Kuroken-Todas tus partes son mías ( Kuroo x Kenma)

Mi casa espera a alguien

-Esa cicatriz...¿Cómo te la hiciste, Kenma? -volvió a preguntar Kuroo, cada vez más interesado.

-Hey, tranquilo. No es nada que deba preocuparte. -le sonrió y recostó su cabeza en el pecho desnudo del alfa, para así sentir el calor que emanaba el mismo sobre su mejilla.- ¿Lo hacemos de nuevo? 

-Qué celo tan fuerte tienes. Cuando recobres la conciencia, me vas a tirar a la basura. -Si bien esto era algo asimilado por Kuroo, se notaba un poco de dolor en esas palabras. Pasó su brazo por debajo del cuello de Kenma, y lo acobijó más contra su pecho- responde mi pregunta.

-Antes de trabajar donde estoy ahora, el año anterior, estuve en un lugar clandestino que no aseguraba el bienestar de sus empleados... más bien, esclavos. Yo no me acuesto con nadie cuando estoy en celo, o cuando el otro tiene su rut. Pero una vez, un hombre insistió tanto, que cuando le dí a entender que no, sacó una navaja del cuchillo y me apuñaló debajo del glúteo. Salí corriendo, sin siquiera vestirme, y llamé a Shoyo. A partir de ahí, él se enteró del tipo de trabajo que ejercía y... otras cosas...-dejó de hablar cuando sintió la presión de los dedos de Kuroo sobre su hombro, que se estaba tensionando cada vez más a medida que escuchaba la historia.- tal vez no viste esto porque no hay mucha luz -se alejó un poco del cuerpo del alfa y le mostró una marca violeta debajo de uno de sus pezones- una mujer me pagó 15.000$ por quemarme con un cigarro. Gracias a eso, no trabajé por tres semanas, ya que pude cubrir mis gastos. ¿No es gracioso?

-Detente...¡Detente ya! ¿Qué haces al contarme todo esto como si fuese una burla? -Lo sacudió un poco pero solamente recibió una risa por parte del omega.

-¿Y qué debo hacer? ¿Llorar? Las mujeres me pagan por ponerme vestidos o trajes, a veces por acostarme con otro omega mientras ellas se drogan y miran. Casi nunca me acuesto con nadie, me dicen que tengo suerte porque soy muy lindo y las mujeres adultas me quieren para jugar. Pero cuando consigo un alfa con quien tener sexo, me paga una fortuna. Me puedo tomar el mes después de eso.

-¡No quiero saber nada de eso! ¡¿Qué tengo que hacer para sacarte de todo ese mundo?! No importa lo que hagas para espantarme, me quedaré contigo. Pagaré todas tus horas, bloqueáme de todas las redes si quieres, evitáme los días de semana. Pero tendrás que verme la cara cada segundo de tu trabajo, aunque nos quedemos en silencio, mirando el techo. ¿Escuchaste?

-Soy realmente afortunado...-murmuró Kenma, y si Kuroo le respondió o no algo, jamás se enteró, ya que quedó profundamente dormido en ese instante, con los brazos del alfa rodeándolo y atrayendolo hacia él.

En la mañana siguiente, Kuroo se despertó sobre una cama vacía, que solamente tenía un leve olor de la noche anterior. "Era obvio", pensó. "Pero ésta vez, no se alejará de mí."

🌙

-¡Kenma! ¡No te enojes conmigo! Juro que todo lo que hago, es porque creo que es lo mejor para ti. Y ya sé que eso te molesta más, pero...¿Qué debería hacer? -Hinata se arrastraba a los pies de su amigo por los pasillos de la universidad. Ante descubrir que su mejor amigo lo traicionó así, había decidido vengarse de él ignorándolo por un par de días. Ya era jueves, y seguía firme ante su decisión.

-Quítate, Hinata.

-¡No me digas Hinata! -Chilló nuevamente- ¡Soy Shoyo!, Yamaguchi, dile algo.

-Pero yo ni siquiera sé porqué pelearon. -Acotó el beta, que caminaba al lado de ellos con el celular en la mano, sin prestar mucha atención a su alrededor.

-¡Estás tan en las nubes que ni siquiera tienes tiempo para nosotros! -le reprochó Hinata.

-Tengo que entrar a mi clase, ¿Puedes soltarte? -Kenma empujó con sus brazos al pelirrojo, y antes de que éste pudiera volverse a aferrar, entró corriendo a una clase en cuya puerta tenía un cartel que decía: Neurociencia.

-¡Maldición! Igual no me arrepiento de lo que hice -le comentó Hinata a Yamaguchi, pero él tampoco le estaba escuchando realmente.