𝑆𝑎𝑙𝑣𝑒𝑛 𝑎 𝑙𝑎 𝑅𝑒𝑖𝑛𝑎

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Los Jedis y Jar Jar fueron escoltados hasta una gran burbuja, donde había una especie de consejo. En los bordes de la esfera habían unos tronos donde se sentaban cada uno de los integrantes del consejo. Ambos Jedis se quedaron parados en el centro de la sala y al frente del jefe de los gungans, mientras que Jar Jar se quedó esposado al lado del oficial que los había detenido al entrar a la ciudad.

El jefe con complexión gruesa empezó a chistar con disgusto y luego dijo - No poiden estar aquí, ese ejiercito de chatadroides son un gran riesgo.

-Un ejercito de androides está por atacar a los naboo. Debemos avisarles- atacó el canoso, que tenia las manos en su cadera preparado para llegar a un acuerdo diplomático con el rechoncho gungan.

-No nos agraidan los naboo- respondió este, luego hizo un ruido raro con su boca- Los naboo se creen muy listosos, creen que suis cerebro es enorme- siguió con un dejo de indignación en su grave voz. Los demás del consejo comenzaron a murmurar entre ellos.

A Obi-Wan le comenzaba a irritar el comportamiento de la criatura pero no dejó que ese sentimiento se le notara al hablar- Cuando los androides controlen la superficie, los controlaran a ustedes- replicó dando un paso al frente manteniendo la postura y con una expresión seria.

-Misa lo duda mucho- otra vez, la potente voz retumbaba en la burbuja- Ellos no saiben de nosotros.

La paciencia del padawan empezaba a evaporarse- Ustedes y los naboo crean una simbiosis directa. Lo que le pase a uno afectara al otro, tiene que entender esto.

El gungan parecía aún más indignado y al reprocharle alzó aun más la voz- ¡No nos interesa lo que paise a los naboo!

La apacible voz del Caballero Jedi interrumpió el silenció que se generó- Entonces déjenos ir- al decir esas palabras su mano hizo un disimilado movimiento de arriba a abajo, algo estaba tramando.

-Entonces, voy a diejarlos ir- repitió el jefe en primera persona como si estuviera bajo un hechizo mental.

-Nos sería útil un transporte- sugirió el Jedi repitiendo el mismo movimiento y con una voz disimulada.

-Voy a darles a ustiedes un Bongo- dijo en el mismo tono que antes, como si estuviera en un trance. Jar Jar, que estuvo toda la discusión en silencio, miró sorprendido a su superior- El camino cortio a Naboo es a travies del núcleo del planetata nuestro- prosiguió con un sombrío tono de voz y una espeluznante sonrisa en su cachetudo rostro- Ahora váyanse- ordenó mientras se volvía a erguir y levemente levantaba su mentón tratando de provocar una postura superior e intimidante.

-Gracias por su ayuda, partimos en paz- agradeció el mayor mientras que, junto a su aprendiz, hacían una leve reverencia.

Mientras se dirigían a las escaleras por donde entraron, a Kenobi le surgió una duda- Maestro, ¿Qué es un Bongo?

-Un transporte, espero-

Al pasar por al lado de Binks pudieron escucharlo advertirles- Les tendieron una trampia. ¿Atravesar el planetata? Mala idiea. Alguien los podría ayudiar- sugirió la criatura.

Eso captó la atención del mayor y su padawan sabía eso- Maestro, no tenemos tiempo- pero él hizo oídos sordos.

-Para atravesar el planeta necesitamos un navegante, este gungan nos puede ayudar- el Maestro se dio la vuelta y se acercó al jefe de los gungan- Señor, ¿Qué será de Jar Jar Binks?

-Su castigo será muy particular- y sonrió sin mostrar sus dientes.

-Le salvé la vida. Tiene conmigo, desde ahora, una obligación. Sus dioses demandan que su vida me pertenezca- el Jedi recitó lo que Binks le había dicho luego de salvarle la vida en el bosque.

𝑻𝒉𝒆 𝑳𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑮𝒂𝒍𝒂𝒙𝒚 [ᴀɴᴀᴋɪɴ sᴋᴀʏᴡᴀʟᴋᴇʀ] [sᴛᴀʀ ᴡᴀʀs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora