seis

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Jaemin juraba que en esos momentos podía explotar, realmente iba a hacerlo si no fuera porque Jeno llegó justo a tiempo para calmarlo.

Poniéndolos en contexto, hubo un grupo de chicos que creyó que era buena idea consumir basura en su casa, Jaemin no iba a aceptarlo, les pidió amablemente que se vayan o simplemente dejen de consumir eso en su casa pero ellos se negaron y sin dudarlo Na llamó a la policía.

No le importaba si todos lo miraban mal, tampoco le importaba que estén hablando mal de él y muchos menos le importaba la mirada molesta de Donghyuck sobre él. Jaemin nunca permitiría esas clases de cosas en su casa, las odiaba, las detestaba con su vida y ni por Jeno dejaría pasar eso.

—Él arruinó la fiesta.

Pudo escuchar perfectamente a Sungchan, también a Sicheng quien lo apoyaba y luego escuchó nuevamente la críticas de Donghyuck. No le importaba.

—Hay que irnos, esto ya acabó.

Todos comenzaron a irse, al menos los pocos que quedaron luego de ver que la policía había llegado. Al final, los únicos que quedaron fueron la pareja y sus amigos más cercanos. Los policías se habían ido y la casa quedó hecha un desastre.

—Por eso era mejor alquilar un lugar —Yukhei opinó pero se calló rápidamente cuando uno de los amigos de Jeno lo miró mal—. Yo sólo decía —susurró al final.

—Ni siquiera partimos el pastel —Shotaro se quejó. Yuta lo abrazó para animarlo.

—Podemos partirlo ahora, el cumpleañero aún sigue aquí —el japonés mayor opinó.

—Creo que primero debemos limpiar —Mark dijo, mirando todo el desastre.

—El servicio de limpieza se encargará de eso —ante las palabras de Taeyong, Donghyuck bufó molesto.

—Claro, servicio de limpieza.

Nadie dijo nada, ni siquiera Donghyuck siguió porque la mirada que Jeno le dio lo hizo callar.

—Comamos pastel, Nana —Jeno susurró, abrazando a su bonito novio—. No tienes que preocuparte, cariño, esas personas que se fueron ni siquiera me importan, todos  los que quiero están aquí, podemos cantar.

—Pero compré mucho pastel.

—Podemos comerlo.

—Pedí veintitrés pasteles.

—Bueno, puedo llevarme algunos para casa, los chicos también, hasta podemos llevarlo a ese lugar donde tú llevas comida, ¿cuál era?

—¿El hogar de casita Kim?

—Sí, ese, estoy seguro que los niños amarán comer pastel.

—Sí, ellos aman el pastel.


۵


—Voy a arrancarles la cabeza.

—¡Jaehyun!

—¿Qué? —casi gritó—. Tú no los escuchaste, esos estúpidos niños estaban hablando mal de Nana, como si él fuera una basura humana.

—No lo conocen, Jae.

—Exactamente, Taeyong, no lo conocen, lo juzgan simplemente porque pueden, porque creen que al ser un chico con dinero automáticamente es una persona arrogante y malvada.

Tan molesto como Jaehyun, Dejun asintió, tomando un palo de amasar que sacó de la cocina.

—Todo ese grupito de hockey va a ver, les daré con esto en la cabeza para que se les acomode las ideas.

Dongyoung le quitó el palo, Dejun se quejó.

—Nada de violencia, ustedes mismos dijeron que Jeno se molestó con ellos y les dijo que pararan de juzgarlo.

—Sí pero hace unos minutos se estaban abrazando como si nada —Jung se quejó—. Quiero a Jeno, en serio, es un buen tipo, pero son sus amigos y su novio, es complicado para él y no creo que pueda con la situación.

—¿Y tú sí?

—Exacto.

—Tú no pue—

—Chicos —Yukhei llegó junto a Jaemin, ambos riendo—. ¿Por qué tardan tanto? —el chino preguntó—, sólo era buscar más platos.

—Lo sentimos —Taeyong se disculpó, tomando los platos sobre la mesa—. Vamos.

Cuando volvieron  a la sala, Jaehyun y Dejun no pudieron evitar mirar fijamente al grupo de amigos de Jeno, especialmente a Donghyuck y Sungchan.

Aunque el ambiente fue un poco incómodo y bastante tenso, Jeno logró divertirse y eso hizo feliz a Jaemin.

El Novio De Jeno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora