Sábado.
Bendito y puto sábado. Nueve de la mañana.
Zayn está del otro lado de mi cama, sin tocarme y roncando como un hijo de puta.
Bueno, basta de despertarme junto a él. Dos veces en una semana son dos veces más de las que deseo.
Brinco fuera de la cama, cuidando de no despertarlo, y apago mi jodida alarma que chilla como condenada.
Me meto al baño para mear y lavarme los dientes, y salgo directo a mi cocina luego de lavarme las manos, dispuesto a hacerme un café cargado y comer bien para poder entrenar un poco. Nueve y veinte ya tengo mis mierdas lavadas y voy a buscar mi celular. Zayn sigue roncando, hecho un ovillo en su lado, y lo tapo bien, porque hace un frío del carajo. Me calzo con el pantalón y remera que usé para cenar ayer y las zapatillas con las que pelearé esta noche, y tomo mi celular con un bostezo, saliendo y cerrando la puerta. Hay un mensaje de Harry, y me sorprende de sobremanera, no pensaba que el cabrón reviviría tan rápido.
H: ¿Qué tan borracho estaba anoche?
'Me cortaste el teléfono cuando dije que Zayn estaba en mi cama porque pensaste que lo había follado. ¿Qué haces despierto?'
No llegué a entrar a mi mini gimnasio que mi celular vibró en mi mano.
H: Sí, no necesito estar borracho para hacer eso, idiota. Eso no me dice nada. Tengo trabajos que corregir, son un dolor en el culo.
'Me diste las gracias por no huír de ti.'
H: Correcto, iba como una cuba. No volveré a beber.
'Tu hígado va a agradecerte. Debo entrenar, adiós'.
¿Desde cuándo yo aviso que desapareceré? Mierda, jodida mierda, Harry Styles.
Me enfoco en mi mierda y caliento lo mejor que puedo en mi reducido espacio. Diagramo la pelea en mi mente, y siento la emoción volver a despertar en la punta de mis dedos. Joder, amo estar arriba del ring. Así que imagino escenarios, y solo en algunos soy el perdedor, por lo que me sigo preparando para cambiar eso.
Zayn entra sin tocar a las once de la mañana, y se está rascando un ojo, usando su pantalón y el buzo que dejé tirado ayer para dormir. Le fruncí el ceño.
-Sabes que odio como la mierda que uses mi ropa, capullo.- Jadeo un poco en su dirección, y él me saca el dedo.
-Hace un frío de cojones aquí, y no encontraba mi campera. ¿Vas a seguir entrenando? Estás pasándote.
-Voy a estirar. Tengo adrenalina encima, pero voy a quedarme con ella. Me va a servir allí arriba.
-De acuerdo. Yo voy a irme, quiero comida grasosa que tú no tienes. Estaré aquí a las cuatro, así no te desvías.
-Bien. Devuélveme mi ropa, cabrón.- Y empiezo a estirarme.
-Sí, no seas pesado. Te veo luego.- Y desapareció. Cinco minutos después escuché la puerta, y yo terminé de estirar en silencio.
Dejé de entrenar como dije, y como estoy ansioso como la mierda decido que tengo que limpiar mi departamento de arriba a abajo, y es lo que jodidamente hago.
Limpio mi habitación a fondo, cambiando sábanas, ordenando ropa y limpiando el piso. Dejo la ventana abierta y paso a mi mini gimnasio, y dejo todo putamente impecable, con la ventana también de par a par.
El siguiente es el baño, y me tomo mi tiempo para que esté perfecto y huela bien. El living me lleva tiempo, porque las bibliotecas tienen algo de polvo, pero limpio todo y re acomodo mis libros, dejando todos los de Cox fuera, porque ya no entran. Los apilo de forma ordenada con mis discos y limpio el tocadiscos y la radio, y paso un trapo seco a la tele. Corro el jodido sillón y limpio debajo, y alineo la mesa ratona para que quede estético.

ESTÁS LEYENDO
KNOCK OUT
SachbücherLouis Tomlinson es el rey, y le pateará el culo a cualquiera que intente negarlo. Es arisco, mal hablado y atrevido, y está tan alejado de todo lo que Harry Styles es que lo único que puede pasar cuando se encuentren es un jodido show de fuegos arti...