Su corazón latía con fuerza, necesitaba tranquilizarse para lograr absorber todo lo posible lo que se le presentara en el siguiente recuerdo.
Estaba segura que se encontraba en la casa de Chivis la que le había regalado su padre a Tiberio y Silvina hace mucho tiempo atrás, en una habitación en la que nunca había estado o que ni siquiera sabía que existía, al menos eso era lo que creía.
La habitación quedaba iluminada por una de las ventanas que dejaba pasar la tenue luz del atardecer.
Valentina no podía distinguir a quien pertenecía tal habitación, cuadros, dibujos y algunas fotos quedaban ocultas por las sombras, no le decían nada del o la propietaria de tal lugar.
Claramente la habitación pertenecía a una chica, se podía percibir un olor mentolado y un olor familiar a óleo y otras pinturas. Se acercó poco a poco a los cuadros, los paisajes eran hermosos y había varios dibujos de ella, de sus ojos azules, de sus manos, sus labios. ¿Los cuadros eran de Juliana? ¿Era ella quien había pintado cada detalle a la perfección?
Todo pasó al olvido cuando la puerta de la habitación se abrió de pronto, cerrándose del mismo modo con un sonido seco que hizo temblar las paredes, dando la entrada a Juliana Valdés.
Valentina podía ver que estaba furiosa por una razón ajena a su entendimiento, sus ojos estaban llenos de lágrimas de enojo y frustración contenida. Todo su cuerpo estaba tensó, respiró profundamente tratando así de tranquilizarse, más no funcionó, ya que a los pocos segundos la puerta se abrió de nueva cuenta, dejando pasar a Valentina.
Tan inesperada fue su llegada que la reacción de la Valentina de 18 años fue de sorpresa, al igual que la de Juliana, quien se tensó nuevamente por la llegada de la muchacha.
¿Qué sucedía?
En el recuerdo anterior, el beso, las caricias, los sentimientos que despertaban en ella ¿Dónde habían quedado? ¿Por qué un cambio tan drástico?
-¡No me dejes hablando sola Juliana!-
-Valentina, por favor, no hagas más difícil esto para mi... - Suplicó Juliana, sin atreverse a mirar de lleno a Valentina.
-¿y qué hay de mi? de nuestro pacto - susurró Valentina.
La Valentina real, observó la mirada de Juliana mostrando un dolor profundo dentro de esos ojos marrones que reflejaban sus sentimientos como ventanas de su alma, mientras tomaba fuerzas para decir sus siguientes palabras.
- Fue muy ingenuo Val... - podía percibir el desgaste en las emociones de Juliana, tomó fuerzas de nuevo y observó a Valentina, tratando de llenar en su memoria cada detalle de la chica de ojos azules - Se está complicando todo, no quiero afectar más tu vida.-
-¡Mi vida ya está afectada! Mi familia está en primera fila de esta guerra Juliana. Cada nueva publicación del periódico es una nueva amenaza para mi papá, mira lo que pasó en su boda. Mi amor, si no hubieras estado ahí lo hubieran matado.-
-Val no, escúchame... es mejor que nos separemos, prefiero que estés lejos pero que estés a salvo. No puedo seguir contigo más tiempo, tenemos que dejar de vernos no se como pero no podemos estar juntas, ni siquiera deberíamos ser amigas-
-Juls por favor, ya lo habíamos hablado. Nosotras estamos conectadas desde que nos conocimos, desde ese primer día que te ví, que nuestras manos se tomaron, lo supe Juls. Esto, tú y yo, estaba destinado a ser. Estábamos destinadas a conocernos, a amarnos como lo hacemos. No me quiero separa de ti Juls...-
-Esto es como vivir la vida de alguien más - la interrumpió - Pero no puedo. Yo no voy a exponerte a eso. No podemos... - lo último ambas Valentina apenas lograron escuchar, las palabras se habían quedado en su garganta como si fueran un liquido amargo que revolvía sus entrañas.
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Recuerdos Perdidos
Fanfiction"¿Qué sucede cuando estás en los recuerdos del amor de tu vida y estos se van? El amor se pierde junto con los recuerdos o los recuerdos no importan mientras estés junto a la persona que amas." ooOOoo Un profecía que marcó el curso de la vida de mu...