Cigarro

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-Ey, cuatro ojos, no mires a mi pareja -el azabache golpeó suavemente la nuca de su amigo, que inmediatamente le quitó la mano, enojado. Solamente había dirigido la vista un instante a tres muchachos que caminaban por la acera del frente de la Universidad de Nekoma.

-¿De qué pareja hablas? Si no sabe ni que existes.

-Error, Tsukki, siempre te equivocas. Seguramente se hace el distraído porque ya se percató de mi existencia.

-A veces dices tantas ridiculeces que no pareces el Tetsurou que yo conozco -le palmeó la espalda en señal de pésame y se dispuso a caminar hacia su casa. El alfa lo siguió, ya que se dirigía en la misma dirección que su objetivo. 

Le miraba la espalda mientras caminaba, notaba su semblante serio cuando se giraba para escuchar al pelirrojo que le hablaba energético, o al pecoso que le decía algo tímidamente. De vez en cuando tiraba vapor desde su boca a sus manos, y las frotaba, ya que era un día realmente frío.
Los cabellos rubios, mal teñidos, eran nuevos. Hasta la semana anterior, él llevaba el pelo largo, pero completamente negro. Podía ver sus raíces, señal de que se tiñó a mano y con muy mala precisión. Esto lo hizo reír, lo cual llamó la atención del compañero que caminaba a su lado.

-¿Ahora también te has vuelto loco? -le preguntó Tsukishima.

-Ah, si tan sólo me lo hubiera pedido a mí, le hubiera pagado la peluquería más cara de la ciudad. No, hasta podría decirle a mi peluquera personal que se encargue de él.

-Recuerda que a no todos los omegas les gusta ser acortejados, debes procurar no dañar su orgullo si algún día piensas hablarle.

-A veces das buenos consejos...-volvió su vista al frente, para observar un rato más a su pequeño omega, y se sorprendió cuando notó que él encendía un cigarrillo y disminuía la velocidad del paso para que el humo no afectara a ninguno de sus compañeros.- Ey, Tsukki -lo codeó- ¿Los omegas fuman?

-¡Deja de llamarme Tsukki y de tocarme! -se quejó- puede ser que alguno lo haga, ¿por qué? -miró también al frente y entendió el porqué de su pregunta.- Bueno, eso no cambia nada, ¿No? -antes de terminar su frase, el azabache había adelantado el paso, hasta llegar al omega y sujetarle la muñeca, alejando así el cigarro de su boca. Todos quedaron perplejos ante este accionar; congelados y en silencio.

-¿Se puede saber...-empezó a preguntar el omega en un murmuro que pronto se convirtió en grito- QUÉ DEMONIOS TE PASA?!. ¡No puedes agarrar así a alguien por la calle! -retiró su brazo del agarre con la poca fuerza que tenía. En ese movimiento, el cigarro cayó al suelo. Kenma enseguida lo levanto, le quitó un poco de polvo con la manga de su chaqueta y lo llevó nuevamente a su boca para encenderlo.

-¡No te lo metas en la boca! -le gritó, intentando quitárselo de nuevo. El omega fue más rápido y retrocedió unos pasos.- No sabes cuántos virus puede tener eso.

-No tendría ninguno si alguien no lo hubiera tirado.

-¡AAH! ¡Qué irritante! Tsukki dile algo.

-A mi no me metas en tus necedades.

-¿Y ustedes quienes son? -el pelirrojo, que había estado al margen de todo, se unió a la conversación. Detrás de él, se asomó el pecoso.

-Nosotros...-el azabache titubeó ante la pregunta, no había una manera de presentarse que no sea extraña.

-Somos estudiantes de Nekoma -repuso su compañero- el idiota éste se sorprendió al ver un omega fumar, y simplemente reaccionó como le salió. Es medio tosco, debería disculparse.

-Me pregunto...-el omega apagó el cigarro, se cruzó de brazos y le dedicó una mirada sobrante, como si lo mirara desde arriba de un trono, aunque era mucho más bajo que Kuroo.- ¿Quién te dijo que soy un omega? No te conozco de ningún lado.

-Los betas no omiten aroma alguno, y eres demasiado pequeño para ser un alfa -el rubio entrecerró los ojos mientras lo escuchaba analíticamente- sin ofender, claro. -ante este agregado, el omega echó a reír y se tapó la boca con su mano, generando desentendimiento en Kuroo, pero también una gran ternura.

-Así que tengo un aroma que me delata -chasqueó la lengua y miró a sus compañeros- ¿ustedes olieron algo alguna vez? -Ambos negaron con la cabeza.

-¿Y qué tiene que un omega esté fumando? -preguntó el muchacho pecoso, robandole la palabra a su amigo pelirrojo.

-¡Qué los omegas no fuman! -todos se quedaron en silencio otro instante largo, y se miraron entre ellos al pasar algunos segundos. El omega fue el primero en echarse a reír, dejando atónito a Kuroo, que cada vez entendía menos la situación.

-No soy menor de edad, ¿o sí? Me llamo Kozume Kenma, piensa como vas a reponer esto -fue lo último que le dijo antes de seguir caminando. Los otros dos se despidieron risueños, y Tsukki dirigió la mirada a su compañero, quien tenía una extraña sonrisa en su rostro.

-¡Y así es como se consigue un nombre! -cantó triunfante. Tsukishima solo suspiró, ya que sabía que fue un milagro el hecho de que Kenma diera su nombre. Pero el alfa estaba tan contento, que no quiso pinchar su burbuja de felicidad.



Kozume Kenma recibió una llamada a través de su celular y eso lo obligó a apagar el juego en el que estaba. Miró el reloj, eran las 20:30 hs de la noche: hora de bañarse. Al finalizar, se puso aromatizante en todo el cuerpo, uno de olor a lavanda. Tan fuerte que era inaguantable para cualquiera.

-¿Será este el olor que sintió aquél chico? -se preguntó a sí mismo curioso- se decepcionará cuando sepa que no es mío -volvió a murmurar con total indiferencia. Fue hacia el espejo, se puso una ampolla capilar en el pelo, y se peinó. Abrió el cajón, y se colocó rubor en las mejillas. Su celular sonó nuevamente, insistente. El omega contestó para decir "Estoy yendo, aún no es tarde", y colgó.



Vengo con una nueva historia, sin dejar de lado la anterior. Espero que les guste.

-A diferencia de las otras, los personajes no tendrán siempre sus personalidades originales.

-Pueden que se toquen temas con los que no estén de acuerdo, pero todo se hará desde el respeto. No olvidar que se trata de una ficción.

Gracias como siempre <3

Kuroken-Todas tus partes son mías ( Kuroo x Kenma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora