Atardecer

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Taehyung se removió en la cama un poco desorientado, medio dormido no lograba ubicar en dónde se encontraba, abrió sus ojos y contempló todo a su alrededor los recuerdos llegando a su mente de inmediato volteó su rostro y se encontró con lo que para él sería la encarnación de los mismos ángeles, JungKook se encontraba profundamente dormido a su lado, los cabellos negros caían sobre su rostro, su boca entre abierta y una expresión de calma y tranquilidad se reflejaba en su cara. El castaño se volvió de costado y observó a su menor mientras dormía, de pronto este se removió y abrió sus ojos, esos ojos negros que reflejaban las estrellas. 

El pelinegro sonrió algo adorlmilado y una corriente eléctrica recorrió la columna vertebral de Taehyung, esa sonrisa era tan hermosa.

-Buenos días Tae- dijo el menor.

-Buenos días Jungkook- contestó Tae.

-Espero que hayas dormido bien y no haberte incomodado por la noche- dijo mientras se sentaba en la cama.

-Dormí bien, no te preocupes- contestó el castaño -más bien espero no haberte molestado yo- le dijo.

Jungkook sonrió y se levantó caminando hasta el baño, lavó su cara, sus dientes y salió de la habitación no sin antes decirle a Tae que lo esperaba para desayunar.  Era el primer día de sus vacaciones y este día llegaría a casa su primo junto a la pareja de este. Jungkook era el menor de su familia y era el más consentido de todos, su hermano mayor estaba casado y vivía en el extranjero así que desde siempre había visto a su primo como si fuese un hermano, aunque Seok-Jin era un poco mayor que él, esto nunca había importado y ambos eran inseparables, cuando Jin se fue a la Universidad aun se mantuvieron en contacto, pues Jin era ese tipo de personas que nunca te dejan solo aunque esté a miles de kilómetros.

Cuando Taehyung bajó a desayunar escuchó unas risas que podían contagiar a cualquier persona, un poco inseguro entró en el comedor y se encontró con que junto a Jungkook y su madre habían dos chicos, uno reía como si una pluma invisible le hiciera cosquillas y el otro solo se limitaba a observarlo con una sonrisa y ojos enamorados en su rostro.

-Buenos días- saludó algo tímido, pues nunca había sido bueno para los extraños.

-¡Tae!- dijo Jungkook, las risas cesaron y la atención de los dos chicos extraños se dirigió hacia el recién llegado.

-Siéntate aquí- le señaló Kook una silla junto a él. Taehyung se acercó y tomó asiento.

-Buenos días Taehyung, dormiste bien- dijo la mamá de Jungkook.

-Sí, gracias por su hospitalidad- contestó este.

-¿Y este modelo, quién es?- preguntó Jin observando a su primo con una mirada picara.

Tae sintió su rostro teñirse de un rojo en sus mejillas, el novio de Jin le pellizcó el brazo llamándole la atención y la madre de Kook río; y es que así era Jin sin filtro, siempre decía lo que pensaba y a veces era algo indiscreto, pero sin duda era el mejor amigo que alguien pudiese tener.

-Él es Taehyung- dijo el menor de todos -es un amigo de la Universidad que vino a  pasar las vacaciones con nosotros- finalizó.

-Mucho gusto, soy Seok-Jin, pero puedes llamarme solo Jin- dijo este con una sonrisa genuina en su rostro -y este adonis sentado junto a mí es mi novio Namjoon, aunque puedes decirle Nam- agregó. Nam con una mirada entre vergüenza y disculpa hizo una reverencia en señal de saludo.

-Mucho gusto, Tae- le dijo al menor -no te preocupes por Jin él es así, pero es la persona más dulce que conozco- agregó con una sonrisa.

-Un placer conocerlos a ambos- dijo Tae haciendo una reverencia.

¿Amistad o amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora