Amantes En Secreto [Aizawa X Tu]

Cap. 19

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Los días habían pasado más rápido de lo que hubiera pensado y aunque tenía mis dudas de dejarlo merodear por mi departamento, no podía simplemente negarle hacer lo que sea si en primera yo fui la que la obligo a que se quedara aquí sin escuchar sus quejas. Desde el otro día que lo deje con la palabra en la boca no volvimos a tocar ese tema y ningún otro, solo hablamos lo básico, ya sea para tomar su pulso, saludarnos o preguntar por cómo se ha sentido. Le llevaba la comida y aunque ya puede caminar gracias al tratamiento parece ser algo orgulloso puesto a que nomás da vueltas por toda la casa inspeccionando las cosas y tengo más que en cuenta su aburrimiento casi todo el tiempo.

No quería meterme mucho con él, si es que realmente no se siente seguro con mi presencia, pero tenía varias preguntas que quisiera que me contestara lo más rápido posible. Era la primera vez que de mi parte respetara la privacidad de otra persona y aunque tengo demasiado trabajo acumulado no podía simplemente dejarlo a su suerte, oh bueno, esa es la excusa que ponía desde un principio, puesto a que comience a alejar todo de mí, desde dejar misiones en proceso en el completo olvido hasta prohibir el simple hecho de que Cris no pudiera entrar aquí, cambiando cerrojos y cambiar la contraseña de mis camaradas de seguridad. Estoy perdiendo la cabeza para protegerlo de cualquier modo y eso solo significaba que ya no estaba respetando mi parte del contrato que tenía con él. Intento no pensar en eso, pero por más que intente estudiar o practicar ya sea con el piano de la sala o con la química, no pudo dejar de hacerme preguntas estúpidas como “¿está bien? ¿Necesitara algo?”.

Me recargo en mi silla de escritorio mientras miraba un punto perdido en vez de estar modificando mis auriculares “No podré hacer esto hoy” miro a mi alrededor viendo mi investigación que le estaba haciendo a sus alumnos y con los héroes que estaban bajo su protección, quería saber su rutina y zonas que transitaban para no involucrarlos más de lo que ya estaban “Y creo que esto tampoco lo hare hoy y mañana menos” dejo los planos de las siguientes misiones a un lado sin necesidad de acomodarlos.

Paso de largo el gran espejo que tenía en ese lugar, porque no había dormido bien en días por estar atendiendo en lo que necesitara y llevando acabo el tratamiento, el cual estaba hecho bajo mis manos desde cero y eso solo significaba que no tendría la cara angelical que procuraba mantener. Salgo al pasillo y cierro la puerta con cuidado mientras recargo mi frente en esta estampándola repetidas veces para afirmar mi torpeza. Escucho como alguien en mi lado derecho se aclara la garganta y miro de reojo al culpable de mis actos.

-No creo que eso solucione tus problemas- su voz ronca y seria hace burla

-hola, pensé que no hablabas- le regreso su burla- o que solo podías decir “hola”, “si” y “no”- parece molestarle y me pasa de largo- Espera, no era mi intención- escucho sus pasos detenerse y me limito a suspirar antes de verlo – Sé que estas aburrido y el tratamiento aunque es efectivo, es muy doloroso, así que debería tenerte distraído… ¿Quieres que algo para pasar el rato?-

-¿Qué es lo que tienes en mente?-

(…)

-Esta es mi biblioteca personal, pensé que como eres maestro puedes seguir aprendiendo de estos libros para tus siguientes clases- dejo que admire el cuarto lleno de libros, tanto en las repisas como pilas altas en el suelo, se acerca a un librero hojeando un libro cualquiera.

-Me sorprendes, pensé que solo tenías libros de estudio, pero…- Gira el libro denotando las letras de la portada “La naranja mecánica”- No sabía que te gustaba la fantasía-

Tomo el libro con cuidado entre mis manos y sonrió- Aunque no lo creas, no es tan fantasioso. Esta sátira al gobierno es mucho más real de lo que crees, la viva imagen soy yo- digo mientras leo unos pequeños versos