siempre cuenta conmigo (tsukkiyama)

ultima nevada

-muchas gracias por venir doctor- escuche como tsukki se despedía del doctor que se encargó de mi todo este tiempo.
-pecas?...estás despierto?- se adentro en el cuarto donde había pasado tres semanas seguidas...mi tiempo se acababa.-aun no quieres hablar?- se sentó a mi lado en la cama.
-me...me gustaría...dormir- module como pude, mis lentos y enfermos pulmones no procesaban el oxigeno.
-pecas, acabas de despertar luego de doce horas de sueño, intenta mantenerte despierto si? Abriré las cortinas- apenas las abrió un claro tono azul plomizo entro en la habitación ya estaba oscureciendo.- mira está nevando- lo estaba, siento como si mi vida hubiera pasado en invierno.
-po...podemos salir?- sabía la respuesta a mi pregunta, pero de todas formas quise preguntar.
-lo siento yams, no creo que puedas- y ahí estaba una vez más la mirada de pena en su rostro, realmente me irrita.
-bien- y me recosté para volver a dormir.
-tanto así quieres dormir?- sentí como en de lentes se acomodaba a mi lado una vez más.
-estoy muy cansado- lo estaba, ni si quiera me quedaban las suficientes fuerzas para llorar.
-de verdad quieres salir?- la pregunta me sorprendió mucho...aun así una energía mágica vino de alguna parte para contestar enérgicamente.
-si! Mucho...si- el rubio abrió sus ojos de par en par.
-bien, saldremos a la terraza del departamento pero será por un momento corto.
-por supuesto, si- intente levantarme pero me detuvo rápidamente.
-te llevaré en la silla de ruedas- y hasta ahí llegaron mis energías...es verdad, ya no podía caminar.
-aa, si...claro- fue lo único que pude responder, realmente creí que caminaría, hay veces donde se me olvida que estoy enfermo, solo aveces.
-aquí está la silla- lo ví entrar con la que es mi transporte desde tres semanas.
-pero primero vamos a abrigarte- el rubio rebuscaba entre mi ropa lo más abrigado que pudo encontrar. Cuando tuvo lista mis prendas comenzó a colocármelas con cuidado, empezó con un chaleco, luego un chaquetón y más ropa, cuando ya estuve listo me ayudo a sentarme en la silla.
-te pondré unas mantas- no pude evitar soltar una risa.
-de que te ríes?- un brillo especial aparecieron en sus ojos, supongo porque me escucho reírme por primera vez en dos semanas.
-no...no es nada, es solo que pareces mi...madre- una tos me agarro de la nada, tarde un poco en que acabara, mi pecho dolió y sangre un poco desde mi boca, el rubio me dio papel para limpiarme y esperamos un rato para poder salir.

-crees que ahora...podamos?- tsukki estaba comenzando a dudar, se notaba en su rostro.
-estás segu- lo corte.
-si...lo estoy, no sé cuánto tiempo resista...no me quites esto- le rogué, se molestó un poco pero rápidamente se preparo el también para salir.
-está bien yams...vamos- escuche antes de que la silla se moviera, mi corazón se emocionó por un momento, mi estomago se movió, me sentí vivo.

-bien, ya pedí las llaves para ir a la terraza- una vez se acercó el rubio me mostró las llaves que había ido a buscar a la portería.
-vamos entonces- le sonreí y me devolvió la sonrisa.

-veamos si estás bien abrigado- se puso frente a mi a arreglar mis ropas.
-solo vamos de una vez- me reí y corrí sus manos delicadamente.
-te amo yams- escuche, me dolió escucharlo...pero al mismo tiempo me sentí muy tibio, sentí mis ojos picar, pero nada salió de ellos.
-también yo- tome sus manos y nos mantuvimos así dos segundos que parecían una eternidad.
-bien...abriré la puerta, cubre tu nariz y boca- me hablaba mientras abrí la puerta.
-claro madre- la broma también le causó gracias.
-hey, hablando de madre- lo corte.
-solo...dile que fallecí...cuando corresponda- sentí la puerta azotarse.
-Yamaguchi tu- realmente no quería que la mencionara.
-será mejor...así- de lo que era felicidad pase directamente a la desesperación y rabia, me gustaría poder habría la maldita puerta y jugar en la nieve, pero dependo de las decisiones de Tsukishima...aunque realmente, siempre lo hice.
-Está bien, es tu decisión después de todo- suspiro y me miro, no dijo nada más y abrió la puerta. La brisa fresca tocó rápidamente mis ojos y movió mi cabello, un escalofrío recorrió mi espalda.
-avanzare- y salimos completamente a la terraza.
-si está frío- le comenté y no pude evitar reírme.
-salir te volvió loco?, estás muy risueño hoy- se reía también mi compañero, el cual se sentó en una de las sillas que se encontraba allí, la terraza era como un patio, no era lo suficiente grande, como tampoco pequeño y estoy seguro que una de nuestras vecinas que está obsesionada con las plantas se preocupó de decorarla, puesto que había un montón de plantas, o lo que quedaba de ella, ya que solo algunas tenían hojas, las demás solo eran palitos, las luces navideñas le daban un toque más cálido, pero aún así el frío sobrepasaba todo.
-es una muy buena vista no crees?- mire al rubio el cual tenía su mirada en el cielo.
-lo es- su nariz estaba roja, y tenía sus hombros encogidos  y sus manos dentro de sus bolsillos, como siempre está cuando tiene frío.
-tanto frío...tienes?- le pregunte.
-no realmente- ví como pequeños copos se metían con los vidrios de sus lentes, volví a reír.
-quítate... los lentes- le pedí.
-porque?- la razón?, no se cuando pueda volver a verlo sin lentes de nuevo.
-solo quítatelos- estire mi mano suavemente en dirección a estos, el acercó su rostro a mi mano dejándome quitarle sus lentes con delicadeza.
-estás feliz ahora?- se mofo, me coloqué sus lentes solo para bromear.
-había olvidado...lo corto de vista que...eras- me mofe yo también.
-te pusiste mis lentes?- entrecerró sus ojos y una carcajada escapó de mi.
-si...me los puse, la verdad tampoco...puedo verte bien- me quite los lentes y vi el rostro de tsukki lo suficientemente cerca para notar cada detalle en el...lo tenia ahí, su rostros con mejillas y nariz coloradas por el frío, eso mezclado con los pequeños copos que se enredaban en su cabello y tres contadas en sus cejas y una pestaña. Lentamente regrese sus lentes a su lugar.
-hola- le salude en broma otra vez, pero él no dijo nada, solo destapó un poco mi rostro, creí que me besaría, pero lo único que sentí fue su frente juntarse con la mía.
-en esta vida...no te di lo que merecías en esta vida...será mucho pedir, que me dejes encontrarte en la siguiente?- sus lagrimas cayeron en mis manos, estaban tibias, luego no tardaron en mezclarse con las mías.
-te daré todas mis vidas...así que...búscame tsukki- y las lagrimas se mezclaron aún más en el beso final...la verdad es que pudo ser peor, todo va en cómo vea las cosas...tsukki, me llevare conmigo los buenos y hermosos recuerdos tuyos...recuerda los míos  tú también...
Búscame, también me esforzaré en encontrarte... aunque de todas formas, si tuve mi final feliz.

perdón por no entregar los capítulos cuando corresponde, pero me estoy esforzando mucho por darles un final que merecen, muchas gracias por leer <33 nos vemos en el siguiente capítulo ❤️❤️
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