Amantes En Secreto [Aizawa X Tu]

Cap. 7

Aizawa~

La noche estaba siendo alumbrada por la luna llena, las luces de la ciudad daban tranquilidad al lugar mostrando el pacifico mormullo de la calle haciendo eco por las calles. Todo parecía estar en total tranquilidad, relajo mi postura observando todo desde el techo de un edificio no muy alto.

Una figura oscura llama mi atención saltando de techo en techo sin siquiera detenerse y sin preocupación de lastimarse, suspiro antes de emprender mi persecución. Al poco tiempo de seguir la sombra, logro ver su traje oscuro y unas botas de tacón largas, a esta altura ya sabía quién era, tomo mi bufanda para detenerla y comenzar con el interrogatorio, lanzo un extremo de mi bufanda con fuerza y antes de que siquiera le toque logra esquivarla sin dificultad, la toma con fuerza jalándome hacia ella.

-Vaya, vaya, mira quien tenemos aquí- su tono de burla me empuja con fuerza hacia ella-¿Qué te trae por aquí, Cariño?-sus labios estaban teñidos de un rojo intenso, sin dudarlo me muestra una sonrisa divertida. Le arrebato la bufanda con coraje

-No me llames así- Levanta sus hombros sin darle importancia a la situación –Ya sabes que hago aquí ¿no?- veo como se sienta en uno de los bordes del edificio dirigiendo su mirada a la ciudad

-No sé de qué hablas- menea sus pies como si fuera una niña pequeña- Últimamente he tenido tantos trabajos que no se a lo que te refieres-

-No quieres hacerte la tonta ahora, sabes que me refiero a las empleadas tratadas de blancas- lo digo casi entre dientes al ver su poca importancia que le pone a la situación

-Oh. Eso- enciende un cigarro y vuelve su mirada a la ciudad- Fui yo ¿algún problema?-

-Sabes perfectamente que lo hay, esto se lleva una investigación y tiempo para mostrar su culpabilidad- comienza a reír

-¿Y ver como meten a otra persona inocente a la cárcel? No gracias- pone el cigarro entre sus labios- Sabias que cada vez que lo encarcelaron metían a un inocente para su libertad? ¿No, verdad?... No esperare de brazos cruzados como el gobierno le conviene algo o no, la justicia no es justa en ninguna parte- me miro- No quiero hablar más del tema- soltó sin importancia

-Eres muy altanera, recuerda que ahora no aplica el contrato Puedo arrestarte- afirmo con seguridad, ella se levanta de su lugar y pone sus muñecas enfrente de mí

-Adelante, no tengo todo el día- afirmo con el cigarro en la boca- No tengo nada que perder-

La empujo un poco con enojo apartándola de mi viendo como chocaba con el borde del edificio, solo comenzó a reír y se volvió a sentar, hizo una seña a un lado de ella indicándome que me sentara con ella, intento buscar alguna trampa en mi mente, pero parece que no tenía esas intenciones así que me limite a hacerle caso.

-¿fumas?-pregunto mientras me ofrecía su cigarro, lo acepto mientras veo sus ojeras más marcadas que la última vez que la vi

-¿Cómo lo mataste?- pregunto sin titubear

-Creo que es lo que menos importa, ya está muerto- su vista nunca la dirigió a mi persona

-¿Qué estás haciendo tan noche?- termino el cigarro para apagarlo

-¿Eres mi marido o algo así?- la escucho suspirar al no tener una respuesta mía- Bueno tengo que distraer al enemigo, pero ya estoy algo harta- dirigió su mirada a mis ojos- ¿y tú? Creo que me estabas buscando ¿no?- me sonríe

-Sí, tenía la duda-

-La duda de si era la que había matado al mercadero ¿no?- asiento a su pregunta- ya lo sabía, desde que me comenzaste a seguir y me tenías a 2 edificios de distancia supuse que era yo tu objetivo- se quita los lentes protectores y los deja a un lado de ella, se para y por alguna cosa se comienza a desvestir

-¿Qué mierda?- aparto mi mirada de ella

-Me iré a casa, pero no con esta ropa- afirmo mientras escuchaba como se despojaba de su ropa- Aparte después de esa noche no creo que no hay nada que no hayas visto- comenzó a reír- o tal vez iré por unos tragos, después de todo es fin de semana ¿No vienes?- escucho su invitación y esta vez vuelvo mi mirada hacia ella notando que tenía un vestido casual sin quitarse sus brazaletes de oro y una mochila ¿de dónde mierda saco eso?

-No puedo dejarte tan fácil sabiendo que estás trabajando- afirmo levantándome y dirigiéndome a ella

-Bien, vamos antes de que se haga más tarde- camino detrás de ella

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-Tus manos están heladas-suelta un gemido cuando toco sus pechos con ambas manos

La tenia contra la ventana de la sala que daba a la calle, era un edificio alto y solo podíamos ver los autos muy lejanos, estábamos completamente bañados en sudor. Por algún motivo nuestra piel pedía a gritos que estuviéramos juntos como si no nos volveríamos a ver por mucho tiempo. Las embestidas eran suaves y constantes intentando no perder el ritmo de la situación.

-Derrítelas con tu calor, Linda- muerdo con suavidad el lóbulo de su oreja escuchando un suave gemido por su parte –Ahora dime ¿Quién tiene el control?- tomo su cabello jalándolo hacia mi para escuchar claramente su respuesta

-Tu- sus gemidos incrementan al compás del vaivén de mis embestidas –No pares por favor- sus suplicas eran melodías para mis oídos

-Creo que ya estas entendiendo, Gatita-la tomo del cuello haciendo más profundo nuestro acto

Con mi mano libre comienzo a recorrer su cuerpo a la vista de la luz tenue de la luna, siento como se contrae al pasar mis dedos por su espalda con suavidad mientras su piel se eriza

-Vamos Cariño, no me digas que vas a acabar- no la dejo responder aumentando mis embestidas- Si terminas antes que yo tendrás un castigo- muerdo su cuello después de decirle eso en el oído

Siento como comienza a temblar entre mis brazos y a contraerse mientras se corre por tercera vez, al terminar se separa un poco de mi resbalando entre el vidrio hasta hincarse en el suelo sin dejar de temblar. Suspiro con pesadez antes de tomar mi bufanda del suelo.

-Te lo advertí, Linda pero- alargo la bufanda entre mis manos- esta vez no permitiré que te vayas tan fácil por la mañana- miro su cara extasiada de placer y mostrando una pisca de miedo entre todas las emociones recientes- Tranquila Cariño, no lo veas como un castigo, velo como una bendición a tu cuerpo- sonrió con malicia antes de amarrarla con mi bufanda

Esta noche será más que divertida