XXIII

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Toda la historia será narrada por la escritora.

"Hola", saludó con esa voz que hacía sonrojar al menor.

"Llegaste", sonrió sonrojado hacia él.

"Lo prometí", se acercó mirándolo en una bata de baño, se estaba pensando que ponerse. "¿Qué haces?", pregunta poniéndose detrás de él.

"Estaba por cambiarme", explica deshaciendo el nudo de su bata para dejarla caer debajo de sus hombros.

"¿Quieres ayuda?", pregunta metiendo sus manos a sus bolsillos, el menor se volteó mirándolo, tenía una sonrisita feliz con un brillo en los ojos que sin duda eran de felicidad.

"No, pero puedes ayudarme dejándome solo", le tomó del brazo sacándolo de la habitación. ChangBin salió de su trance con una sonrisa, Felix realmente influía en su vida y sólo bastaban segundos para caer en sus encantos.

Esperó mientras observaba las noticias en la tv. "El presunto delincuente al parecer desapareció, ahora nos llama la atención sobres que tienen confesiones de los más peligrosos maleantes", comenta y ChangBin se cruza de piernas interesado en el tema. "No tiene remitente", muestra y Seo gruñe, eso debería estar en la estación. "A continuación, la grabación", el peliazul movió su pierna con incomodidad. "¿Cuál es tu nombre?", se escuchó su voz en la grabación. "Soy Lucio, el gran hombre temido", ChangBin carraspeó. Cuando la grabación terminó pudo respirar con normalidad. 

"Bueno, y viene una carta", dice.

"Es toda su fortuna donada a orfanatos", habla asombrada, ChangBin sonrió, ese era más verdadero.

"Bin", se volteó encontrando a su pareja de una hermosa manera, sonrió pero Felix estaba algo serio.

"Wow", se levantó yendo a él. "Te ves aún más hermoso de lo que eres", le iba a tomar la mano.

"Tú..." tragó duro. "¿Tú eres el de las grabaciones?", pregunta nervioso.

"¿Qué?", sonrió confundido.

"¿Lo eres o no?", le mira.

"Si", Felix volvió a pasar saliva con dificultad. "Pero, no vayas a pensar nada malo", se acercó tomándole la mano. "Estaba harto de que dejaran vivos a esas personas", el rubio le miró asustado. "No me mires así, corazón", sonrió. "A puesto a que tú también has disparado hacia un maleante-"

"Pero no los mato"

"Lix"

"Nada de lo que digas me convencerá de que así no son las cosas, estudié toda mi vida esto para que tú llegues y decidas matar porque son malos", ChangBin miró a Felix exaltado y se preocupó.

"Lo siento", soltó su mano.

"Oh ¿De verdad?", se volteó yendo de nuevo a la habitación. El peliazul se quedó en la sala el resto del día.

"¿Señor? ¿Aún no se van?", pregunta la cocinera.

"Ahm, no iremos", comenta con pena.

"Ya veo", sintió pena también. "Llegaron las decoraciones de la habitación por si gusta verlas", ChangBin agradeció yendo hasta la habitación que le pertenecía a su hijo. Entró encontrando la habitación casi lista, el sol y la luna reinaban en ella. Sonrió.

"Gran trabajo, chicos", felicita con una sonrisa.

"¿Le gusta?"

"Por supuesto, es preciosa", los chicos contratados sonrieron felices, ChangBin salió al patio suspirando con su libro en manos.

Criminal [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora