Capítulo 2 - ko.

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Martes.

Otra vez, las putas ocho de la mañana.

Me levanto de mi cama que es un desastre, y descubro con sorpresa que mis costillas no duelen tanto. ¿Qué coño?

Correteo al espejo y levanto con cuidado mi brazo aún vendado. Mis costillas se ven... bien. Sanando, realmente sanando. Wow. Tal vez, el jodido Harry tenía razón.

No pienso darle vueltas a esta mierda, así que me lanzo a destender mi cama con sábanas llena de fluidos, y soy práctico al ponerlas en el lavarropas, lavado corto. Cuelgo las cosas que olvidé ayer por follarme a la vecina, y corro a bañarme.

Soy un jodido adulto organizado, sí señor.

Salgo a los minutos, y me echo la meadita matutina mientras me lavo los dientes, y cuando estoy ya limpio y con la pomada del dichoso Harry en mi costado, voy a mi cocina. Joder, tengo que abastecerme. Preparo mi café mientras tarareo, y me preparo tostadas con manteca y mermelada, que se joda Zayn con su fruta.

Juro que amo el silencio en el que me alimento, y lavo todo cuando termino mi desayuno de campeones.

-Tell me why...- No sé por qué estoy cantando si aún no son las ocho y media de la mañana, pero y una mierda que voy a dejar que algo empañe mi buen humor. Curioseo en mi bolso, y repongo la remera extra que usé ayer, mientras guardo mis cosas de nuevo, poniendo especial cuidado en el sobre con las seis mil libras de mi última pelea. Dejo el libro de Edward Cox sobre mi mesa ratona, y me giro a la inmensa biblioteca abarrotada de libros que ocupa toda una pared. ¿Dónde coño meteré uno tan grande? Ugh, deberé comprar otro módulo, no puedo seguir dilatando el asunto. Mi casa está llena de libros sueltos, y no me gusta.

Con mi bolso ya preparado, me voy a mi pieza a vestirme, aún cantando, y veo que mi celular tiene una luz parpadeante. Es un mensaje de Zayn, por supuesto.

Z: ¿A quién te follaste que llegaste tan tarde? Más te vale que tu culo esté en el gimnasio a las nueve, Louis.

'A la vecina, pero eso fue después. Y deja de hacerme ver como un impuntual, sabes que no lo soy. Correrás una hora por eso'.

Empecé a vestirme con ropa abrigada, porque octubre llegó siendo jodidamente frío, y agarré el teléfono cuando volvió a entrar un mensaje.

Z: Que te follen, hijo de puta.

'No tienes la polla para hacerlo, imbécil'.

Joder, estoy de buen humor.

Ya vestido, calzado y abrigado salgo de mi pieza con mi celular en la mano. Busco cualquier juego de sábanas y armo mi cama en dos minutos, dejando mis mierdas en orden. Cuelgo las sábanas mojadas y verifico que el gas esté bien cerrado. Llaves en mano, billetera y celular en el bolsillo del bolso y cigarrillo en los labios, cierro la puerta de mi departamento a las nueve menos cuarto, saltando a mi auto cuando lo encuentro en la calle minutos después. Casi a las nueve, me bajo en la entrada del gimansio, y diviso a Zayn llegando. Mi buen humor se va a la mierda cuando veo que tiene un ojo negro.

-Quién fue.

-Si te lo digo irás preso, así que no lo tengas en cuenta.- Esquivó mis ojos.- Vamos. Si no me dices nada prometo correr media hora más.

-¿Y me lo dices tan tranquilo?- Espeté.- 1¿Qué mierda hicieron? ¿Simon te dejó la puta cara así? ¿El jodidamente se atrevió a dejarte así?- Estaba perdiendo mi mierda.- Voy a jodidamente matarlo. Tiene que entrenarte, no malditamente molerte a golpes, con una mierda, no puede tocarte.- Siento como la ira empieza a quemarme la garganta, y ya estoy abriendo y cerrando los puños, respirando fuerte, a nada de tirar mi bolso e ir por ese pedazo de mierda que jodió a mi puto mejor amigo.

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