Reencuentro

1.8K 151 94
                                    

Pov. General 

.

.

.

.

.

-¡Shikamaru! levántate de la cama vago inútil. - Se oyó una chillona voz femenina gritar en el vecindario desde temprano.

Para los vecinos esa era señal de que la señora Nara estaba tratando de despertar a su perezoso esposo. Al principio todos se preocuparon por la seguridad del pobre hombre, al que gritaban día y noche sin parar. Pero con el paso de los años esos gritos se hicieron costumbre.

-Tsk, déjame descansar. - Gruñó el nombrado aún echado en su cama cubriéndose hasta la cabeza para que la luz no le dé en la cara.

- Me puedes explicar, ¿Por qué te quieres escapar por un mes a otra ciudad sin decirme nada?- Exclamó la pelirroja quitando las cobijas que lo cubrían, dejándolo destapado y en pijama.

Había contestado por casualidad una llamada del celular de Shikamaru mientras éste dormía.

- No me voy a escapar... ¿Se puede saber cómo te enteraste de eso?- Preguntó el moreno incorporándose, hasta quedar sentado en la cama sin levantarse.

-Me llamo una mujer para que te diga el número del cuarto de hotel dónde te quedarías. - Dijo Tayuya con fastidio cruzando los brazos.

- ¿Y en qué cuarto me quedaré?

- ¡En el número 360 Imbécil!

- Si hay algo que más odio aparte de ver tu cara en las mañanas, es tu vulgar vocabulario. - Dijo Shikamaru levantándose de la cama con dirección al baño. El sueño se le había ido.

En el fondo estaba feliz; eran pocas veces al año que podía irse de viaje por motivos laborales.

Y lo mejor de los viajes de negocios... era que Tayuya no podía ir. Aunque haya descubierto su viaje, sus planes no iban a cambiar; iría sí o sí.

- Hablamos en la noche me tengo que ir a trabajar.- Dijo deshaciéndose de la parte superior de su pijama tirándola al piso antes de meterse al baño para ducharse.

- Claro, huye cobarde...- Pisó con rabia su pijama con uno de sus tacos antes de recoger la prenda y tirarla a la cama.

Tayuya sabía perfectamente los riesgos de que Shikamaru se vaya de viaje por más de una semana. Él podría conocer a otra mujer en su ausencia y terminar acostándose con ella.

De todas formas eso no le importaba; lo que no podía permitir es que él tenga un hijo con otra mujer...

Si eso llegara a pasar estaría acabada; ese niño podría reclamar toda la fortuna Nara dejándola a ella sin un centavo.

En estos cinco años de matrimonio aún no había podido procrear un heredero. Los rumores de que podía ser infértil o nada inspiradora en la cama sonaban cada vez más ciertos. Pero no era su culpa, ella hacía todo lo que estaba a su alcance para lograrlo, era culpa de su esposo. Shikamaru apenas la tocaba; a veces debía recurrir a actos muy bajos o emborracharlo a propósito para poder acostarse con él.

Lo más humillante es que aun haciendo todo eso no pudo lograrlo.

Había pensado en embarazarse de otro, pero eso era un riesgo demasiado grande y tenía mucho que perder. Si eso quedaba descubierto no sólo se divorciaría de Shikamaru, lo perdería todo; su reputación incluida.

Si él llegaba a tener un hijo con otra, sus padres apoyarían su divorcio con tal de que su nieto crezca en una familia.

Necesitaba tener un hijo; debía convertirse en la madre del futuro heredero de la fortuna Nara.

Enamorado De La Profesora (Shikatema)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora