1O | Apoyo

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Sanha llevaba huyendo de sus problemas por ya cuatro días ¿Era un cobarde? Definitivamente sí, llevaba esos cuatro días encerrado en su casa, sin salir, sin Minhyuk, sin Dongmin, sin el club weki meki, sin nadie, obviamente todos habían querido comunicarse con él, pero Sanha no había querido ni hablar con las chicas de Weki Meki ni con su mejor amigo, con Dongmin había compartido algunos mensajes y llamadas, ya que el mayor estaba preocupado por la salud de Sanha. Él había mentido en su casa sobre que estaba enfermo con gripe, como su mamá no pasaba en casa, le había creído, y peor que la señora estaba de un viaje de negocios. Sanha estaba completamente solo en la sala de su casa viendo algún programa de TV mientras comía helado.

No había ido a clases para evitar sus problemas, aunque también se estaba preparando mentalmente para decirles de sus sentimientos a sus amigas, pero la reacción de todas la última vez que las había visto lo hacía sentir muy mal, ellas no lo iban a entender. Ellas estaban muy obsesionadas con su shipp inexistente. Lo que más le dolía era que su mejor amiga era la que peor se ponía y la que más lo iba a odiar.

—¡Es una zorra! ¡Es eso! Se interpone entre nuestro BinWoo... Sanhie, nuestra OTP se está arruinando... lo que nosotros dos fundamos...

Sanha apretó fuerte la cuchara con la que estaba comiendo el helado al recordar las palabras de Suyeon, se sentía fatal, se sentía de lo peor... si tan solo él no hubiese creado ese estúpido club con Suyeon todo estaría bien ahora, él podría tener un bonita relación con Eunwoo y no tendría por qué estar encerrado en su casa.

Sanha pegó un brinco cuando escucho la puerta de su casa abrirse y luego cerrarse ¿Su mamá? Se suponía que ella volvía pasado mañana ¿La señora de servicio? Ella ya se había ido. Sanha se paró y miró en dirección a la puerta de la sala justo en el momento en que un pelinegro entraba.

—¿Doyoung?—Sanha observó a su primo entrar a la sala.—¿Qué haces aquí y como entraste?

—Hola Sanhie, a los años que te veo.—El pelinegro ni le regreso la mirada y siguió su camino hacia las escaleras que llevaban al segundo piso de la casa.—La tía Inha me dijo que podía venir y tomar prestado uno de sus libros que se encuentra en la biblioteca, me dio las llaves de la casa y dijo algo relacionado a que tú estabas aquí.

Dicho eso el pelinegro desapareció al final de la escalera. Sanha hizo un puchero y se tiro de nuevo en el sofá. Doyoung era un frío como siempre. El menor escucho como hacían ruido desde la mini biblioteca que tenía su mamá en la casa, se cruzó de brazos y siguió mirando su película.

Sanha se había dormido y despertó cuando alguien lo comenzó sacudir, abrió los ojos y observó a Doyoung.

—¿Ya te vas?—Preguntó Sanha bostezando.

El pelinegro asintió.

—Sí, ya me voy, perdón por interrumpir tu depresión, Sanhie, gracias.—Sanha observó como Doyoung iba camino hacia la puerta de la sala, pero luego se detuvo y regresó frente a él.—Oye Sanha, sé bien que tú y yo casi ni hablamos ya... pero te veo fatal ¿tienes algo? ¿Necesitas hablar con alguien? Sabes que te quiero con todo mi ser Sanha, te escucharé sin juzgarte siempre que tú quieras...

Sanha dudo un momento, pero a la final terminó contándole toda la historia a Doyoung, después de todo su primo no le iba a contar a nadie.

—...¿Me estás diciendo que abriste un club para shippear a dos hombres?

Sanha asintió.

—...¿Que a la final te terminó gustando uno de ellos?

Sanha volvió a asentir.

Shippeando el BinWoo↪EunSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora