𝑻𝒉𝒆 𝑳𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑮𝒂𝒍𝒂𝒙𝒚 [ᴀɴᴀᴋɪɴ sᴋᴀʏᴡᴀʟᴋᴇʀ] [sᴛᴀʀ ᴡᴀʀs]

𝐿𝑎 𝑃𝑟𝑜𝑓𝑒𝑐𝑖𝑎

*　　　　　　　　　　　.
.　　　　☾　　　　　　　　　. 　　✦⠀　,
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀.　　　　　 　　⠀　　　⠀.
　　˚　　　⠀　⠀  　　,　　　　　　.
　　　　　　　　　　　　　.
　　　　　　*⠀　　⠀  ✮　　　　　⠀✦
　　　　　　　　　　　　　　　　　　.
　　　　.　　　　.　　　⠀
　　　　✩　　　　　　　.
　　　　　　　✴
　　　˚　　　　　　　　ﾟ　　　　　.
　.⠀　　⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀,
　　　*　　⠀.★
　　　　　.　　　　　　　　　　⠀✦
　˚　　　　　　　　　　　　　　*

POV Rowena

"Aquí estamos otra vez, rodeados de viejos parlanchines" dije en mis adentros. Por suerte no me miraban a mí, ignorando sus pensamientos sobre mi, de los cuales era susceptible. Esta vez era el turno de Anakin de brillar, literalmente.

Se encontraba en el medio de la sala, con su atención centrada en el enano verde, quien le entregó, mediante sus poderes raros, el cristal que mucho antes colgaba de su cuello. De alguna manera, podía sentir la ansiedad de mi nuevo compañero, sentía su inseguridad y miedo. Me hubiera gustado ser un poco más cálida con él, por lo menos antes de entrar a esta sala de nuevo, pero apenas lo conocía.

"Apenas lo conoces y ya llevas puesto el collar que te dio" eso es diferente, no soy tan maleducada como para rechazar un regalo así de bonito.

–Después de tanto...– escuché susurrar a Obi-Wan quien estaba al lado mío. Sus ojos color océano iban del enano al rubio.

–¿Aparecerá toda la Profecía? ¿o solo una parte como sucedió conmigo? –le pregunté en voz baja, él me miró con una leve confusión, parecía que lo había sacado de su trance.

–Lo veremos en unos segundos, pequeña– y volvió a centrarse en nuestro compañero.

Su pequeña mano tuvo contacto con la piedra blanca, poco a poco ésta y su mano comenzaron a bañarse en la luz blanca que emanaba. Una brisa me acarició la nuca, generando un escalofrío por mi cuerpo. Anakin giró la cabeza hacia donde estaba, encontrándome con el miedo en sus cristalinos ojos. Un impulso me atravesó y le di una pequeña sonrisa. "Vas a estar bien, Ani" le dije mentalmente, como si me fuera a escuchar.

Él me respondió con una mueca y volvió a girarse hacia la piedra, viendo como sus pies dejaban el suelo por unos centímetros. En medio del frío y las voces que decían incoherencias, un conjunto de ellas, más fuertes, resonaron en la sala.

– Cuando la mismísima Fuerza se tambalee, el pasado y el futuro deberán discurrir y combinarse... – vi como Obi-Wan y su maestro quedaban estupefactos, escuchando atentamente las palabras de las sonoras voces–. Dos Elegidos surgirán, sin necesidad de un padre, y a través de ellos, el equilibrio final de la Fuerza se restablecerá... el pecado... equilibrio universal... – las voces comenzaron a apagarse, la luz se fue desvaneciendo y Anakin volvió a tocar el suelo.