Amistad Engañosa? (Spain Rp×Tú)

Capítulo 33

Narra Ramén

Nunca sintieron que están formando parte de uno de esos días en los que se sienten distantes, ajenos, e incluso como si fueran extraterrestres, como si estuvieran en otra realidad, en esa realidad que no es deseada, que sienten que es la peor de tus realidades. 

Según creencias de la gente hay diferentes realidades, nosotros vivimos en una random, y luego podemos estar en otra viviendo algo totalmente diferente, ya sea peor o mejor de lo que vivimos en la realidad actual. También hay gente que cree que vivimos en una simulación, no me juzguen son cosas que veo por ahí, si de verdad vivíamos en una simulación el escritor o escritora de mí vida se la paso drogado o drogada, según lo quieras ver, cuando se dedicó a escribir la mía, como me odia, dijo "Venga me caes mal cabrón, a sufrir" ojalá no haya sido así porque si en algún momento lo veo me las va a pagar, sonrió mientras todos esos pensamientos vienen a mí cabeza, por lo menos algo me distrae.

Armando: Es la primera vez que te veo sonreír desde que estamos acá.- Dijo mí pareja, wow, decirle mí pareja, ahora el era solo mío, y aunque sonaba tóxico, algo que un poquis soy, me alegraba tener a semejante hombre a mí lado, hasta recién no me había puesto a pensar en todo lo que vivimos, tantos juntos antes de que llegara mí amiga como después, todo iba súper bien, y podría haber ido mejor si Roy no se hubiese metido con ella, por ella termine mí vida de mafioso, esa vida a la cuál me metieron mis jodidos padres, se preguntarán cómo llegue a ese mundo, pues les voy a contar de forma breve, seguramente recordarán el ejército, Amaia, Daiana, etc, etc, bien cuando me fui, no me fui porque quería, de hecho le había cogido cariño al lugar y a las personas ahí dentro, era un día cualquiera cuando una carta llego a mis manos, me asombre al ver quién la mandaba, Qiang Kalahari, mi padre, si es que así puedo llamarle, yo llegue aquí dentro por su culpa, abrí la carta y leí lo que decía, no podía creer lo que mis ojos veían, bueno mejor dicho leían, en la carta Qiang me decía que me daba su autorización, mas bien una orden, de salirme del ejército e ir a Los Santos, en ese lugar un hombre me iba a ofrecer uno de los mejores trabajos de mi vida, vaya que se equivocó, viejo tarado. 

Qiang pensaba que todavía seguía siendo el niño al cual podían manipular fácilmente pero no era así, había cambiado y necesitaba mostrárselo. Así llegue a The Union, seguimos llamándonos así, fue una etapa importante en la vida de todos y se nos va a ser difícil olvidarla, en realidad tampoco queremos hacerlo. En ese lugar conocí a personas muy importantes en mí vida, personas como Juanjo, Tonet, Emilio, Raúl, Manolo, y sobretodo, Armando Grúas, mí novio, el cuál me acompaño y me acompaña en las buenas y en las malas, no me juzguen estoy enamorado, es una mierda pero lo estoy, ahora estamos en el hospital, estamos esperando a que nos digan algo de Amaia, se preguntarán qué les pasó, pues que se quiso suicidar y con el Ruso la encontramos, fue algo desesperante verla sentada en su baño sobre un charco de sangre, sus brazos y sus piernas ensangrentados, cuando la vi me paralice. Mí amiga siempre me había contado la primera vez que se intentó suicidar, la encontró su hermano menor y la llevaron al hospital, yo jamás había presenciado algo así y que la primera vez sea de mí mejor amiga me afecta, cuando llegamos al hospital con el ruso y la pudieron estabilizar llame a Armando ya que me había ido muy rápido luego de que habíamos hablado con Amaia, me preocupe y me fui sin decirle a nadie e incluso preocupando a muchos por no contestar el móvil...

Ahora estamos esperando que nos digan como esta, ojala este bien, solo quiero que se recupere y que podamos vivir por fin en paz, me harta tener que estar todo el tiempo huyendo o incluso estar preocupándome por personas a mi alrededor...

El sonido de un móvil me saca de mis pensamientos y veo como Armando se aleja con su móvil en la oreja, en eso aparece el Volkom, bueno Volkov, de hecho odia que le llame Volkom, en fin, desde que llegamos esta igual que yo o incluso peor, en el poco tiempo que llevaba conociendo a Amaia este le había agarrado un cariño muy grande.