Capítulo 7

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—Bien Krist. Es muy noche para que regreses a casa en transporte, puedes quedarte a dormir en casa, mi padre no volverá hasta el mes que viene —abrí la pequeña mansión

—Pero sr... Singto, no creo que sea correcto. Además puedo volver a mi hogar, no... —parecía tan nervioso

Entre un bostezo le respondí —Vamos, no tengas miedo, estoy cansado como para molestarte. Solo no te aproveches de mí, ¿quieres? —lo tomé del brazo y lo jalé adentro

[Krist]

Me metió a la fuerza. El lugar era claramente lujoso, sin lugar a dudas cualquier cosa vale más que mi quincena.
Otra cosa curiosa es que había hermosas fotos en la pared; de la playa, lugares naturales, Nam, y hasta de gatitos

—Eh, ¿puedo preguntarle algo?

—Si —dijo mientras se dejaba caer en el sofá

— ¿Por qué no hay fotos suyas? ¿No le gusta?

—No es que no me guste ser retratado, sino que no me puedo tomar una buena foto a mí mismo con una cámara, es incómodo

—El joven Sing ha tomado todas las fotos que están aquí. Le encanta —intervino una señora de mediana edad —Por cierto no le recomiendo que le haga conversación, no suele pensar antes de hablar cuando se muere de sueño y puede terminar diciendo algo que no quiere

—Entiendo —me puse serio

—Doña Juanita, ¿puedes preparar el cuarto de invitados para Kit? Si duerme con mi hermana sería un peligro para ella y si duerme en el mío lo sería para mí —se levantó y se dirigió a su recámara

Mis mejillas enrojecieron, ahora sé a lo que se refería la señora.

—Claro señor, descanse— inclinó la cabeza —Tome asiento, enseguida prepararé su habitación— me señaló el sofá y se retiró

Me senté un momento, pero me sentí incómodo estando solo, así que curiosee un poco en la sala de estar.

—Kit, ¿Qué haces aquí?— escuché a Nam detrás mío

—Hola Nam. Traje a tu hermano y me dijo que podía quedarme aquí ya que era muy tarde para regresar a casa en transporte

—Oh que bien, puedes dormir conmigo si lo deseas— lo dijo en un tono dulce y jugueteó con su cabello

—No creo que eso sea debido, además, ya me están preparando una habitación

—Por eso me gustas Kit, eres todo un caballero— me abrazo tiernamente

— ¿Yo te gustó?— sus modos conmigo eran obvios pero me agrada oírlo directamente

— Si Kit, me gustas mucho— me dijo tomándome de los hombros con su rostro frente al mío

—Tú también me gustas— le respondí y nos acercamos aún más, no sabía si era correcto darle un beso en la sala de su casa y más aun estando su hermano.

Ella cerró sus ojos, la atmósfera era buena pero el deseo por besarla no estaba del todo ahí, no sentía esa necesidad como la sentí con Singto.

—Oh lo siento, no quise interrumpir— dijo la ama de llaves

Uff en buen momento entró, no quería aprovecharme de la situación ni tampoco hacerla sentir mal rechazándola.

—No se preocupe doña Juanita, ¿ya está la habitación de Krist?

—Sí, hay agua caliente por si gusta tomar un baño

—Gracias, un baño me caería bien — sonreí de alivio

Un amor inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora