Nunca tuve una mamá, nunca tuve un papá. Nunca tuve la muestra de un amor sano o de un cariño sincero. Era una huérfana desde mis tres años que se pasaba de orfanato en orfanato, de aquí para allá en hogar de acogida. Nadie se quedaba conmigo, ¿por qué nadie me quería? Todos decían que era rara, que se les dificultaba saber que pensaba. ¿Cómo me llamaban? A si, hubo una mujer que fue original, y me llamo "muñeca" por qué no expresaba casi nada. ¿Pero como voy a saber expresarme si nadie me permitía confiar en él o ella?
Me cansé de querer encontrar cariño y amor, por lo que empecé a dejar que me hostigaran y maltrataran los demás niños, ¿era eso lo que merecía?
Cuando él me ofreció la mano después de incendiar el orfanato y encontrarme entre tanta niebla creada, cuando me dijo: "ahora estarás bajo mi protección" creí que a mis siete años había encontrado un padre por fin.
Que errada estaba, pero ese sujeto era lo más cercano a una figura paternal fija.
"—Ella será tu hermana ahora. Cuídense entre ustedes. La sociedad odia a los inadaptados, así que hagan que ellos se adapten a ustedes."
Creí que por fin tendría un hermano mayor que me cuidaría, un hermano que me querría, pero no fue así. Con los siguientes años el pálido me demostró que él no me consideraba ni me consideraría parte de su familia.
Envidia, eso pude captar en sus ojos cuando él nos dejó solos en lo que sería mi nuevo hogar.
Y mis días pasaron en soledad, al menos ya no me maltrataban... Pero continuaba sintiéndome sola, muy sola.
Pero esa tarde lo cambio todo... ¿Cuántos años tendría ya? Creo que rondaba por mis diez u once años.
Shigaraki, quién me obligó a llamarlo de cualquier forma menos por su nombre, tenía su cuarto a lado del mío.
Sin saber que hacía, salí del mío y camine hasta el de él. No estaría mal si durmiera con mi hermano durante la tormenta que azotaba mi ventana con fuerza, ¿cierto?
Abrí la puerta con sigilo y entre, lo vi entre sus sábanas, durmiendo tan tranquilo, no se veía el chico hostil que me veía con desdén durante el día.
Me senté despacito en la orilla de su cama y empecé a reposar mi cuerpo lentamente entre las sábanas intentando no despertarlo, pero un fuerte trueno seguido de un deslumbrante relámpago me hizo gritar, y al siguiente segundo, el estaba con su mano en mi cuello, amenazando con frialdad en sus ojos el desintegrarme.
—¿Que haces aquí?— su ronca y áspera voz me hizo soltar balbuceos
—Tor-tormenta...— hablé con dificultad
—No me importa, largo.— y fue soltando mi cuello poco a poco
Otro trueno que hizo vibrar los vidrios me hizo saltar a sus brazos sin pensarlo dos veces. En este tipo de noches... Les gustaba sacarme al balcón y dejarme ahí toda la tormenta. Decían que cuando gritaba de miedo era el único momento que mostraba expresiones, así que a los niños les gustaba verme aterrada.
—¡No! ¡Tengo miedo!— grite contra su pecho
—¡No me interesa!— me empujó y caí en su cama, indefensa
—Hago cualquier cosa, no me dejes sola.— suplique casi entre lágrimas
Quedó estático... Y lo siguiente que vi fue como se acercó veloz y junto nuestros labios. ¿Que era? Era un beso, un beso quieto, que se fue moviendo lento y suave en un principio.
—Her-hermano...
—Mi nombre...— se despegó por una brevedad de mí —Puedes decirlo solamente cuando hagamos esto.— y nos volvimos a juntar
¿Era esto una muestra de cariño por fin? ¿Una muestra de interés y atención? Eso creía, así que le seguí por el resto de la noche.
Así fue tomado mi primer e inesperado beso, y así comenzó lo que más adelante sería casi una tortura para mí corazón.
Ambos éramos jóvenes y hormonales, no fue hasta mucho tiempo después que me enteré de las razones tras sus actos... Acciones que solo complicaron mi relación con Bakugō. Con mi querido héroe.
Fin de la parte 1.
Esto apenas se prende...
Espero que les este gustando la historia, cualquier cosa o sugerencia me la podés comentar o por dm con toda confianza ^^ así me ayudas a crecer.Liianshi se despide ¡Sayonara!
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Porque soy tu fan. [Bakugō Katsuki × Oc] LIBRO 1.
FanfictionLa salvó unas cuantas veces y la mayoría fue básicamente por accidente. Pero eso fue suficiente para que se volviera su fan. No importaba que Bakugō aún no fuera un héroe, que fuera un estudiante, o que pudiera ser brusco y explosivo; no, nada de...