Conquista

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-¡Dios, es tan difícil pensar en estas cosas! -el azabache se agarró la cabeza y apoyó su frente arriba de la mesa, dejando rastros de humo que salían de sus orejas por las neuronas calcinadas-

-Para ti ya es difícil pensar de por sí -comentó uno de sus compañeros que estaba sentado delante de él, al lado de un muchacho alto y atractivo, con quien combinaba perfectamente.

-Yaku, Lev-chan, no se me ocurre nada -insistió- quiero invitar a un chico a hacer algo pero no sé cómo convencerlo de que es una buena idea pasar tiempo conmigo, ni que le gusta hacer, ¡ni nada! -giró su rostro y vio como una joven de largos cabellos rubios y rizados, se acercaba a él con una sonrisa grande y un andar atrayente. Por su estatura y complexión física, parecía ser una de los dos omegas que había en la clase. Además, era exageradamente bella. 

-¡Hola, Tetsurou-san!

-Hola -contestó sin ganas y luego procedió a ignorarla- ¿Se te ocurre algo, Yaku?

-Deberías invitarlo a hacer algo que a ti te guste, sé lo más natural posible y si aún así pasa más de media hora contigo, probablemente tengas una posibilidad -contestó el más bajo de ellos.

-¿Y qué me gusta hacer?

-Hey, -la misma muchacha que se había acercado a saludar, se quedó parada escuchando toda la conversación, esperando un poco más de la atención que le daban. Ante la ausencia de respuesta de Kuroo, le toco el hombro un par de veces, hasta que el alfa le sujetó la muñeca.

-Ya te oí, no me toques más -demandó con un semblante serio, impropio de él cuando se trataba de sus amigos. Pero esa chica no era su amiga, de hecho, ni siquiera la conocía- ¿Qué quieres?

-Salgamos jun...

-No.

-¡Pero no terminaste de escucharme! Nuestros padres se conocen, podemos organizar una cita y conocernos. Además, siento que hace un tiempo me estás mirando, y creí que tal yo te podría interesar.


-Ajs...-el alfa suspiró y llevó sus manos detrás de la cabeza, luego se recostó sobre la propia silla, apoyando la espalda contra el respaldo.- acabo de descubrir que existes. No es por insultarte, pero realmente no estoy interesado. Aprovecha que eres linda y simpática para ligar con alguien a quien sí le importe.

-Bueno, no voy a rendirme -le sonrió y saludó con la mano mientras volvía al grupo en el que estaba antes de acercarse al alfa. Rato después, Tsukishima llegó al salón con la primicia de que se la había encontrado llorando en el pasillo, así que Yaku retó a Kuroo por la manera de rechazarla al frente de ellos, y además, de no utilizar palabras más delicadas.

-Yo no entiendo de esas cosas -contestó Kuroo ante ese reclamo- No le mentí ni nada, ¿Qué sería peor? Si me quiero acostar con alguien de manera casual, jamás sería con un omega. Y ahora mismo, tengo la vista bien fija en uno para algo serio.

En ese momento, sonó el timbre de salida, así que el azabache tomó sus cosas y corrió a la puerta del edificio, expectante de que sea el momento en que Kenma pasara por allí. Pasaron algunos minutos, diversa gente quiso detenerse a hablar con el alfa, pero él los alejaba a todos para no desconcentrarse de su objetivo del día: invitar a Kenma a una cita. Pero el omega no se acercaba y el tiempo no hacia más que transcurrir.
Kuroo pensó desde que dirección lo veía siempre venir. Recordó que era desde la izquierda, así que simplemente empezó a caminar hacia allí. Atento al camino, su mirada quedó impregnada en una bufanda color anaranjada que rodeaba el rostro más hermoso que hubiese visto nunca. No pudo evitar sonreír cuando se dio cuenta del porqué de aquel retraso. Kenma jugaba con un gato calico que parecía haberse encontrado en el camino, e intentaba meterse dentro de la bufanda del omega.

 Kenma jugaba con un gato calico que parecía haberse encontrado en el camino, e intentaba meterse dentro de la bufanda del omega

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Kuroken-Todas tus partes son mías ( Kuroo x Kenma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora