Criminal [Changlix]

IV

Toda la historia será narrada por la escritora.

ChangBin despertó asustado, esa pesadilla de nuevo volvió. "No puedo dormir", se levantó. "Vayamos con MinHo", abrió la puerta de su habitación. "Cierto, está en su casa, no lo valoré cuando vino de visita", rascó su cabeza exaltado.

Se volvió a recostar intentando dormir, no le funcionaba pero hacía de todo para lograrlo.

Las tres en punto marcaban discretamente en el reloj de Felix, se encontraba despidiéndose de Peyton mientras comían y disfrutaban un delicioso pastel de chocolate. Peyton está algo triste pero emocionada por la oportunidad de su mejor amigo.

"Faltan dos horas, es momento de irnos", se levantó llevando con él su malteada de banana y chocolate.

"Por supuesto, no querrás perder tu vuelo", sonrió mientras cerraba la puerta del auto.

"Bueno, faltan dos horas pero tienes razón", sonrió comenzando a conducir hasta la casa de Peyton. "Te llevaré a casa, tus clases de inglés comienzan en unos minutos"

"Esta bien. Mi boca no es apta para hablar mi idioma natal", rió un poco mientras bajaba la cabeza.

"No te preocupes mejorarás con la práctica", trató de animarla.

"Si lo sé, hablando de idiomas espero que hayas aprendido un poco de coreano no quiero que te humillen en frente de todos en tu trabajo", comenzó a parlotear.

"No te preocupes por eso, tengo mucha práctica, anoche estudié hasta que no pude más", rió llegando a la puerta de la casa de Peyton.

"Muchas gracias por traerme. Bueno, suerte", se acercó a abrazarle.

"No hay de que, muchas gracias por apoyarme todo este tiempo, te deseo lo mejor", sonrió correspondiendo a su abrazo.

El regreso a casa fue silencioso y algo triste, Felix quiere llegar a Seúl lo antes posible ya que se encuentra muy preocupado por Chan quien no le responde las llamadas ni a él ni a la estación, está perdido o secuestrado.

"Mamá hora de irnos al aeropuerto", agregó gritando mientras subía al auto de su padre donde sus maletas ya se encontraban ahí.

"Lo sé, sólo te preparaba dos grandes termos de tu malteada con chocolate y banana. Miré lo triste que te pusiste cuando se te había terminado", le entregó los termos negros a Felix quien los tomó emocionado.

"Vaya, gracias mamá", sonrió mirándola.

"De nada, ahora vamos al aeropuerto, debes estar muy emocionado ¿No?", comenzó a conducir.

"Por supuesto que lo estoy", sonrió pero luego bajó su sonrisa. "Mamá, no te quiero preocupar ni nada, pero hace unos días-"

"¿Qué? ¿Qué pasó?", interrumpió asustada.

"Ahm, Chan no responde el teléfono", sus manos comenzaban a sudar.

"¿Pero sólo a ti? o ¿A toda la estación?", cuestionó preocupada.

"A toda la estación, parece que está desaparecido", exclamó un poco exaltado.

"Oh no, ¿Le dijiste a la señora Bang?"

"No, no quiero preocuparla", la señora Lee lo interrumpió.

"Pero hijo", Felix también le interrumpió.

"Mamá la señora Bang debe estar muy ocupada como para no darse cuenta que Chan no la llama", le miró rodando los ojos.

"Oh no, a eso iba. Él la llama todos los días", agregó. "Ella me llamó ayer preguntando cuando iba a ser tu vuelo"

"¿En verdad?", Felix se sorprendió.

"Si, y ahí aproveché, le pregunté sobre Chan y dijo que estaba bien y que siempre la llamaba en la mañana, supongo que allá es de madrugada cuando apenas comienza nuestro día", respondió confundida.

"Pero, porqué no me responde a mí", sus ojos se sintieron tristes.

"Hijo, piensa detalladamente. Tal vez lo ofendiste o algo y no quiere hablar contigo"

"Conmigo..." hizo un puchero durante todo el camino con sus maletas. Se sentó con su mamá esperando a que hablaran por el nombre de su vuelo.

"Hijo, por allá está la fila, al entrar te sientas según lo que te diga el-" Felix interrumpió.

"Mamá ¿En verdad crees que Channie Hyung se molestó conmigo?", estaba a punto de llorar.

"Cariño, no lo sé, pero anda ve, lo verás allá", le empujó levemente.

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Felix se encontraba sentado en su lugar correspondiente el borde de las lágrimas, estaba más triste que emocionado. Se quedó dormido tan pronto como despegó el avión, sería un largo viaje y que mejor que dormir.

ChangBin se había quedado dormido luego de insistir anoche, hoy MinHo vendría a casa de ChangBin para ver cómo iba la investigación que se encontraba haciendo Chan. Llegó y entró.

"Hola, buenos días", se acercó a Chan quien se encontraba trabajando en su computadora con una vaso de café en la mano.

"Hola, buen día", respondió Chan bebiendo de su leche.

"¿Qué haces?", se sentó a el frente de él tratando de disimular.

"Investigo sobre lo que me ordenó ChangBin", sonrió mirándole.

"Que bien", le miró, contacto visual. "¿Dónde está ChangBin? ¿Sigue dormido?", cuestionó dejándole de ver con un leve rosado en sus mejillas.

"Si, sigue dormido. Anoche tuvo pesadillas, muchas pesadillas", respondió aún escribiendo.

"Hm ¿De nuevo con ese chico?", cuestionó MinHo.

"Si..." dijo sin expresión alguna. Hubo un silencio y Chan dejó de lado la portátil para ir hacia MinHo.

"Chan..." se asustó pero se dejó hacer por aquel abrazo en su cintura.

"Te extrañé mucho, MinHo, no sabes cuanto di de mí para buscarte", habló en susurro cerca de su cuello estremeciendo al menor.

"También te extrañé, Chan, estuve esperando con ansias el día en que te llamaran acá", se volteó con una sonrisa y un sonrojo.

"¿Qué es este lugar? ¿Por qué actúas como si estuvieras bien?", pregunta asustado.

"Es que si lo estoy, ChangBin no ha sido malo conmigo ¿Lo ha sido contigo?", Chan negó. "¿Lo ves? Él no es malo cuando se trata de amigos, lo es cuando se trata de revancha", subió sus manos al rostro de Chan para tocarlo como si estuviera prohibido.

"¿No te ha echo daño?", Lee sonrió y negó acercándose para dejarle un beso que fue muy bien correspondido por el ex detective.

Se habían extrañado tanto, se deseaban desde hace mucho tiempo pero no podían tenerse porque ChangBin podría hacerles algo.

Chan y MinHo estaban a meses de contraer matrimonio, pero lastimosamente arrebataron a MinHo de las manos de Bang Chan quien se culpaba tanto de esos hechos.