F [falsas esperanzas]

408 46 63
                                    

Termine de hacer las anotaciones en mi libreta. Mi letra nunca había sido la mejor, pero al menos era legible y las ideas estaban organizadas decentemente.

—Perfecto.— solté satisfecha dándole un vistazo general a la hoja y sonreí ansiosa por lo que venía.

—Pulgosa.— y justo cuando comenzaba a practicar en mi cabeza lo que te diría, tú llegaste a mi lado, asustandome levemente al no oírte llegar

—¡Ah, maldición! Bakugō, has  algún ruido, casi me das un infarto.— cerré la libreta de golpe que casi había salido volando por los aires

—No me importa, ¿qué tienes ahí?— señalaste con tu cabeza la libreta negra que tenía en mis manos

—Quiero proponerte algo, acompáñame a un sitio.— sonreí levemente apretando la libreta en mis manos algo sudorosas y comencé a caminar con esa sonrisa en mi rostro

—¿Qué planeas, pulga?

—Tu ascenso— «descenso» —a héroe.— no tengo ni idea cómo podía estar sonriendo en esos momentos

La conciencia me atormentaba, y eso que todavía estaba iniciando el plan. Si así estaba en ese tiempo, entonces ¿cómo terminaría al verte transformado en un maniaco odiando a los héroes, a la sociedad y odiandome también?

Caminamos un rato más en silencio. Llegando a mitad de camino ya no pudiste aguantar silencio, me jalaste de mi muñeca y me detuviste con brusquedad.

—Deja de hacerte la interesante. Suelta que rayos quieres.— ordenaste apretando un poco más mi muñeca

—No lo hago, es solo que... Ay... ¿Pu-puedes soltar mi muñeca? me lastimas...— me queje expresando un poco de dolor en mi rostro y tu agarre se aflojó, pero no me dejaste

—Habla.— ordenaste alzando tu mentón

—No puedo, esto te lo tengo que explicar en un lugar tranquilo, solo se paciente ¿sí?

—¡Que hables, maldición!

—Mira, no abriré la boca hasta que no lleguemos a...——

No pude terminar de hablar porque tomaste mi cara bruscamente con ambas manos; pasaste un pulgar por mi labios y me susurraste con voz ronca: — Más te vale soltar la sopa ahora sí no quieres que reviente está rebelde boquita tuya...— una provocadora sonrisa coqueta en tu boca se dibujo al sentir mi rostro caliente en la palma de tus manos y observar como mis ojos solo expresaban vergüenza por tu cercanía

—Jaja, si me la reventaras ya no tendrías quien narre tus peleas en tu canal de Youtube.— sonreí traviesa como una niña intentando ahuyentar la emoción que brotó al tenerte así tan cerca mío

—¿Ah?— frunciste el ceño y me soltaste sin cuidado, pero no te alejaste —Explicate, y más vale que no digas estupideces, tengo pendiente entrenar con Kirishima.

—¡Bingo! ¡Podemos comenzar hoy mismo!— solté emocionada, pero tu cara de confusión y desespero me hizo entender que debía aclararme mejor — Bakugō, ¿Qué te parece... abrirte un canal en Youtube donde subas tus peleas y entrenamientos?— pregunté jugando con mis manos

«Tienes que aceptar, vamos, hazlo...»

Pero que estupidez. Camina y no pierdas el tiempo.— avanzaste chocando hombros conmigo, ignorando mi propuesta

—E-eh... No, ¡espera! ¡Piénsalo!— me gire veloz a alcanzarte tomandote de la manga de tu camiseta blanca —¡Puedo hacer crecer tu fama desde ya y forjar tu futuro como... — «villano...» —... cómo....— «bestia», trague saliva mientras mi mirada pérdida en tu rostro buscaba hacer reaccionar a mi mente que no dejaba de atormentarme —... Como héroe...— susurré y deje caer mi mano

Porque soy tu fan. [Bakugō Katsuki × Oc]  LIBRO 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora