Recuerdos Perdidos

Capítulo 5. DESESPERANZA

Navidad...

Podía escuchar el alboroto en el piso inferior, la conversación de sus hermanos con sus respectivas parejas, la canción navideña que hablaba de amor y paz, seguido de una explosión seguida de un chillido de algo parecido a una banshee, aún así Valentina Carvajal no se inmutó por los sonidos, siguió cepillando su cabello para luego atarlo en una coleta alta, se maquilló un poco tratando de borrar el rastro de las lágrimas liberadas la noche anterior y la anterior a esa, esperaba que su familia no notara sus ojos ligeramente hinchados o su nariz sonrojada, Chivis pensaría que seguía enferma.

Enferma, pensó Valentina, era así como se sentía. ¿Cómo te podía afectar algo que no recordabas haber tenido?.

Se observó en el espejo comprobando que se veia presentable y no como si el sauce boxeador la hubiera golpeado durante la noche, Charles le había dicho que se veía bonita cuando se maquillaba de ese modo y era así como quería lucir hoy, bonita o atractiva, como la mujer que estaba con Juliana. Odiaba a Nayeli, siempre buscando oportunidades para liarse con alguien. ¿Cómo la podía culpar si solo estaba aprovechando lo que ella había perdido?.

¡Basta Valentina!

Se repitió por milésima vez, ya no pensaría en eso. Cerró su caja de cosméticos muy enfadada consigo misma, había perdido a Juliana por olvidarla y Juliana se había recuperado rápido encontrando a otra, otras quizás. Aunque no la recordara, sentía un dolor profundo por esa mujer a la que su cerebro no podía reconocer.

Respiró profundamente preparándose para bajar, después de todo era navidad, y había mejores cosas que hacer que estar deprimida en su habitación una fría mañana de navidad, en lo que se supone era uno de sus días favoritos. Buscó en su armario su sweater favorito uno de color azul que no recordaba haber comprado, era lo último que faltaba en su atuendo. Una última revisada ante el espejo, comprobando con aprobación la imagen que este proyectaba, antes de abrir la puerta de su habitación notó una lechuza desconocida que se dirigía directamente a su ventana, el ave dio dos pequeños picotazos contra el cristal, la cual Valentina abrió dejando pasar a la extraña lechuza, que entró volando directo a la cama de Valentina dejando una carta y una rosa de color rosa, tan rápido como salió por la misma ventana por la cual entró.

Valentina se acercó a su cama vio la carta y la rosa, se habría emocionado si las rosas rosas fueran sus favoritas, la realidad es que no lo eran. Tomó la carta abriendo el sobre y leyendo su contenido, sintiendo un gran nudo en su estomago, esa carta era lo último que hubiera esperado. Miro la rosa con desagrado, no eran ni un tulipán ni una rosa roja, no eran las palabras que quería leer o escuchar, ni mucho menos la enviaba la persona que su corazón anhelaba.

Dejó la rosa y la carta sobre su cama, bajando a donde su familia la esperaba para iniciar las festividades del día, dejando por un lado sin la mayor importancia lo que ella hasta ahora consideraba "su primer regalo" del día.

ooOOoo

Evangelina Carvajal estaba nerviosa, algo no común en ella. Quizás debieron de preparar antes a su hermana para lo que vendría y no solo sorprenderla sin ningún aviso previo. Guillermo la veía ir y venir al pie de la escalera, tanto que no le sorprendería que abriera una trinchera en ella, respiró profundamente tratando de tranquilizarse, el se sentía igual, pero sus nervios se expresaban de otro modo, tanto que la repentina orden su padre entre la música festiva los sobresaltó a ambos.

-Guille dile a Valentina que baje para...

-Aquí estoy papá... - Avisó Valentina mientras bajaba los últimos dos escalones de la escalera.