Cap. XXIV : Pequeña nieve

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Aquella mañana despertaron casi al mismo tiempo, aún era oscuro en las calles, y la humedad se apoderaba de la casa. Levi se acurrucó más cerca del cuerpo de Erwin, quien abrazaba sus hombros con fuerza. Tenía su cabeza apoyada en su hombro, podía notar la respiración de Erwin en su oreja, y como este le daba ligeros besos en esta. Con sus dedos, Levi, jugaba e acariciaba la espalda del mayor. Sintió como este tenía un pequeño escalofrió y su oído se concentró en una pequeña risita que echó Erwin. 

--Haces cosquillas...-- Murmuró el rubio con voz ronca. Levi hizo una pequeña sonrisa y despegó su cuerpo para mirarlo a la cara. Erwin apartó algunos mechones que tenía en la cara Levi, mientras lo miraba hipnotizado, Levi solo podía mirarlo sonriendo, y sintiéndose una persona plenamente feliz. Abrió ligeramente su boca, solo para separar sus labios, y volver a apegar su cuerpo con el del rubio, quien ahora acariciaba la parte trasera de su cabello. Lo besó, agarrando sus hombros con fuerza. Se separó pocos segundos después, y una sonrisa vino en su rostro cual hizo que Erwin riera y Levi se contagió de esa risa. Sus risas se vieron interrumpidas por el crujido que hacía la madera al caminar por la casa, los dos se incorporaron aún juntos y abrazados para ver a Hanji parada en la puerta; temblando. Se acercó a ellos lentamente, en puro silencio y ambos la miraron. Levi se separó del abrazo que tenía con Erwin, y tumbándose en la cama, rodó un poco dejando un espacio entre medio. Hanji se tiró con cuidado a la cama y fue gateando hasta donde Levi le había dado su espacio. Se tapó con las mantas y sintió como Levi se acurrucaba contra ella, y Erwin, los miraba en silencio.

--Hace frío abajo..-- Murmuró Hanji, y Erwin, con una sonrisita, se tumbó de nuevo abrazándola. Levi bostezó , y se apoyo en el hombro de Hanji cerrando sus ojos, dispuesto a dormir de nuevo, pero sintió una molesta mano revoloteando todo su cabello.

--No quiero.. Hace frío...-- Balbuceó mientras se escuchaba la risa de Hanji de fondo. Los crujidos de la madera volvieron escuchándose alrededor de la cama, y luego, el frío se invadió de todo su cuerpo. Se movió como un pescado al sentirlo y abrió sus ojos; ¿acaso estaba volando? Centro su mirada para arriba para ver a Erwin sonriendo, quien lo cargaba. --Mierda Erwin... Te dije que hacía frío..-- Miró hacía Hanji quien seguía riendo, le dieron unas ganas enormes de tirarle algo a la cara. --Joder cuatro ojos... Después te vas a cagar..-- Noto el tacto de los labios de Erwin besando su frente.

--Vamos gatito.. Ya esta saliendo el sol..-- Dijo Erwin con media risa en boca.

--Pues que salga más tarde..-- El azabache se quejó tratando de ponerse cómodo entre los brazos de Erwin. Hanji rió aún más fuerte mientras rodaba por la cama y Erwin con una sonrisa bajó al piso de abajo y sentó al azabache en la mesa que la noche anterior estaba llena de gente. --Esa tonta tenía razón, aquí hace un frió que te cagas..-- Levi miró a Erwin esperando una  respuesta pero este se fue hacía la cocina dejándolo solo. Sintió la presencia de Hanji y al girarse la vio bajando las escaleras, con su pelo totalmente despeinado. Se acercó a Levi hasta estar a su lado y acariciar el pelo del azabache. Este solo la miro de reojo y suspiró.

--Si fuera por mí, me quedo aquí todo el día..-- Suspiró también la castaña, dejando en paz el pelo del azabache. Levi la miró; cansado.

--De echo tenemos una oficina pero.. Creo que hoy es mejor tirar para allá.-- Hanji, quien también miraba a Levi, se encogió de hombros, tratando de no darle importancia. Erwin regresó de la cocina con dos tés en manos, y los dejo con delicadeza sobre la mesa, siendo en aquel momento el centro de atención. 

--Hanji, ¿quieres algo?-- Erwin la miró, tranquilo. 

--Con un té o un café debería estar bien, gracias Erwin.-- Le respondió la castaña. Erwin se devolvió a la cocina, y Levi, bajándose de la mesa con cuidado, se sentó en una de las sillas. Hanji quedó mirando una de las ventanas, mientras Levi ya tomaba un sorbito de su té. Erwin volvió unos minutos después con un café para Hanji y se sentó al lado de Levi, quien estaba somnoliento; y tomó del otro té.

𝙱𝚊𝚓𝚘 𝚕𝚘𝚜 𝚌𝚘𝚙𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚗𝚒𝚎𝚟𝚎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora