Pov. General
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El fuerte ruido que hizo la puerta al ser abierta de golpe acabó despertándolo con el corazón latiendo a mil por hora. Dio un pequeño brinco en su sitio incorporándose hasta quedar de rodillas, abrió sus verdes ojos quitándose el sueño en el acto.
Como pudo acomodó con prisa los mechones de cabello de su mal hecha coleta que caían sobre su frente.
¿Cuánto tiempo llevaba así? Despertando con el pulso cardiaco acelerado del miedo.
Casi lo había olvidado.
Se incorporó tan rápido que su cuerpo se estremeció por el cambio radical de temperatura al dormir destapado.
No era nada cómodo dormir en el suelo.
El hombre recién llegado "Jirobo" había oído como lo llamaban los otros, dejó una taza de té caliente y un pan seco en el piso a su lado como todos los días.
Su cara de bulldog serio, sus ojos naranjas y su imponente físico lo ponían nervioso. Era muy alto, pero no era el peor de todos.
El tipo frecuentemente fingía que tropezaba con su propio pie y su cuerpo caía sobre el infante para fastidiarlo. Si eso llegaba a ocurrir estaba seguro que el gordo lo aplastará rompiéndole varios huesos.
Jirobo solo lo miró con burla como lo hacía casi todo el tiempo. Sin vigilar si comía o no se marchó azotando la puerta.
Shikadai se encogió en su sitio, extrañaba a su madre, a su padre, al tío Itachi...
Refregó sus húmedos ojos y apretó su mandíbula negando, no era tiempo de llorar o deprimirse. Debía comer lo que pudiera. Dio un vistazo rápido a su brazo lastimado, haría todo lo que esté a su alcance para sobrevivir.
Desde que llegó a ese lugar y despertó no vio la luz del día, escuchaba todo el tiempo voces de adultos discutiendo, todos hombres que venían fuera del cuarto donde se quedaba.
Los primeros días casi muere de hambre. Tayuya junto a otro sujeto le vendaron los ojos y lo llevaron a otro cuarto (más pequeño que el anterior) lleno de polvo, humedad y con poca iluminación y lo encerró ahí sin encadenarlo.
Según sus propias palabras "Quería que muera de forma no rápida y si se quejaba lo haría con mucho dolor"
Estaba hambriento, tenía mucha sed y frío, la amenaza anterior no le importó. Toco la puerta por horas y gritó en espera que alguien entre, lo escuche y le dé alimento.
Lo único que recibió fueron las sobras de la cena de todos sobre su cabeza ensuciando su pequeño cuerpo junto a una fuerte bofetada en la mejilla que lo tiró al piso y un jalón de pelos tan fuerte que sintió que le arrancaría todo el pelo dejando expuesto el cuero cabelludo.
Esa fue la primera vez que lo agredieron.
—Bebe, mocoso. — Dijo el tipo de cabellos blancos largos con rudeza al día siguiente despertándolo y dándole un vaso con agua. Agua lo que tanto ansiaba desde hace días. — Quédate callado, no te quejes, no estorbes, sonríe cuando venga a verte y no te hará nada ¿Has entendido?
Al dejarlo solo bebió el resto rápidamente, por lo menos calmó su sed, pero el dolor en su estómago aún persistía.
Se esmero, lo intento, pero todo lo que le pedían lo hacía mal, sea por los nervios o por sentirse intimidado, prefería quedarse en esa oscura habitación (Que lo hacía sentir seguridad) que estar rodeado de hombres desconocidos que solo lo veían como un juguete que deseaban destruir y se burlaban de él fingiendo que lo iban a matar en ese instante.
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Enamorado De La Profesora (Shikatema)
Любовные романыTemari acaba de graduarse de la universidad, decide mudarse a la ciudad de Konoha para trabajar en la universidad de mayor prestigio de ahí, lo que no se esperaba era conocer a un alumno que altera todo su mundo por completo poniendo en riesgo su tr...