Criminal [Changlix]

XIV

Toda la historia será narrada por la escritora.

Bajaron listos para recibir a la señora Seo que llegó con la Seo mayor, Chan traía a la señora mayor y MinHo venía de la mano con la mamá de ChangBin contándole sobre su embarazo.

"¿De verdad? No puedo creerlo", sonrió emocionada por ellos.

"Fue un gusto volver a verlas, pero es hora de irnos", se despidieron subiéndose al auto que traía a las mujeres.

La mamá de ChangBin corrió a su hijo a penas lo miró, Felix estaba alado y sonrió encantado de conocer a amabas. "Y tú debes ser Felix", el rubio asintió y se sintió sonrojado cuando la mujer le dio una vuelta. "Pero mira nada más lo hermoso que eres, amor", le abrazó en cuanto la vuelta terminó. "¡Mamá! Ven y dime si no es hermoso", la señora de gran edad sonrió encantada.

"Es hermoso, sin duda", admite saludando.

"Tenemos algo que contarles", tomó la mano del pelirrubio con una enorme sonrisa. "Con la decisión de ambos", recalca. "Decidimos tener el bebé que viene en camino", las mujeres se sorprendieron.

"Ustedes si que van en serio", se acercaron nuevamente para abrazarlos. "Felicidades, yo sé que serán los mejores padres para esa criatura que viene en camino", sonrió orgullosa.

"Gracias", responden felices.

"Ahora ChangBin ven, necesito hablar contigo", el peliazul asintió.

"Vuelvo en unos minutos, vayan a sentarse", sonrió soltando al pecosito que ayudó a la anciana a sentarse.

"Cierra la puerta, rápido", ordena y su hijo hace lo pedido. "Es sobre tu padre", ChangBin hace una mueca casi al instante. "Me demandó por tu "robo", su hijo suspiró profundamente tratando de disimular que estaba bien. "No hagas nada más o descubrirá que tú tienes algo que ver con su hijo", pidió.

"Mamá, no podré estar en la corte contigo, no podría cuando ya hay una silueta mía en todas las calles", la mujer le miró.

"Tú eres el que está en juego, amor, él no me quiere a mí, te quiere a ti", ChangBin se mordió el labio.

"Verás que no, no cuando tengo 24 años y puedo decidir por mí mismo, yo lo arreglaré", sonrió y su mamá hizo lo mismo al ver la hermosa sonrisa que él le regalaba gustoso.

"De ahora en adelante sólo deberías preocuparte por tu hijo y tu esposo", Seo asintió.

"También de la abuela y de ti", recalcó y una vez se dieron un abrazo salieron encontrando a ambas personas hablar entre risitas.

"Al principio será así", contó. "Los antojos y vómitos se irán dentro de poco", sonrió y Felix asintió. "Luego del tercer mes tu barriga comenzará a crecer", Felix no podía esperar para que eso sucediera.

"Estoy esperando con ansias ese momento", los recién llegados se sentaron alado de la persona con la que venían.

"Ya estamos aquí", dice la mujer jóven mirando a Felix con cariño, el pecoso era hermoso, un ángel total para su hijo.

"¿Tienen hambre? La comida está lista", ofreció Felix con una sonrisa recibiendo una mirada encantadora de ChangBin, todos se dirigieron a la mesa.

"De hecho MinHo me contó que también espera un bebé", dice. "Vendrán sus bebés al mismo tiempo", cuenta la mamá de ChangBin con una sonrisa comiendo la deliciosa comida que las cocineras habían preparado.

"Si", dice tímido y con un notorio sonrojo. "Pero parece que él tiene una semana más que yo"

"Son sólo unos días. Ya era tiempo de ser abuela", miró a su hijo que sonrió bebiendo vino del que había servido. "¿Han pensado en qué nombre ponerle?"

"Mamá, ni siquiera ha pasado un día desde que descubrimos que seremos padres", habla ChangBin riendo. El resto del día Felix durmió en cama de ChangBin porque si no lo hacía todo se volvería tan sospechoso para la señora Seo, cuando despertó eran las tres de la mañana y tenía un antojo. ChangBin estaba durmiendo a su lado pero cuando se movió el hombre despertó. "¿Felix? ¿Pasó algo?", pregunta.

"Tengo un antojo", mencionó con un pico en los labios, más bien, un puchero.

"¿En serio?", se levantó llamando rápidamente a sus guardias. "Dime ¿Qué es?", pregunta amable.

"Necesito un waffle con mucha crema batida", ChangBin le miró y sonrió al ver el cabello desordenado de su pecosito.

El mayor lo ordenó. "Ven, te ayudo", tendió su mano que sin duda fue tomada al segundo, eso se miró tan llamativo que sus miradas se conectaron.

"G-gracias", sonrió a medias caminando con él hasta la cocina en dónde comió su waffle con tanto deseo.

"Cielos, si no estuvieras en espera pensaría que llevas años sin comer", se acercó con una servilleta para limpiar los labios del pecosito que se había sonrojado por el comentario.

"¿Lo siento?", ChangBin negó sin interés con una mano

"No te preocupes", su mamá apareció para beber agua.

"¿Tan madrugadores son?", pregunta con una sonrisa divertida.

"Felix tenía un antojo", cuenta.

La mujer hace sonidos de cariño. "¿Sabes? No estaría mal quedarme a cuidar de Felix cuando tú no estés", la pareja se miró preocupada. ¿Fingirán por nueve meses?

"C-claro, está bien ¿No?", miró a Felix quien le pellizcó por debajo de la mesa ¿Por qué le daba a elegir en estos casos?

"Por supuesto", sonrió. "Una compañía me haría muy bien", admitió.

"Perfecto, buenas noches", les sonrió y se fue.

"¿Por qué dijiste que si?", pregunta mirándolo acusatoria con una divertida sonrisa.

"¿Podrías imaginar su rostro si digo que no?", Felix se tomó en serio aquel comentario.

"Ahhh, lo sé", dice suspirando.

"Bueno, entonces no me juzgues", se cruzó de brazos con sus labios en un pico.

"Vamos, hay que continuar durmiendo", el pecoso no tenía indicios de volver así que se acercó a él cargándolo en sus brazos.

"Bájame", forcejeó.

"No te muevas tanto, si caes podrá ser tu fin", lo acercó al borde de las escaleras y sonrió burlón cuando el menor dejó de moverse. "¿Lo ves? No te cuesta nada", animó escuchando el bufido del pecosito.

Al recostar a Felix estuvo cerca de sus labios pero no hizo nada al ver que el menor ya estaba en un profundo sueño, con el embarazo de verdad que dormía. Sonrió y dejó un beso en la frente recostándose a su lado para dormir con él.