Y [ya no más...]

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Dedicado a esta personita de aquí → ali_mailuCS
Gracias por tu apoyo querida
(。・ω・。)ノ♡

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Llegué corriendo de nuevo hasta la UA. Me había atrasado esa vez con la preparación y rogaba por qué me estuvieras esperando aún y no te molestaras.

Sin aliento, me apoye sobre mis rodillas y recupere el aire, pero justo cuando estaba por emprender mi carrera para llegar a tu escuela que solo estaba ya a una cuadra, vi tus zapatos llegar y quedarse frente a mí. Alce la vista y ahí estabas, con tu ceño fruncido como siempre y tú expresión de querer matarme por retrasarme.

—¡¿Por qué siempre llegas tarde a dónde quiera, fea?!— gritaste al enderezarme

—Perdón... La comida... No estaba y...— intentaba recuperar el aire aún cuando me arrebataste la caja de almuerzo de mi mano

—Espero que esté bueno entonces.— me interrumpiste viendo la caja en tus manos envuelta con la servilleta de siempre, te veías pensativo.

—¡Te gustará! Estoy segura, y hoy le agregué un pequeño detalle.— hablé emocionada y confiada —Espero te agrade, jeje — reí traviesa, daría lo que fuera por ver tu expresión cuando abrieras la cajita

—¿Que planeas ahora, pulgosa? Dime, ¿desaparecieron las molestas pulgas de tu vida?— me viste con sospecha revolviendome el pelo sin delicadeza, despeinando aún más mi intento de peinado

¿En qué momento acariciarme la cabeza se volvió un hábito tuyo? No lo sé, pero me encantaba cuando lo hacías.

—¡Hey! Suelta.— me queje falsamente din poder evitar una corta risa tomando tu muñeca para detenerme, pero me congelé al ver qué estaba tomando tu mano

—Ja, ¿nunca habías tomado la mano de un hombre?— te burlaste pero no te arrebataste, y yo no te solté tampoco

—Hujum, es bastante cálida.— confesé sin darme cuenta, viendo tu gran mano a diferencia de la mía, y como si estuviera atrapada por mis pensamientos, extendí tu mano y las junte, me llevabas una cuarta parte para que estuvieran iguales.

Nunca tome las manos del hermano mayor, nunca quiso que lo hiciera, ni siquiera durante sus besos, decía que me haría daño si lo hacía. Pero las manos de Bakugō Katsuki... Tus manos resultaban agradables a mi tacto, grandes y hasta protectoras, cálidas como tu abrazo, y extrañamente, como lo podían llegar a ser tus palabras.

—¿Ter-terminaste?— tartamudeaste llamando mi atención

Levanté mi mirada de nuestras manos a tu rostro... Estabas colorado, desviando tu mirada apenas hizo contacto con la mía por un segundo. Fue un lindo regalo para iniciar aquella mañana.

—Si, perdón senpai.— me disculpé algo sonrojada pero no arrepentida, me habías llenado de energías para el resto del día

Despegue mi mano de la tuya con lentitud, y tú no la apartaste hasta que las yemas de mis dedos dejaron las tuyas.

Porque soy tu fan. [Bakugō Katsuki × Oc]  LIBRO 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora