-Es increíble haber sido abandonado después de nuestra primera cita, pero creo que no tenías otra opción. Ahora, ¿Bloquearme sin decirme por qué?, ¿Qué es eso, Kenma? -La escena del azabache era realizada a las afueras de la Universidad a la que asistía Kenma. El menor buscaba donde esconderse cuando notó que Kuroo lo interceptó a la salida.
Varias personas alrededor estaban expectantes ante lo que pasaba, incluso, varias mujeres betas se codeaban entre ellas para relucir los aspectos atractivos que el alfa portaba. Hinata salió poco después que Kenma del edificio, y cuando vio que su amigo estaba siendo atorado en la entrada, se acercó a él para ayudarlo a huir.
-¿Cómo sabías dónde estaba? -le preguntó el pelirrojo al alfa.
-Le pregunté a mi amigo, que curiosamente se empezó a mensajear con el gusano pecoso que anda con ustedes. No es contigo con quién quiero hablar. -se acercó a Kenma y le sujetó la mano. El omega se sonrojó inmediatamente y se soltó. No encontraba manera de escabullirse, pero no quería ser el centro de atención en lo que quedaba de la semana.
-¿Kozume-chan tiene novio? -preguntó una que otra voz en la multitud que lo rodeaba.
-Debe tener, la suerte de los omegas para conseguir parejas atractivas es envidiable -resopló una muchacha.
Los oídos de Kenma estaban cada vez más y más rojizos, no sabía como lidiar con la vergüenza de que todos hablaran de él.-¡Bien, nos vamos! -decidió el omega y sujetó al alfa para arrastrarlo hacia la salida. Hinata los siguió y formó parte del camino junto con ellos.
-¡Hey, ese enano no tiene nada que ver con nosotros! -reclamó el alfa.
-No te quejes. -ante la defensa de Kenma, Hinata le sacó la lengua y caminó con ellos. Kuroo simplemente suspiró.
-¿Dije algo cuando estaba ebrio que te molestó? -le preguntó, ignorando por completo al tercero en discordia.
-No, Tetsurou, no dijiste nada.
-¿Entonces por qué me bloqueaste? Te iba a escribir un mensaje, pero de inmediato no veía tu foto.
-Justamente por eso, no quiero mantener más contacto contigo. Fue suficiente salir una vez, ¿No? Ya se saldaron las deudas. -Hinata escuchaba atento la forma de hablar de Kenma. A la vez, le sorprendía el hecho de que le estuviera hablando con tanta calma, ya que su amigo siempre repelía a todos aquellos que querían acortejarlo. El pelirrojo conocía bien la razón de eso.
-Una vez es menos que suficiente, Kenma, no juegues conmigo. Voy muy en serio.
-¡Pero sí ni siquiera me conoces! -le gritó impacientemente mientras daba pausa a su caminata. Incluso Hinata se alejó un poco ante esto, y miró a Kuroo le reojo para ver como reaccionaba.
-Es la primera vez que siento el aroma de una persona, y quiero verle el rostro en todo momento. -susurró cabizbajo.
-¡No hay nadie que no sepa como huelo! -Kuroo no supo responder a esto, de hecho, no sabía ni que significaba. Los betas no pueden oler a los omegas, entonces no podía decir que todos podían olerlo porque sería una mentira. -¿Quieres conocerme? -le interpeló Kenma. Kuroo asintió con la cabeza.- Bien, te dejaré la dirección del bar en el que trabajo, pásame a visitar allí ese fin de semana. Debes saber que es un lugar sólo para alfas y omegas, te lo comento por si quieres ir con algún amigo beta. Mientras tanto, no voy a contestar ninguno de tus mensajes, y ni se te ocurra volver a buscarme. ¿Tenemos un trato?
-¡Sí, lo tenemos! -Kuroo le sonrió y el omega suspiró agobiado. Luego de ello, el par de amigos siguió su camino separándose del alfa.
-¿Cómo te sientes, Kenma? -le preguntó Hinata. Él se encogió de hombros y miró divagante hacia el piso.
-No puedo darme la libertad de conocer a alguien en este momento, lo correcto es esto. Que se aleje de mí por su cuenta. -esbozó una sonrisa- ¿Sabes? Es un muchacho muy divertido, dice bastante idioteces...-Hinata se sorprendió a escuchar estas palabras saliendo de la boca de Kenma, no era algo que pasara habitualmente.
El viernes llegó extremadamente lento. Las horas para Kuroo eran días, y los días, semanas. Ninguno a su alrededor podía explicar que era lo que le pasaba, o por qué de repente se había interesado en un omega que apenas conocía, y lo llevaba al límite en todo momento. "¿Acaso el amor puede explicarse?" les respondía él cada vez que alguien le preguntaba al respecto.-¡Eres el mejor amigo del universo! ¿te lo he dicho alguna vez?
-Nunca lo dices, aún que yo ya sé que soy irremplazable. Si lo admites, es porque realmente te ha volado la cabeza ese chico -un muchacho esbelto, alto e incluso de una contextura física más grande que el alfa azabache, manejaba junto a él por un barrio poco conocido para llegar al bar en dónde el omega trabajaba.- Lo que sí, queda bastante lejos ese lugar.
-¿Sí, no? Pero no creo que sea tan cruel como para mandarme cualquier dirección. ¿Dónde quieres estacionar, Bokuto?
-Yo creo que en esta esquina estará bien. Si es un bar para alfas y omegas, debe ser caro, me sorprende que no venga nadie a recoger nuestro auto, o haya algún estacionamiento cerca. -frenaron el auto y ambos salieron de él. Caminaron media cuadra y se encontraron con una entrada bastante común, pero que tenía un cartel con luces y el nombre que Kenma le había indicado. Bokuto entrecerró los ojos y miró detenidamente el lugar.- Creo que vine antes a este lugar -le comentó.
-¿A cuál no has salido? Si tienes más noche que yo, conoces cada lugar de la ciudad.
-¿Estás seguro que es acá? -le volvió a preguntar. Kuroo lo volvió a afirmar, un poco más incordioso que al principio. ¿Cuál era el problema? -Bien -Bokuto elevó los hombros, rendido, y dejó de insistir. Entraron al lugar, pidieron una mesa para dos y se sentaron en unos sofás al lado de un ventanal que se suponía daba a la calle. Se suponía, porque realmente no se podía ver nada de adentro para afuera, ni de afuera para adentro. El bar era similar a cualquier otro, con la diferencia de que una enorme cortina separaba el lugar en dos. Kuroo llamó a un mozo y le pidió una cerveza, Bokuto hizo lo mismo.
-¿Kozume Kenma trabaja aquí? -le preguntó una vez que lo atendieron.
-¿Kozume? ah, no sabría decírtelo, no sé el nombre de la mayoría -le contestó.- Seguramente cuando abran la otra parte del bar es cuando empiece su horario -le indicó mientras señalaba la cortina. El lugar empezaba a llenarse de alfas y omegas que aparentaban ser bastante adinerados.
-Qué ambiente raro -le comentó a Bokuto.
-Bueno, las bebidas no fueron caras y la ubicación no es buena...cuando vine, la cortina estaba abierta...
-¿Y qué hay del otro lado?
-Sigue siendo un bar, pero...-divagó un poco antes de seguir hablando, y antes de que pudiera hacerlo, las luces bajaron el brillo y la cortina empezó a abrirse. Era como Bokuto había dicho, del otro lado solamente había más sillones para que la gente que aún no estaba de pie, se sentara. Kuroo empezaba a impacientarse, y se notó cuando sus dedos golpearon la mesa recurrentemente. Bokuto se dio cuenta y se rio un poco, pero a su vez, estaba preocupado.
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Kuroken-Todas tus partes son mías ( Kuroo x Kenma)
FanfictionOMEGAVERSE -contenido sensible Tetsurou Kuroo es un alfa dominante de 21 años, estudiante de una universidad privada y prestigiosa. Un día, siente un aroma atrayente por parte de un joven omega, el cual pasaba todos lo días por la calle en frente de...