8. Listen to me, Yoongi

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— ¿Un ángel? — pregunta Sehun.

— ¿En el infierno? — continúa Chanyeol.

Yoongi voltea a verlos. Evidentemente la emoción del momento le había hecho olvidar que aquellos dos demonios eran los que cuidaban la entrada y salida del infierno.

— Si, ¿y? — pregunta el Diablo con impaciencia. — Detesto cuando completan la frase del otro.

— Señor, ¿podemos preguntar qué es...? — pero Chanyeol es interrumpido por una ronca voz.

El ángel sintió piel de gallina mientras estaba entre los brazos de Yoongi. Nunca  lo había escuchado hablar en ese tono a nadie.

— No, no pueden. — contesta, seco. Los demonios agachan la cabeza y Yoongi suaviza su expresión para volver a mirar a Jimin. — ¿Vamos, cariño? — pregunta dulcemente recibiendo un asentimiento de parte del hijo del Edén.

Durante el camino hacia el despacho en el que Yoongi pasaba todo su tiempo pudieron sentir las incesantes miradas de cualquier demonio que pasara casualmente por la zona. Prontamente los rumores de un ángel en ese lugar se extendió por todo el reino, atrayendo cada vez más espectadores para ver el espectáculo.

Jimin no era idiota, sabía que esas miradas eran por él.

De todas formas Yoongi estaba algo más confiado. Su pequeño ángel estaría protegido por él en cualquier lugar del infierno e incluso en la tierra. Allí nada podría pasarle, pero el cielo era algo distinto ya que aquél no era su reino.

Pero Soyeon tenía razón: por lo menos en el infierno, nadie se atrevería a lastimar a alguien cercano a él.

Un pequeño beso que Yoongi dejó en la cabellera de Jimin y posteriormente en su nariz hizo aparecer como por arte de magia a una mujer de corto cabello negro y filosa mirada.

— Veo que eso es lo que haces todos los días, Yoongi. — dice Jeongyeon, mirando altaneramente al diablo.

Jimin mira a la persona que estaba abrazando con duda en sus ojos. No entendía porqué aquella hermosa señorita le hablaba así a él.

— ¿Cuántas veces debo decirte que para tí soy 'Señor', eh? Sólo dos personas pueden llamarme por mi nombre y ninguna eres tú. — le reclama.

— No desvíes el tema. — pide. Se acerca poco a poco a ellos. — Yo sólo quería saber un poco sobre este lindo angelito... — quita un cabello de la frente de Jimin y este se echa atrás, refugiándose en Yoongi.

El diablo abraza de forma protectora al ángel y mira a Jeongyeon seriamente.

— Jeongyeon, retirate. — ordena.

La mujer ríe muy fuerte y simula quitarse una lágrima.

— Es increíble, ¿sabés? Hace mucho tiempo hice lo mismo que tú y terminó muy mal... para mi. — dice. — Yo que tú tendría cuidado, eh. Estos angelitos pueden ser muy hermosos pero son más crueles que nosotros.

— Te ordené irte, Jeongyeon. — no quería hacer un escándalo. Si no estuviera Jimin a su lado ya hubiera perdido la paciencia. — No me hagas enviarte otra vez a ese lugar, tú sabes de lo que hablo. Te escucho porque te respeto pero ya fue suficiente.

Yoongi observa a Jungkook llegar a escena. Una mirada del Diablo a su sirviente sirvió para que se entiendan.

— Hazme caso, Yoongi. Siempre alguien termina sufriendo... — Jungkook se acerca a Jeongyeon y toma uno de sus hombros. Da un chasquido y entre humo negro se desmaterializa llevándose a la mujer con él.

Jimin había quedado estupefacto y maravillado por lo visto, aunque las palabras de Jeongyeon le dejaran una gran intriga.

A lo lejos y sobre unos altos zapatos llega una muchacha de cabellos rubios corriendo habilidosamente el inestable sendero. El sonido de sus tacones repiqueteaba en todo el lugar.

Segundos después y con la respiración agitada empieza a gritar.

— ¡Lleven sus traseros a otro lugar, idiotas! — grita. Sus manos le servían de amplificador. — ¡Aquí no hay nada que ver!

Los demonios poco a poco se dispersan hasta casi desaparecer de la escena. Unos pocos quedaban a lo lejos cuchicheando. Soyeon los mira y los apunta con un dedo.

— ¡Ustedes! — los tres demonios que permanecían hablando voltearon a ver a la feroz hermana del Diablo. _ ¿Acaso son sordos? ¡Adiós, bye, ciao ciao, adieu...! — los tres corren del lugar.

Soyeon voltea otra vez y le sonríe ampliamente al único ángel en el infierno.

— Ya que el idiota de mi hermano no se digna a presentarme, lo haré yo... — Jimin la mira atentamente. - Soy Soyeon...

Oh, pobre Jimin...

Hellevator #1 [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora