Novios

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Jimin y JungKook se encontraban sentados en aquel parque con sus manos entrelazadas y miles de pensamientos y emociones dentro de sí mismos. ¿Qué había pasado? ¿Era esto un sueño? Se preguntaban ambos en su interior, pero ninguno se atrevía a quebrar ese silencio que después del beso, que ambos habían compartido, se instaló entre ellos.

-Entonces- fue Jimin quien rompió esa burbuja silenciosa pero cómoda -Ahora que sabemos lo que sentimos, mmmm- dudó un poco. Kook lo miraba atento y con un gesto lo instó a continuar. -Mmm estemos juntos- dijo al fin -Como novios- terminó Jimin, sus mejillas de un rojo bastante notorio.

Jungkook sonrió y pasando una mano por la mejilla del mayor se acercó y besó tiernamente sus labios -Sí, seamos novios- afirmó con una sonrisa mientras unía una vez más sus labios en un beso que transmitía cada uno de los sentimientos compartidos.

Suga y Hobi esperaban a sus amigos en el restaurante que habían acordado encontrarse, pasaban quince minutos de la hora pactada y no había señales de ninguno de ellos. Ambos amigos ya se encontraban bastante impacientes, pues esa no era su mejor virtud. Estaban a punto de marcharse y mandar a los tres amigos restantes al demonio cuando vieron a Jimin y JungKook acercarse, algo en las expresiones de su cuerpo era diferente y los dos amigos lo notaron.

-¿Qué pasa con ustedes?- fue lo primero que preguntó Hobi cuando estos llegaron a la mesa. Ambos chicos se miraron entre sí y un sonrojo se hizo presente en sus mejillas.

-Pues nada- contesto Jimin -solo que Kookie y yo estamos juntos- afirmó mientras tomaba la mano del ahora su novio. Suga y Hobi se miraron entre sí sorprendidos por la noticia pero de inmediato felicitaron a la pareja mostrando lo felices que estaban por ambos.

-¿Saben algo de Tae?- preguntó al fin Suga, un poco extrañado, pues hacía más de media hora este había recibido un mensaje del castaño diciéndole que ya se encontraba cerca del centro comercial.

-No- respondieron los tres al unísono.

-Tanta falta les hago, que no han ordenado todavía- dijo aquella voz ronca detrás de Hobi. Todos volvieron su vista a un Taehyung sonriente que llegaba, según ellos un poco apresurado.

-Hace media hora que esperamos Tae- le reclamó Suga.

-No es mi culpa- se excusó Tae -cuando venía de camino tuve un pequeño percance pero ya todo está bien- agregó.

-Por Dios Tae, qué percance te pasó para que tardarás media hora- le reclamó Jimin.

-Digamos que tuve que arreglar algo que se estaba rompiendo- dijo este mientras clavaba su mirada en la linda pareja que tenía frente a él.

-Bueno, bueno- interrumpió Hobi -lo importante es que estamos aquí y vamos a disfrutar la noche-

Y así fue todos ordenaron una buena cantidad de comida, comieron y salieron del restaurante, fueron al cine, comieron helado en el parque; se divirtieron y al final de la noche cada uno regresó a su casa. Tae y Suga se fueron juntos pues vivían en el mismo barrio; Hobi se fue por su cuenta y Jimin junto con JungKook decidieron caminar hasta la casa del menor, pues querían pasar más tiempo juntos.

Como era ya muy de noche Jimin y Kook caminaban tomados de la mano observando las luces de la ciudad y disfrutando de la compañía del otro, era un silencio cómodo, un silencio que decía miles de palabras y que envolvía muchos sentimientos. Cuando llegaron a la casa del menor ninguno de los dos quería separarse.

-Es hora de que entres a casa y descanses- le dijo Jimin, sus ojos fijos en el más joven.

-Sí- respondió JungKook con una  sonrisa.

-Nos vemos el lunes en la Universidad- continuó Jimin acercándose despacio y tomando ambas manos de Kook.

-¿Podríamos ir juntos?- preguntó el pelinegro.

-Claro, sí, por supuesto- respondió Jimin un poco emocionado y con una sonrisa que convertía sus ojos en dos hermosas medialunas.

El silencio nuevamente los envolvió mientras ambos poco a poco se iban acercando, sus respiraciones mezclándose, sus corazones latiendo como uno solo, los dos queriendo alcanzar los labios del otro. Un paso más y sus labios se juntaron moviéndose en esa hermosa danza que hacía a los dos creer que todo era perfecto, que ellos eran perfectos; una danza al ritmo de dos corazones que latían cada vez más fuerte y más rápido.

El lunes llegó en un abrir y cerrar de ojos, una nueva semana iniciaba, una nueva aventura o tortura. Kim Taehyung había pasado el domingo en su habitación jugando a los videojuegos y apartado del mundo, pues debía a toda costa olvidar y enterrar aquellos sentimientos que no le harían nada bien. Llegó a la Universidad más temprano que de costumbre y en lugar de esperar a los demás como siempre, se fue directamente hacia su primera clase del día, no habló con nadie, no respondió los mensajes de Hobi, ni mucho menos las llamadas de Jimin; estaba encerrado en sí mismo y la llave la había lanzado al río tal cual lo había hecho hace tres años atrás.

Jimin, Hobi y Suga esperaban sentados en su ya característica mesa de la cafetería, era la hora del almuerzo y ni JungKook ni Tae aparecían. El primero porque su profesor los dejó terminando un proyecto y el segundo porque no quería presenciar como su mejor amigo y el chico que le gustaba se demostraban amor; así que había decidido ir al estudio de fotografía para pasar el tiempo.

JungKook se encontraba concentrado editando unas fotos y enviándolas a sus compañeros, por lo tanto no se percató de la presencia de otra persona en el estudio, así que cuando escuchó una voz ronca y profunda que le saludó, se sobresaltó un poco.

-¡Hola JubgKook!- dijo Taehyung arrepintiéndose de haber ido ahí.

-¿¡Taehyung!?- le contestó el menor un poco sobresaltado -¿Dónde has estado? Todos estaban preocupados por ti en la mañana- le dijo mientras lo observaba.

-Solo estaba en la clase, tenía cosas que hacer- contestó Tae restándole importancia.

-¿Qué haces aquí?¿Por qué no estás comiendo con los demás? Le preguntó.

-Son muchas preguntas JungKook- le dijo el castaño un poco incómodo.

Kook se quedó mirándolo durante un instante y algo en su expresión y mirada le dio a entender que era mejor no seguir cavando en el tema, así que decidió que era mejor no seguir con aquel interrogatorio.

-Puedes ayudarme con estas fotos- habló JungKook -Eres muy bueno en esto y debo terminarlas para enviárselas mis compañeros- prosiguió.

Taehyung quiso negarse y salir de ahí pero todo su interior no obedeció, al contrario con un asentamiento de cabeza tomó una silla y la colocó junto al menor, descubriendo así su debilidad más grande y contra la que tendría que luchar de ahora en adelante.

Las horas pasaron y ambos chicos por fin terminaron de editar y enviar las fotos.

-Quieres ir por algo de comer Tae- preguntó JungKook pues su estómago rugía con fuerza.

Taehyung lo dudó por un momento, sabía que probablemente esto era una muy mala idea, pero cada vez que estaba cerca del menor más le gustaba estar con él y más cómodo se sentía así que enterrando esos pensamientos con una sonrisa en el rostro hizo una gesto de afirmación, tomó sus cosas y salió del estudio junto al menor.

Y probablemente la razón era certera y aquello había sido muy mala idea, pero qué puedes hacer cuando lo único que deseas es estar con esa persona, sentir su compañía, aunque cada uno de tus sentidos te grite peligro; pero por esta vez, solo por esta vez se dejó llevar por el corazón y no por la razón, ya después enterraría los sentimientos y curaría sus heridas.

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¿Amistad o amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora