feliz, cumpleaños Pony – también estaban las voces de mis amigos.
Me prepararon una sorpresa frente a todo el High School, no podía creerlo. Salieron juntos con un pastel en manos justo con 10 velas, mi edad, pero esperen JESSIE ESTABA AQUÍ.
– Feliz cumpleaños hermanita – se acercó a abrazarme Jessie.
– Gracias Jessie –
– Felicidades Hija Mía –
– Gracias Mamá –
– Mi niñita, feliz cumpleaños –
– Gracias papá –
– Cantante de nuestras vidas, sol de nuestras mañanas y luna de cada una de nuestras noches, señora gritona y regañona, FELIZ CUMPLEAÑOS PONY. Te queremos steph, te queremos – Al unísono dijeron mis chicos.
– También los quiero tontos – Y así fue elabrazo grupal.
Quizás si aquel 16 de febrero no hubiese dicho esas palabras o hubiese bajado la cabeza ante ellas, no podría disfrutar de estos momentos con mis chicos.
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Salvándome de la depresión
Teen FictionQuerido lector, esta no es una de esas historias con lindo final, con un amor feliz o todo lo cliché que solemos leer... ¿Cómo puede alguien con apenas 9 años sufrir tanto? Se suponía que debía estar jugando con amigos, sin preocupaciones, pero aho...