La República Galáctica está sumida en disturbios. Hay protestas contra la tributación de las rutas comerciales a sistemas estelares.
Esperando resolver el problema con un bloqueo de mortíferos cruceros, la avariciosa Federación de Comercio ha detenido todos los envíos al pequeño planeta de Naboo.
Mientras el Congreso de la Republica debate sin fin esta alarmante cadena de acontecimientos, el Canciller Supremo ha despachado en secreto a dos Caballeros Jedis, los guardianes de la paz y la justicia en la galaxia, para resolver el conflicto, mientras que ellos tienen otra misión pendiente...
32 ABY
Una nave se acercaba a un planeta que estaba rodeado por unos grandes cruceros. Dentro de ella, en la cabina de mando, se encontraba la capitana quien guiaba el transporte, el copiloto a su derecha y, detrás de ellos, dos hombres que vestían unas túnicas marrones. Ambos estaban atentos a los movimientos de todas las bases que rodeaban el pequeño planeta.
-Capitana- llamó el hombre encapuchado de la derecha.
- ¿Si, señor? -la joven se giró para poder mirarlo.
-Avíseles que deseamos abordar de inmediato- ordenó.
La capitana oprimió un botón que, al parecer, le permitía contactar con los que habitaban en las grandes naves- Con todo respeto, los embajadores del Canciller Supremo desean abordar de inmediato- comunicó solemnemente.
-Por supuesto- contestó a su pedido el Virrey Nute Gunray de la Federación de Comercio- Como estarán enterados, nuestro bloqueo es totalmente legal. Será un placer recibir a los señores Embajadores- dicho eso, la nave tomó rumbo a la base donde se encontraba el Virrey.
Los dos hombres tapados por las túnicas bajaron de la nave y pasaron por una puerta que los llevaba a varios pasillos, en donde se encontraron con un droide de protocolo de programación femenina que les dio la bienvenida.
-Soy TC-14, para servirles. Síganme, por favor- dijo el droide, comenzando a caminar por el pasillo que tenían a sus derechas.
El droide plateado guio a los hombres hacia una sala de reuniones que tenia una larga mesa negra y sillas a sus costados, tambien del mismo color- Su visita nos honra inmensamente, Embajadores. Por favor, pónganse cómodos, mi amo los atenderá en breve- dio por finalizado el comunicado y salió de la sala, dejando solos a los dos invitados.
Cuando la puerta se cerró ambos se quitaron la capucha que no permitía que se les viese el rostro. El más alto de los dos tenía el pelo atado en una media colita, era castaño lleno de canas, al igual que su barba y su bigote, tambien tenía los ojos de color azul oscuro, y parecía que estaba en los 50. En cambio su acompañante era más bajo y joven, tenia el pelo castaño claro, con una trenza colgando por detrás de su oreja derecha y una colita con el poco pelo largo que tenía, y sus ojos eran de una mezcla de azul y gris.
-Tengo un mal presentimiento- soltó el joven mientras observaba que estuviesen solos.
-Yo no siento nada- opinó el mayor con tranquilidad.
-No hablo de la misión, maestro, presiento...algo lejos, se evade- dijo con tono pensativo y sombrío a la vez.
-No te concentres en tu ansiedad, Obi-Wan, que tu concentración este aquí, como debe ser- respondió mientras caminaba con su aprendiz hacia el ventanal que dejaba ver la oscuridad del espacio.
-Pero el Maestro Yoda dice que debo ver hacia el futuro- contraataco Obi-Wan.
-Pero no a expensas del momento, no olvides La Fuerza latente, joven padawan- el Maestro respondió con una voz apacible, otra vez.
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𝑻𝒉𝒆 𝑳𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑮𝒂𝒍𝒂𝒙𝒚 [ᴀɴᴀᴋɪɴ sᴋᴀʏᴡᴀʟᴋᴇʀ] [sᴛᴀʀ ᴡᴀʀs]
Ciencia Ficción¿Qué pasaría si la profecía estaba incompleta? ¿Qué pasaría si Obi-Wan rescatara a otra niña con una gran sensibilidad hacia La Fuerza? ¿Y si entrenara a dos jóvenes al mismo tiempo? ¿Y si entrenara a Los Elegidos? •...