-El bolso está listo, la cuna está tendida y perfumada. Igual vendré a volverla a desinfectar el mismo día en que te den el alta, para que mi nieta se proteja de cualquier bacteria que ande por aquí.
-Está bien, señora. No es necesario tanto detalle, además, de seguro dormirá conmigo hasta que tenga un par de meses -le contestó Kenma desde el sofá, bebiendo de su juguito en caja y con la vista en su switch.
-Tú también deberías moverte, te harás uno con el sofá -comentó Kuroo a lo lejos. Tenía un pañuelo en la cabeza y un delantal floreado ya que estaba pasando el plumero por varios rincones de la casa.
-Estoy embarazo. La señora dijo que me podría herir -sonrió el omega ladino, mientras gozaba de la comodidad de la vagancia.
-Ay, Kenma-chan, no me digas señora. Ya sé que nos hemos conocido hace poco, pero dime madre -le sonrió. Alfa y omega se miraron entre ellos, se supone que le dices "madre" a tu suegra, no a la madre del padre de tu hijo con el que pasas todos los días y recurres algunas noches para tranquilizar las feromonas.
-Antes de ir al hospital, pasaremos por el geriátrico a saludar a la abuela. Dijo que quería bendecirnos.
-Sí, lo sé. ¿A qué hora es que me debo internar? -le preguntó Kenma al azabache, quien tenía en su agenda todo organizado.
-¡A las 22, Kenma! ¿No anotaste la hora?
-¡No lo presiones hijo tonto! -le defendió la madre desde el fondo- ¿Crees que él tiene tiempo en pensar esas cosas?
-Ajs, nunca debí haberlos presentado -se quejó el azabache. Sin embargo, más allá de esas palabras, una emoción cosquillosa invadía su estomago en ese instante. Faltaban solo días para poder ver a su hija, pero además, esta sensación de estar en familia con Kenma, recompensaban todo el tiempo anteriormente perdido. Se sentía satisfecho, con su omega cerca.
La visita por el geriátrico fue rápida. La abuela le preguntó a Kuroo, en privado, si ya le había propuesto a su nieto ser su pareja, pero el alfa le decía, nuevamente, que Kenma le evitaba cada vez que hacía esa pregunta. Iba a esperar el momento adecuado, ahora las mentes de los dos estaban en otro lugar.
Llegaron al hospital a horario, uno privado y prestigioso en el cual se atendía la familia de Kuroo. Kenma hizo suya la habitación, en menos de una hora tenía una notebook, sus auriculares y micrófono, además de su switch. Kuroo se preparó una muda de ropa para sí mismo, ya que dormiría en la silla de al lado todas las noches que sean necesarias.
-Aún no puedo creer que tu familia me haya aceptado. -murmuró Kenma, ya recostado.
-¿Cómo no lo harían? Si eres encantador, todos estamos enamorados de ti.
-Eso es porque no me conocen.
-Alto ahí, yo te conozco, eso alcanza y sobra. Kenma... no quiero esperar a que Emily nazca. Te lo debo preguntar...
-¿Cómo quién crees que se verá? -le interrumpió el omega, volteando la cabeza hacia al lado opuesto en que estaba Kuroo sentado.-Bueno, a cualquiera que se parezca, está bien. Tú eres hermoso, yo soy hermoso, tendrá buenos genes...¡No me esquives! -se quejó y se puso de pie para rodear la camilla y arrodillarse al otro lado de la cama, en frente del omega- te estaba diciendo algo. ¿Quieres sa...?-antes de que pudiera hablar, la enfermera entró a la habitación con el suero listo para colocar.
-Esto ayudara a que tu cuerpo empiece a anestesiarse, ¿Programaron cesárea, verdad? -preguntó la joven.
-Sí, sí. Ni loco dejaría que un bebé salga por quien sabe dónde -comentó Kenma con indiferencia, mientras Kuroo cubría su cara de la vergüenza que le provocaba que el omega hablara así sin problema.
-Está bien, tienes tu derecho a decidir. Será solo un pinchazo y los dejo en... lo que sea que estuvieran haciendo...-murmuró, al ver la escena de Kuroo arrodillado frente a la camilla. Realizó el procedimiento y les deseó las buenas noches a ambos.
-¡Odio las agujas! ¡Las detesto! Me pica el brazo, me arde. Sácamelo...-se quejó el omega, mientras se rascaba al rededor de la curita que tenía en su antebrazo.
-Ya, ya...no seas quisquilloso -volvió a su silla y le acarició el cabello, mientras esbozaba una cálida sonrisa.
-Necesito un cigarro
-No verás uno hasta un par de meses.
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Kuroken-Todas tus partes son mías ( Kuroo x Kenma)
FanfictionOMEGAVERSE -contenido sensible Tetsurou Kuroo es un alfa dominante de 21 años, estudiante de una universidad privada y prestigiosa. Un día, siente un aroma atrayente por parte de un joven omega, el cual pasaba todos lo días por la calle en frente de...