Recuerdos Futuros I

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Recuerdos futuros: En busca de Santa

El sonido de una puerta al cerrar alertó a Elena, era de noche y su hermanito dormía plácidamente al otro extremo de la habitación con su pulgar en la boca y su pequeño trasero apuntando al cielo. Escuchó un cristal romperse.

¡Tenía que ir a averiguar, quizás Santa necesitaba ayuda!. Tenía que hablar con él.

Caminó hasta su armario de donde sacó su varita de juguete, guardó en una bolsa el resto de las calculadoras regalos de su tía Eva y un patito de hule que su tío Guille le había dado en su cumpleaños.

Luego se quedó mirando a Albus unos segundos pensando la mejor manera para despertarlo. No dejó pasar mucho tiempo, ya que Santa no esperaria, tenía que ser rápida. Se cercó a su cuna y lo empujó con fuerza, Albus abrió los ojos desorientado y molesto. En el momento que vio a su hermana lista para la aventura el sueño quedó en el olvido.

-¿Dónde vas? - preguntó Albus con apenas un hilo de voz, ahora, lo que le faltaba era que su pequeño hermano llorara, pensó Elena.

Así que no le contestó, se inclinó a tomar sus cosas recolectadas y su varita -¿Vienes? - preguntó.

-Si... - Elena se acercó a ayudarlo a bajar de su cuna, Albus tomó su hipogrífo de peluche, se sentía seguro aferrado a la mano de Elena y con Buckbeak -su hipogrífo- bajo el brazo.

Salieron de la habitación tratando de no hacer ruido, el pasillo estaba oscuro y en silencio, la puerta de la habitación de sus mamás estaba completamente cerrada. Algo no estaba bien, sus mamás nunca cerraban la puerta de su habitación.

¿Y si no era Santa y alguien más estaba en su casa?

-¿Elena? - preguntó Al.

-Shh, sígueme... - su hermanito se veía temeroso, así que lo tomó de la mano fuertemente entre la suya, empezó a caminar, pero la bolsa que llevaba le hacía imposible moverse. O tomaba la mano de Albus, o su varita o sus cosas.

No le quedó de otra que dejar sus cachivaches. Santa entendería que era mejor tomar la mano de su hermanito. Cuando lo viera, se lo explicaría, si.

-Ele quiero a mami Juls..., ¿dónde vamos?, tengo miedo -

Un sonoro golpe se escuchó en la habitación de sus mamás, espantando a ambos niños, seguido de una ligera risa procedente de la misma habitación.

-Los vamos a despertar... - escuchó decir a su mamá Val.

Algo sucedía, sus mamás no se despertaban a esa hora, por un momento pensó en llamar por Dobby, pero lo descartó.

Así que apuntó sigilosamente con su varita a la puerta de la habitación, quizás sus mamás estaban en problemas y otras personas se habían transformado en ellos, quizás no era Santa y era la gente mala que su primo León contaba en sus historias de miedo, quienes habían atacado a sus mamás. Quizás sus mamás necesitaban su ayuda, debía ser valiente como sus mamis.

Albus se pegó a ella, mientras veía con cierto temor la habitación de sus mamás, donde salían algunos ruidos raros.

-Tengo miedo Ele...-

Ella también lo tenía, pero no lo iba a confesar, si sus mamás estaban en problemas, su deber era cuidar a su hermanito. Colocó a Albus tras ella, para protegerlo con su cuerpo mientras se acercaba a la puerta

-¡Dioses, me vas a matar! - susurró al parecer su mami Val, su mami estaba en problemas, tenía ganas de llorar, pero si lo hacía Al se espantaría y la persona que estaba dentro los podrían lastimar. ¿Dónde estaba su mamá Juls?

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