Capítulo 13

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⚠️🔞ADVERTENCIA🔞⚠️

Otra vez... 😅

[Singto]

Tuve un choque de emociones debido a sus acciones.
Por una parte me enojé porque Nam pudo habernos descubierto, y utilizó mi distracción para ganarme. Pero me devolvió la confianza en nuestra relación; la hermosura de mi hermana no lo hizo dudar.
Nos fuimos cada quien a su cuarto.

Apenas entramos Kit me acorraló en la puerta apresando mis manos.

—Estoy un poco molesto sr. Prachaya, no me fue permitido pelarle el camarón. ¿Lo puedo hacer ahora?

Me dio besos en ambas mejillas y luego uno tierno en la boca.

—No sabes cuánto deseaba besar esta linda cara triste. Y el traje de baño que traes puesto me puso las cosas más difíciles —con su mano libre exploró mi pecho.

—Eres la persona más bella del universo —me besó nuevamente mordiendo levemente mi labio inferior haciéndome suspirar —¿Puedo hacerte el amor Singtuang?

Su aspecto dominante me está haciendo derretir y sus palabras me están conmoviendo. A este paso me volveré adicto a él, es perfecto.

Asentí, él me dejó libre y me cargó sosteniéndome de los muslos y yo de su cuello.

Con un apasionado beso me llevó a la cama y me recostó con cuidado.

En esta ocasión estaba dispuesto a dejarlo hacer lo que quisiera de mí.

Seguíamos con los trajes de baño que aún se sentían húmedos así que  kit se deshizo de ellos aventándolos al piso  y regresó a besarme, introduciendo su lengua explorando cada parte de mi cavidad bucal. Con sus piernas comenzó a abrir las mías y después con su mano derecha recorrió mi cuerpo hasta llegar a mi glúteo y ahí se detuvo para masajearlo. Yo doblé mi rodilla para que tuviera un mejor agarre.

Sentí como mi miembro se ponía duro y tenía pulsaciones con cada apretón que Kit me daba.

Llevé mis manos a recorrer su cuerpo cálido y suave, al llegar a sus glúteos los apreté con suavidad y sentí como le dio un escalofrío que llegó hasta su  miembro haciendo que diera un pequeño gemido.

Se separó de mí un momento para dirigirse al baño.

—Krist, los condones están en buró de mi lado de la cama— le dije pensando que eso era lo que quería buscar.

—Lo sé, pero en la mañana encontré otra cosa que nos podría ayudar—  me mostró un tubito como de pomada pero era un lubricante.

—No nos dio tiempo de usarlo cuando te di los buenos días pero creo que será muy útil ahorita.

Lo colocó a un lado y volvió a subirse arriba de mí; besó mi cuello y empezó a mover su cadera para frotar su miembro con el mío,

Dios, eso se sentía tan bien que comencé a soltar algunos gemidos.
Colocó su falo en entre mis dos glúteos, lamió mis pezones ya erectos y comenzó un vaivén, en ocasiones su punta humectada con pre-semen tocaba mi arrugada entrada mientras con su abdomen definido le daba un poco de atención a mí hombría y me hacía desear que ya me penetrara.

—Que buenas nalgas te cargas Singto
—dijo gruñendo de placer.

—Lo mismo puedo decir de tu pene, cariño. — Al decirle eso, levantó una de mis piernas dándole espacio para darme una nalgada y después un apretón que me hicieron pujar.

—En definitiva están muy buenas.

—Apúrate —sentía mis ojos tan brillantes que me ardían, estaba en llamas.

Un amor inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora