Capítulo 5 - ko.

832 67 7
                                        

Viernes.

Realmente gruñó de mal humor cuando mi despertador suena, y siento que pasaron cinco minutos de que cerré mis ojos.

Pero no. Las jodidas ocho de la mañana de mierda.

Sigo durmiendo luego de posponer el reloj media hora más, que se joda el mundo.

Pero no funciona, porque la puta alarma vuelve a sonar al segundo de que me acomodo.

Me cago en todos mis muertos. Y en los de Harry también, por las dudas.

Ni me molesto en bañarme, y me pongo la misma ropa que tiré ayer al piso. Lavo mis dientes y meo, y me pongo la crema de Harry en las costillas, que ya están bastante bien. Mis puntos están excelentes, y realmente debería felicitar al capullo por el trabajo.

Tomo mi café negro como la noche y tostadas con mermelada con una mirada hosca, y lavo lo usado rápidamente. Desenchufo mi celular y corro a la puerta, enganchando mi bolso al hombro y saliendo. Nueve menos diez.

Tengo un mensaje de Harry, y afortunadamente no dice nada de mi X. Es un capullo listo, y sabe cuándo no presionar.

H: Tenías tanta jodida razón de decir que mis alumnos son huecos. Dos vinieron a reclamar que tienen el mismo trabajo y diferente nota. Odio al mundo.

'No puedo creerte, nadie puede ser tan estúpido. No logro despertar mi cerebro aún, tu jodida culpa'.

Salté al auto y manejé rápido hasta el gimnasio de Zayn, él apenas llegando. Llegué a su lado, y se rio de mí.

-Tus ojeras llegan al piso. ¿Seguro que solo trabajaron?- Le gruñí y él saltó divertido a mi lado.

-Si hubiese follado a Harry anoche no estaría aquí ahora, sino en una maldita cama con él encima mío.- Y reí, pese a mis ganas de golpearlo.- Te lo juro, es el cabrón más ardiente que vi en mi vida.

-Oye, no te pases.- Me frunció el ceño y yo no entendí.- El cabrón más ardiente que tuviste suerte de conocer en tu maldita vida soy yo, no olvides eso.

-Santo Dios, no tú también- Y volví a reír sin poder evitarlo, tirando mi bolso al piso.- Deja de hablar, vamos a correr. Y mucho, porque eres un insolente.

El reloj marcó las diez y media cuando recién empezamos a aflojar el ritmo, los dos jadeantes y sudados como sopa. Paramos por fin, luego de caminar varios minutos para relantizar el ritmo cardíaco, y frenamos por fin delante de nuestras cosas, Zayn cayendo dramáticamente al suelo, hurgando sin ver en su bolso, buscando agua.

-Eres el cabrón más sádico que tuve la desgracia de conocer.- Me habló sin expresión en la voz, y yo reí sentándome, buscando mi propia botella.

-Tu pelea no es hasta dentro de tres semanas, así que vamos a usar esta para que tu culo esté en forma. Vas a correr, sudar, y hacer tantos abdominales que vas a escupir tu propio pulmón.- Saqué la botella y mi celular parpadeante.

H: Te lo juro. Los hice firmar sus trabajos, escribiendo que fueron copiados. Les aplacé esta nota, así que dudo que puedan aprobar el semestre. Y pudiste irte cuando sea, te quedaste bajo tu propia ley.

'Si me iba antes, ibas a fastidiarme, dolor en el culo. No deberías dejarlos entrar a tu clase otra vez'.

-No puedo creer que estoy vivo para ver a Louis Tomlinson usando con gusto su celular.- Zayn se carcajeó y yo le saqué el dedo, guardando mi teléfono en el bolso sin cuidado.

-Cierra el pico. Después eres el primero en quejarte de que soy un amargado. Vamos, a entrenar.- Me paré, mojándolo con mi botella en venganza.

-¿Cómo es él?- La curiosidad de Zayn no tenía malicia o burla, solo sincero interés, y es ahí que recordé por qué era mi mejor amigo.

KNOCK OUT Donde viven las historias. Descúbrelo ahora