El estómago se le contraía a medida que la nave avanzaba. Reconocía que era una nueva experiencia, nunca había volado, a veces tomaba el speeder de Sylvester y recorría los bordes del pueblo o iba hasta las costas para que sus rulos pelirrojos bailaran con el viento, pero nunca había tenido la oportunidad de abordar una nave. Su mirada marrón se fijó en el Jedi, quien mantenía su postura serena, algo que ya le parecía característico de él. Este la miró con una pequeña sonrisa cerrada.
- ¿Nunca habías volado antes? -preguntó al ver el estado nervioso de Rowena. Si bien la chiquilla había demostrado ser más madura para su edad y ser más fuerte de lo que uno espera, aún seguía siendo una simple niña que creía ciegamente en las historias que se susurraban en el pueblo o que el mismo Señor Ragnes le contaba en las noches estrelladas, seguía siendo una niña que por momentos dejaba de lado su vacío y lo reemplazaba por la sed de aventura y curiosidad al momento de explorar el planeta.
La pelirroja solo negó y a voluntad propia se acercó más al joven pero sin despegar la mirada del espacio y sus infinitas estrellas. Obi-Wan irradiaba un aura que te relajaba al instante, se sentía protegida.
«-Debes mantener la calma, la nave es muy segura y apuesto a que Jaida es la mejor piloto. No hay de qué preocuparse, en serio- cada palabra parecía ser una dosis de morfina para calmar la angustia. Tal vez no la haya calmado del todo, pero ya no se imaginaba un escenario trágico en esa cabina- Que bueno que viniste preparada, el espacio es muy frío- dijo cubriendo gran parte de su pecho con su túnica marrón y viendo como la chica no se despegaba de su poncho verde.
- ¿Y tú? Al parecer has viajado mucho- pronunció en un tono indiferente, cosa que no le molestó al castaño, era parte de su personalidad.
-Bueno, los Jedis tenemos que ir a distintos puntos de la galaxia dependiendo de la misión. Por ejemplo: Una mañana podemos estar en Coruscant, en el núcleo de la galaxia y a la tarde podemos estar en algún planeta del Borde Exterior. Así que sí, estoy familiarizado con las naves.
-Hubo un año en el que Sylvester me enseñó a arreglar algunas naves, pero nunca las volé. Siempre me quedé con las ganas- relató la joven. Ambos quedaron en silencio, pero no uno incomodo, era silencioso pero amigable. Segundos después la voz de la chica resonó otra vez en el área de descarga, donde se encontraban sentados- ¿Sabes el modelo de esta nave?
-Es un Transporte HWK-290, mejor conocido como "Cuervo Oxidado"- la voz potente de la fémina mayor retumbó desde las escalera que llevaban a un pasillo- El viaje no va a ser tan largo, pero va a durar lo suficiente como para que ambos descansen, parece que no tuvieron una buena noche- dijo señalando las leves ojeras que se encontraban debajo de los orbes azulados del chico que, comparado con las notables bolsas que tenía Rowena, no eran nada.
La peliblanca se adentró al pasillo para después doblar en una esquina y perderse en el interior, dejando a los dos pasajeros sumidos en sus pensamientos. No había pasado tanto tiempo para cuando el joven padawan cerró los ojos. En ese tiempo, Rowen buscaba una mejor posición para estar más cómoda, los asientos donde ambos se encontraban estaban pegados a la pared metálica y al frente, en medio del área, habían cuatro cajas que desconocía su contenido pero eran lo suficientemente grande y pesada para resistir su peso. Por lo que dejó su mochila en su asiento y bajó al piso para arrastrarse a la caja que tenía al frente y apoyar su espalda en ella. Un escalofrío arañó su espina dorsal mientras acomodaba sus piernas y sus brazos dentro del poncho para conservar su calor corporal. Cuando al fin su cuerpo encontró una forma adecuada para descansar, volvió a fijar su mirada en el ventanal que tenía enfrente, perdiéndose en el mar estrellado que daba la sensación de que la comería viva. De vez en cuando sus ojos pasaban de ver el vació a ver al hombre que tenía al frente. Nunca le podría devolver el gran favor que éste le hizo, estaba tan agradecida que no encontraba una paga a su nivel, pero suponía que ayudándolo con la profecía algo iba a aportar. En el fondo, de alguna forma, sabía que el chico no estaba dormido y que tenía todos sus sentidos alerta, pero también sentía como poco a poco su cuerpo y mente iban cediendo a las ganas de descansar por un minuto.
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𝑻𝒉𝒆 𝑳𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑮𝒂𝒍𝒂𝒙𝒚 [ᴀɴᴀᴋɪɴ sᴋᴀʏᴡᴀʟᴋᴇʀ] [sᴛᴀʀ ᴡᴀʀs]
Ciencia Ficción¿Qué pasaría si la profecía estaba incompleta? ¿Qué pasaría si Obi-Wan rescatara a otra niña con una gran sensibilidad hacia La Fuerza? ¿Y si entrenara a dos jóvenes al mismo tiempo? ¿Y si entrenara a Los Elegidos? •...