El Novio De Jeno

cuatro

—¡Feliz cumpleaños!

Cuando Jeno se levantó esta mañana y se alistó para asistir a la escuela, no se esperaba que al bajar se encontraría con su hermoso novio acompañado de su madre, y es que, ¿qué hacía Jaemin a las siete de la mañana en su casa y con un pastel en la mano?

—¿Jae?

—Traje pastel —sonriendo, Jaemin se acercó a Jeno y dejó un beso en su mejilla. La señora Lee sonrió.

—Ustedes son tan bonitos, déjen que les saco una foto.

Aún un poco confundido, Jeno decidió abrazar a Jaemin y sonreír para la foto.

Fueron unos tres minutos después los que bastaron para que Jeno recordara que era su cumpleaños y que también era su primer cumpleaños junto a Jaemin. No lo culpen, su cerebro no funcionaba correctamente a las siete de la mañana.

—Comamos un poco de pastel y luego te llevaré a tu escuela —aún sonriendo, Jaemin arrastró a Jeno hasta el comedor y le entregó una porción de pastel─. Mi papá te manda saludos, dijo que te llamará más tarde y que lamenta no poder saludarte personalmente, un viaje le surgió de último momento y tuvo que irse ayer por la tarde.

Jeno asintió, mirando embobado a su novio emocionado.

Jaemin era tan lindo y amable con él, no entendía porqué sus amigos no podían verlo también. ¡Hasta su madre amaba a Jaemin! Y eso que su madre detestó a cada persona con la que Jeno salió, claro, hasta que Jaemin llegó.

Después de comer pastel acompañado de café, ambos se subieron al auto del menor y se dirigieron hasta la escuela de Lee. Cuando llegaron Jaemin estacionó el auto y miró con adoración a su chico.

—Te compré un regalo.

Jeno miró sorprendido la cajita que su novio le entregó. La tomó con una sincera sonrisa.

—No hacía falta, Nana.

—Quiero hacerlo, además tengo muchos más regalos para ti.

—No tienes que gastar tanto dinero en mí, con una cartita me harías feliz.

—Te daré una carta también, ahora abre tu regalo.

Riendo, Jeno abrió la cajita y observó con curiosidad el collar dentro de esta. Lo sacó y miró cuidadosamente lo hermoso que era.

—Es una pieza única, no hay otra igual y tienes el privilegio de ser el único en el universo que tiene uno de esos.

Sorprendido, Jeno siguió mirando el hermoso collar que únicamente tenía un dije: un hermoso copo de nieve con perlas azules en las puntas.

—Es hermoso, Nana.

Jaemin sintió sus mejillas calientes.

—El copo de nieve tiene doble significado —comenzó a explicar—. Primero hace referencia al hockey sobre hielo, sé que amas ese deporte —Jeno asintió con su corazón acelerado—. Por otro lado hace referencia al día que nos conocimos, ¿lo recuerdas? Fue en esa plaza un día nevado, los copitos de nieve en tu pelo hacían que tu sonrisa brillara más.

Avergonzado, Jeno abrazó al menor y escondió su rostro en el cuello contrario. Jaemin río.

—Te amo demasiado, Na Jaemin.

✿ ❀ ❁ ✾ ✽ ❃

Chittaphon no pudo evitar unirse a sus amigos cuando todos comenzaron a golpear a Jeno.

Aunque quiso negarse al principio, cuando vio que todos se tiraron sobre el peliazul y comenzó a escuchar las risas, decidió simplemente rendirse y seguir la vieja tradición de cumpleaños.

Cuando los golpes terminaron las felicitaciones comenzaron. Mark fue el primero en felicitarlo y cuando Donghyuck quiso acercarse, Yangyang se le adelantó y le tiró un huevo en la cabeza. Todos lo miraron sorprendidos.

—¡Feliz cumpleaños, amigo!

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—¿Cuántos?

—Ilimitados.

—Jaemin, estás loco.

Sí, estaba loco. Jaemin sabía que no debía de dejar entrar tantas personas a su casa, pero era por Jeno, él le había dicho que sus fiestas siempre eran así, quien quería era libre de ir, y normalmente eso significaba que la mitad de la institución asistía.

—Eso es mucho —Taeyong dijo— ¿crees que debamos alquilar algún lugar? No creo que sea tarde.

—No conseguiremos nada para esta noche, además los amigos de Jeno ya se encargaron de decirles a todos la dirección.

Bufando, Yukhei sacó su celular y comenzó una llamada.

—¿Qué haces? —Dongyoung le preguntó.

—Llamaré a personas de seguridad, llámenme loco pero habrá cientos de personas en la casa de Jaemin y necesito personas que estén vigilando que nadie se quiera pasar de listo.

Jaehyun asintió y Shotaro también le dio la razón.

—Me parece bien —Dejun opinó—. Haremos esa fiesta pero hay que ser precavidos.

Y aunque sonaban como unos lunáticos exagerados, Jaemin creía que eso era mejor que arriesgarse a que algo de valor desapareciera o se rompiera.