Capítulo 14 - ko.

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Es domingo, casi terminando febrero, y todo se fue a la mierda.

Lottie lloró de forma amarga cuando la desperté para darle la noticia, y se abrazó a Oli con fuerza, que lloraba desconsolado. Él puede ser un hijo de puta, pero Jo era la única familia que tenía, y lo abrazaría también, pero hay demasiada mierda bajo el puente.

Me cargo al hombro el proceso de autorizar la autopsia con Oli firmando como autónomo a mi lado, y Lottie llama al número que el hospital nos dio para su cremación. Todo es arduo, lento y jodidamente estresante, pero a las once y pasadas logramos salir del hospital luego de saldar los gastos médicos, con Oli en la ambulancia con el cadáver y Lottie y yo detrás, en mi auto.

-¿Qué vamos a hacer con las cenizas?- Su voz era tomada, y no había emoción en sus palabras.

-Enterrarlas, supongo. Ni de coña tendría una urna en mi casa, pero no sé qué es lo que Oli quiere. ¿Supongo que podemos organizar un velorio para ella?- Joder.- ¿Algo corto, hoy o mañana? Tengo que volver a Londres.

-¿Podrías hacer algo por ella?- Me miró de repente, con su labio entre los dientes.-¿Podrías llevarla a Hyde Park?- La miré alucinado.

-¿Quieres que la entierre allí? ¿Es eso siquiera legal?

-No lo sé, joder. ¿Puedes hacerlo? No quiero limitarla a este jodido lugar, ella merece el mundo.

-Lo haré, siempre que Oli no moleste mi culo.- Avisé.- Una palabra en contra y la enteraremos en la plaza del carrusel.

Oli se negó en redondo a que Lottie o yo paguemos la cremación cuando llegamos al lugar, y él se encargó de toda esa mierda. Para las dos de la tarde, estábamos los tres mirando un poco asustados la urna que contenía a la que fue Jo, justo afuera del cementerio. Nos ofrecieron una placa conmemorativa, y acepté pese a las protestas, poniendo solo un corto mensaje, una de sus frases favoritas.

"EL CARRUSEL NUNCA DEJA DE GIRAR.
JOSEPHINE HEATHER".

Oli sorprendentemente aceptó que me lleve a Jo, y mañana a la tarde haríamos una pequeña reuinón para ella, celebrando su vida.

-Los llevaré a la casa.- Suspiré realmente cansado y Lottie asintió, caminando hacia mí con la urna en sus manos, pero Oli no se movió. Fue incómodo, porque nosotros sí subimos y nos acomodamos con calma. Y como él aún estaba abajo, sin intención de moverse, arranqué sin importarme dejarlo.- Es un completo idiota.

-Déjalo. Debe buscar su auto de todas formas.- Suspiró cansada y se masajeó las sienes.- Solo quiero llegar y jodidamente dormir.

-Me iré al hotel, pero debo comprar ropa interior y un cargador, tengo la sensación de que Harry es capaz de venir a buscarte si no me reporto pronto.- Mi sonrisa es divertida, y Lottie soltó una risa.

-Ven a cenar de noche, Oli no estará.- Arrugué la nariz.

-Prefiero que salgamos, yo invito. Dios sabe que necesito una bendita borrachera para olvidarme malditamente de todo esto.- Freno en un semáforo y la miro, su labio entre los dientes.

-Bien, dime dónde y a qué hora y te veré...

-No seas tonta, pasaré por ti. ¿Sabes dónde tengo una Apple Store aquí?- Giré distraído y su carcajada me hizo fruncir el ceño.-¿Qué?

-Louis, estás en Doncaster, y es domingo. Si quieres ropa interior nueva debes rezar porque la vendan en el supermercado, y no hay ninguna tienda Apple aquí. ¿No recuerdas ningún contacto?

-Ugh, no. De todas formas volveré mañana.- Frené en frente de la casa y la miré.- Pasaré por ti a las nueve, ¿bien?

-Bien.- Se estiró y me abrazó, con la urna quedando entre nosotros. Nos quedamos en silencio, solo sosteniéndonos fuertemente, hasta que ella se corrió con un suspiro, limpiando sus ojos.- Organizaré la despedida de mañana, prometo que no será tarde, así no retraso tu salida.

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