T [tiempo compartido]

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Suspiraba algo agotada del día, como casi todos. Me encaminaba a la salida a paso veloz, Bakugō, tú me esperabas en la puerta, podía verte apoyado en el muro de la escuela, capturando miradas alrededor, tan llamativo como siempre... Pero está vez para mí mala suerte.

-¡Hey! ¡Escamosa, alto ahí!- el gritó de Kime me hizo sobresaltar y girar mi cabeza con temor -¡Inútil holgazana!- reaccione tarde, porque me pateo con fuerza las rodillas, haciendo que cayera sobre ellas sintiendo una tremenda punzada de dolor

-¿Ahora que hice?- le pregunté con mi voz demostrando algo de dolor, intentando pararme de nuevo, pero solo recibiendo otra patada está vez en mi trasero que me volvió a tirar, raspandome ahora mis manos

-¡¿Sabes por qué me llamo el profesor?! ¿¡Eh!? ¡¿Lo sabes?! ¡Ja! Claro que lo sabes, ¡fuiste una maldita chillona acusona!- me tomo por sorpresa una vez más y me pateo con fuerza el brazo que tenía apoyado en el polvoriento suelo, terminando de tirarme y provocando que me diera un golpe en la cabeza

-¡Para!- le grite furiosa -¡Yo no lo hice!- me defendí por fin con palabras -¡Y aún si lo hubiera hecho creo que tendría todo el maldito derecho!

Nunca los acuse, nunca me queje, porque la unica vez que lo hice fingieron que eran mis amigos cuando nos presentamos ante el profesor, se disculparon falsamente y el acoso solo fue peor y más crudo.

-¿Qué no lo hiciste? Ja! No veo que alguien más quisiera ayudar a una pobre rata abandonada. ¡Eres una simple marginada que no le importa a nadie!-

-Kime, basta.- una voz firme la llamo desde atrás y fue avanzando a nosotras

Girēn apareció detrás de la chica alta que me atacaba. Me dio un vistazo en el suelo y luego se volteó a ella.

-Yo fui quién le dijo al profesor.

-¿Qué?- dijimos al unísono incrédulas

-Esta vez te pasaste.- dijo seco

«¿Girēn... Defendiendome? ¿Que le pasa?»

-Tú no lo hiciste.- asegure viéndolo casi atónita

-¿Eh?- frunció el labio sin entenderme

-No, tu nunca me ayudaste, nunca te importe, ¿por qué rayos ahora me ayudarías ahora?- cuestione sin creerle para nada

-¿Importa?

-Claro que si importa. O sea, se que antes sabías que me gustabas, pero eso fue hace mucho, y yo siempre te desagrade ¿Qué te pasa ahora?- realmente, en ese momento no entendía nada

-Creí que te gustaba, ¿que te pasa, idiota?- Kime le hizo verla dándole un jalón fuerte en su manga, molesta porque la dejamos de lado por un momento

-¿Y qué si ya no?- parecía firme, convencido y que lo decía enserio, y por un breve momento me volví a ilusionar con él

-¿¡Ah!? ¡¿Y quién te gusta ahora?! ¿¡La escamosa?!- gritó exigiendo respuestas mientras lo tomaba del cuello con brusquedad

-¿Si te digo que sí, te callaras?

Mi corazón se detuvo. Sentí miedo, emoción y a la vez esa vocecita que me decía que no me ilusionase porque no parecía real. Conviví muy poco con Girēn como para que le fuera a gustar después de tanto tiempo y de tantas burlas y desprecios de su parte como para que ahora viniera a creerle que le gustaba. Aquí hay algo más...

-Mientes.- afirme con el ceño levemente fruncido

-¡Maldita perra!- Kime se exaltó ante la ¿confesión? del castaño, se acercó para tomarme del cuello y justo cuando estaba por detener su mano antes de abofetearme, una fuerte explosión abrió brecha entre nosotras, una explosión que la hizo caer de trasero asustada

Porque soy tu fan. [Bakugō Katsuki × Oc]  LIBRO 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora