Cap. XXVI : Noche lluviosa

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El estridente sonido que hacía la lluvia chocando con la madera y los cristales se había producido durante la mayoría de la noche. Y aunque el ruido era constante, y la gente ya estaba acostumbrada, el bajito y pequeño azabache se aferraba a su pareja, cual dormía pacíficamente. Llevaba así casi una hora, se habían acostado como siempre, no había ni un cambio, los abrazos de siempre, caricias y luego se durmieron ambos. Levi despertó por la mezcla de viento y lluvia, el sonido le molestaba, y más cuando golpeaban las ventanas con fuerza. Trataba de relajarse y dormir de nuevo pero por mucho que hiciera sus ojos seguían abiertos, y su mente ya cansada junto a su vista solo apuntaban al techo. Trato de cerrar sus ojos pero no podía, su mente daba tantas vueltas que parecía volverse loco, los abrió sin pensarlo dos veces, y forzando a Erwin que lo soltara; se levantó. 

La madera fría crujía bajo sus pies descalzos, hacía frío y este se colaba a través de la fina camiseta con la cual dormía. Bajó al piso de abajo, miro en silencio el espacio antes de avanzar a través la habitación, se dirigió a la cocina donde encendió una vela. Respiró hondo y calentó la tetera, un té relajante no le vendría mal. Sacó una de sus tazas y sirvió el agua ya caliente con cuidado, y eligió entre sus tés. Escogió uno dulce, estaba casi seguro que debía llevar frutas y flores. Se lo había regalado Erwin hacía un tiempo, según él para ayudar a controlar el estrés. Lo sirvió y dejo la taza sobre la pequeña mesa que se colocaba en la entrada de la cocina. Ordenó todo de nuevo y se sentó delante de la taza. Miró la ventana, eso no iba a parar, y suspirando tomo la taza por la parte superior, con las yemas de sus dedos. Bebió un ligero sorbo, aún ardía. Movió la taza, y el agua salpicó hacía sus dedos, aguantó el dolor de la quemadura pero aun así la taza cayó primero en las piernas de Levi y rápidamente rodando hasta el suelo, donde se rompió.    

---Pues tremendo té relajante.-- Dijo Levi sintiendo sus piernas arder. Miró al suelo, ¿podía llegar a ver algo? No, y aún así se levantó, retrocediendo lentamente. De golpe notó un pequeño trozo clavarse en la planta de su pie. --¡Mierda!-- Exclamó, subiendo el pie del suelo. Trató de quitar el pequeño trozo con sus uñas; por suerte lo consiguió. Y quien diría que aún así se sentía dolor cuando puso su pie sobre el suelo. Tenía una mala postura, mal equilibrio y sus manos desprotegidas; cayó. El golpe hizo suficiente ruido para que se escuchara por toda la casa, y Levi en el suelo aún trataba de procesar la caída, su cabeza iba a cámara lenta. Erwin bajo corriendo las escaleras con vela en mano y fue con Levi quien estaba aturdido aún en el suelo. 

--Levi, mi vida, ¿que ha pasado?-- Preguntó el rubio mientras se agachaba al lado del azabache, dejando la vela en el suelo. 

--N-Nada,-- Tartamudeó el azabache, levantando su cabeza para mirar a Erwin. --solo un golpe y ya.-- Levi forzó una sonrisa y Erwin se levantó tomando la vela para dejar esta sobre la mesa; Levi lo miraba.

--Vamos.-- Dijo Erwin, tomando a Levi de los brazos para subirlo hasta dejarlo sobre su hombro y aguantarlo por el muslo del bajito.

--¡Oye!-- Se quejó Levi moviendo sus piernas para que Erwin los soltara. 

--Si sigues así te tendré que agarrar de un lugar que no te gustará, Levi.-- Dijo Erwin con voz serena. Levi, pese a la advertencia de este siguió. Erwin subió su mano, agarrando el trasero de Levi y haciendo que por unos segundos parara, antes de que se pusiera a moverse más.

--¡Eres un pervertido, suelta imbécil!--Gritó Levi, sentía la mano se Erwin apretándole en su trasero mientras subían las escaleras. --¡Smith para!-- Siguió quejándose Levi, se acercaban a la cama. Erwin lo dejo caer sobre esta.

--Dime que ha pasado.-- Lo miró Erwin, serio. Se veía incluso más grande desde el punto de vista del azabache, cual tragó saliva.

--No podía dormir, me hice un puto té y se cayó, ya.-- Explicó el azabache, con algo de mala gana. Erwin se quedó mirándolo en silencio, y Levi solo lo observaba. 

𝙱𝚊𝚓𝚘 𝚕𝚘𝚜 𝚌𝚘𝚙𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚗𝚒𝚎𝚟𝚎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora