Eran alrededor de las seis de la mañana, el azabache no podía dormir pero se mantenía en cama, quieto. La puerta se abrió lentamente cual lo hizo incorporarse para poder mirar el responsable. Allí reconoció a Erwin parado en la puerta con una taza de té entre sus manos. Se acabó de reincorporar para acabar sentado en la cama.
--¿No que un té no es un buen desayuno?-- Preguntó con ironía Levi mientras frotaba sus ojos.
--Tenemos que hablar.-- Dijo seriamente Erwin acercándose al azabache y posando el té en sus manos.
--Adelante.-- Erwin se sentó a un lado de la cama y miro a Levi quien ya tenía su mirada puesta en él.
--¿Porqué?-- Levi lo miró sin entender. --¿Que te paso ayer Levi?--
--No quiero que lo sepan aún Smith.--
--¿Porque no? Son nuestros amigos.-- Levi apartó su mirada, se sentía presionado por el mayor.
--No siento que sea el mejor momento Erwin.-- Tomó un sorbo de su té. --No creo que sea algo que debamos hacer publico tan de golpe. Aparte si se enteran los cargos superiores puedes tener problemas.--
--No tienen porque enterarse Levi.-- Erwin acarició el muslo de Levi sobre la manta.
--Lo harán, Erwin.-- Tomo otro largo sorbo de té. --Y te arrepentirás.--
--No si se trata de ti..-- Contestó cariñosamente el rubio.
--No lo digas como si no fuera nada, tu mismo sabes que es algo serio, yo no quiero que lo sepan.--
--Pero yo quiero que se den cuenta cuanto te amo y te adoro mi vida..--
--Para. Enserio Erwin. No quiero.-- La voz de Levi empezaba a sonar más seria y fría.
--Yo pienso que eres tan hermoso, que necesito que sepan que eres mío, y lo sabrían si no fuera porque te tapas mis hermosas marcas..-- Siguió Erwin, ignorando al azabache. Este soltó un largo suspiro.
--No dije.-- Miro a Erwin, serio. --No me gusta la gente joder, y menos ser el puto centro de atención. Parece que no me puto conoces.-- Erwin posó preocupación en su mirada.
--Levi, ya se como eres pero...--
--No mierda, te deje bien claro lo asco que me dan las personas, el echo de que me doy asco a mi mismo y que ser alguien importante es aún peor. El echo de que sea alguien importante para alguien como tú ya se me hace difícil de entender, no me comprendes, y no quiero tampoco que me conozcan como la perra del comandante.-- Le interrumpió.
--No te conocerán así Levi, eres un soldado increíble, lo sabes.-- Trató de animarlo.
--¿Tu que mierdas sabes de la sociedad de mierda si es lo primero que mandas a tomar por culo?-- A Levi ya siquiera le importaba si era el mismísimo Erwin con cual estaba discutiendo.
--Lo sé porque yo lo controlaré.-- Erwin dejo de acariciar la pata de Levi y solo dejo su mano posada allí.
--No, no puedes controlar las opiniones de la gente como lo haces con los putos soldados. Tienen personalidades cada uno, tienen opiniones cuales son influenciadas por la sociedad de la cual forman parte. No son vidas ya perdidas cuales puedes mandar a matar sin más.-- Levi quedo callado al realizar que había dicho, tenía los ojos de Erwin clavados a los suyos, y el rubio no dijo una sola palabra. Pasó un largo y duro minuto de puro silencio. --¿Ya ves?.. Soy alguien horrible, Erwin..-- Dijo apartando su mirada.
--No lo eres Levi..-- Murmuró Erwin, posando su mano en la mejilla del azabache.
--Lo soy.. Por esto no deberías amarme..-- Erwin acarició la mejilla del pequeño.
--No, por esto debería amarte.. Eres hermoso..-- El rubio le dio un piquito rápido.
--Imbécil..-- Murmuró Levi dejando su té a un lado para poder abrazar a Erwin.
--Que sentimental es mi niño..-- Dijo Erwin medio riendo.
--Erwin..-- Levi puso dolor en el nombre de su amado, como si lo perdiera.
--Estoy aquí mi amor..-- Le susurró el rubio al sentir que Levi no estaba bien.
--No me abandones..- Lloriqueó el azabache.
--No tengo un porque querido..-- Levi se aferró más a Erwin.
--Déjame un tiempo porfavor..-- Erwin quedo callado un momento.
--Si eso es lo que deseas lo tendrás.. Solo no tardes, okay?..-- Levi asintió, separando el abrazo. --Gracias, mi amor.--
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𝙱𝚊𝚓𝚘 𝚕𝚘𝚜 𝚌𝚘𝚙𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚗𝚒𝚎𝚟𝚎
RomanceEl capitán Levi tendrá que enfrentarse a sus sentimientos que estaban reprimidos en lo fondo de su corazón para así poder aceptar al comandante de la legión.