El fin

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Jimin había tomado una decisión y después de hablar con sus padres, al fin quiso llamar a su novio para poder verlo y contarle lo que estaba pasando; muy en el fondo tenía miedo de que esto hiciera que su relación terminara; sin embargo, era su futuro, su sueño y no podía detenerse por conservar una relación que de igual manera no estaba seguro de que fuera para siempre. 

Cinco veces llamó a Jungkook y las cinco veces la llamada fue desviada al buzón de voz, ¿estaría enojado?, pensó el rubio; así que un poco preocupado tomó las llaves de su auto, una sudadera y salió de su casa. Si Jungkook no contestaba él iría a buscarlo, necesitaba hablar con él y decirle todo, pues en tan solo tres semanas debía marcharse y no sabía cuándo iba a regresar.

Llegó al edificio en el que vivía el pelinegro, estacionó su auto cerca de la entrada y cuando se disponía a bajar de este la figura de dos chicos caminando juntos le llamó la atención; desde lejos eran dos siluetas que posiblemente no se distinguían bien, pero él era Park Jimin y reconocería esas dos figuras incluso si estuviesen a kilómetros, pues se trataba de su mejor amigo y su novio. ¿Qué hacían juntos? ¿Desde cuándo se frecuentaban?, movido por un impulso salió del auto y caminó hacía ellos; una vez que se acercó, como si Taehyung no existiera corrió hacia Jungkook y envolviendo sus brazos en el cuello del menor lo acercó besándolo posesivamente en los labios.

-¿Dónde estabas?- preguntó aún abrazándolo.

Jungkook volvió su mirada hacia Taehyung y vio en s rostro una pizca de ¿celos? no, debía estar imaginando cosas ya.

-Eso es lo que deberíamos preguntar nosotros- habló Tae -Jungkook trató de localizarte desde ayer y como no aparecías me llamó- concluyó Tae con un poco de molestia en su voz que no pasó desapercibida para ninguno.

-Yo lo siento Kook, no quise preocuparte- dijo el rubio con una mirada triste.

Jungkook lo tomó de la cintura atrayendo al mayor hacia él, era una costumbre que con los meses juntos había adquirido; le dio un beso en la mejilla y le susurró un no te preocupes. Luego de unos minutos Taehyung veía como su mejor amigo y el hombre que amaba se iban y lo dejaban solo, siempre quedaba solo, pensó; pero sabía que ellos tenían muchas cosas de que hablar y además él era simplemente un amigo al que todos recurrían cuando tenían problemas, lo que él sintiera no importaba; así que regresó a su casa, se metió entre las sábanas de su cama y lloró una vez más sintiéndose solo, estando solo.

Jimin y Jungkook caminaban por la ciudad iluminada, iban en silencio pues el mayor no sabía por donde empezar, tenía tanto que decir pero tanto miedo de lo que iba a pasar, que hasta que llegaron a un pequeño parque donde se sentaron se decidió y rompió el silencio.

-Jungkookie- dijo captando la atención del pelinegro -lo siento por perderme así, de verdad lo siento, es que tenía muchas cosas que pensar- prosiguió.

-¿Qué cosas?- preguntó extrañado el menor.

Jimin cerró los ojos y tomó una fuerte respiración, debía contarle todo y lo haría ahora pues sabía que el tiempo pasaba muy rápido y el momento de irse llegaría pronto, así que con el corazón queriendo salirse de su pecho se volvió hacia su novio y se lo dijo todo.

-Jungkook, mi amor, sabes que desde niño mi mayor sueño ha sido convertirme en un bailarín profesional y poder triunfar en los mejores escenarios- el menor solo asintió -pues ayer por la mañana recibí una llamada del Instituto de Bellas Artes de Londres y me pidieron reunirme con ellos-

-Eso es genial, Jimin. ¿Cuándo te reúnes?- interrumpió Jungkook emocionado.

-Ese es el asunto Kook, que ya me reuní con ellos- dijo Jimin, una mirada confusa se instaló en los ojos de Jungkook -me ofrecieron una beca para irme a estudiar allá por tres años, es una beca completa- finalizó respirando por fin.

¿Amistad o amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora