Un beso bajo las estrellas © ✔️ [ BORRADOR 2023 ]

Capítulo 28

Los chicos se ofrecieron a llevarme la noche de la fiesta, pero preferí ir por mi cuenta con mamá.

Estaba sorprendentemente tranquila. Todo estaba saliendo bien, como quería, y en parte me asustaba un poco. Pero empezaba a aceptar la calma. A dejarla entrar.

Entré al salón con pasos seguros y la mirada en alto, acomodando mi vestido negro. Me daba miedo pegarme un tropezón con los tacos. Aunque no tenía puestas unas sandalias muy altas, no estaba tan acostumbrada, pero lo estaba manejando bastante bien.

Busqué a mis amigos entre la gente sin éxito, me quedé a un lado de la mesa de bocadillos y le envié un mensaje a Atticus para avisarle en donde me encontraba. Paseé mis ojos por la decoración, a gusto con toda ella. La iluminación, la zona de fotos, la alfombra de la entrada y los centros de mesa. Todo estaba tan bonito.

Agarré una frutilla y la metí debajo de la fuente de chocolate un rato. Podía pasar la noche ahí sin problemas. Justo cuando le di un mordisco, unas manos apretaron mis brazos, sacándome un grito de lo más profundo de mi garganta.

—¡Soy yo, soy yo! —chilló Vic.

—¡Por Dios, Victoria! —grité.

—Los chicos no deben tardar en llegar.

—¿No iban a venir juntos?

Noté la mueca que hacía.

—Se quedaron arreglando sus temas, ya sabes. Cosas de hermanos.

No sé qué fue lo que me hizo dudar, pero no me iba a arruinar la noche con suposiciones.

Fuimos a la barra, en donde me presentó algunos amigos suyos. Pedimos un par de tragos de nombres divertidos y luego nos fuimos a bailar. Nos divertimos juntas moviéndonos en la pista led al ritmo de las canciones de fondo.

En un pequeño descanso de tanto salto, reconocí el rostro de Atticus a unos metros de donde estaba yo. Sentí un alivio instantáneo recorrer cada centímetro de mi cuerpo.

Se veía tan malditamente lindo, y eso que todavía no lo tenía enfrente.

La rubia miró en la misma dirección, —¡Ah! Vamos antes de que se nos pierdan.

Nos metimos entre la gente para llegar a los chicos. Owen miró mal a Victoria pero no enojado, en broma.

—Te llamé como diez veces —indicó.

—Me colé en una fiesta. No me molestes. —Miró rápido al castaño, que observaba todo casi sin moverse. Como si sintiera el peso de su mirada, le sonrió.

—Todo bien —pronunció sin verla.

Ambos hermanos lo miraron intensamente.

En ocasiones como esa era cuando daba todo por saber en qué pensaba Atticus. Quería entrar a su cabeza y saber que sucedía ahi, porque cuando se quedaba callado era porque ella más lo atacaba.

—Deberíamos ir a divertirnos. —Vic volvió a hablar— A eso vinimos.

Owen la siguió, entonces se me cruzó que íbamos a ir todos por el mismo lado. A mitad del camino, perdida entre la gente, miré para atrás y noté que Atticus seguía en el mismo lugar. Volví sobre mis pasos sin dejar de verlo para no perderlo de vista. A medida que me acercaba, la sonrisa en su boca se ensanchaba.