KNOCK OUT

Capítulo 4 - ko.

¿Jueves?

¿Qué putas horas son?

Me estiro con un gruñido hasta el celular estridente, y apago la alarma que marca que son las once de la mañana.

Oh Jesús, me duele todo el cuerpo.

Recuerdan que dije que el sexo con Zayn era animal, ¿no? Pues bien, estas son las jodidas consecuencias.

Mi pelinegro amigo está roncando boca abajo, dejando su tatuada y arañada espalda en toda su gloria, y yo me levanto tratando de no joderlo, agarrando mi celular rumbo a la cocina. Necesito dos litros de agua a la voz de ya o moriré.

Reviso mi celular mientras camino medio incómodo y me rasco la barba, y tengo mensajes de Liam y Harry.

L: Amigo, ¿puedes darme una mano hoy a la tarde? Joder, debo dejar de pedirte cosas, pero eres el único en el que confío.

'Minutos antes de las tres puedo estar allí, doy clases antes. ¿Funciona para ti?'

H: Tus horarios son raros.

H:Ten piedad de mi culo hoy, pasaron años de que entrené.

El último mensaje de Harry fue de hace una hora atrás, y le fruncí el ceño a la pantalla mientras vaciaba la botella de agua.

'Sé dar clases, Harry. No me jodas desde ahora, ¿quieres?'

Caminé por el desastre de ropa que era el comedor, y encontré mi calzoncillo tirado al lado de la pared donde Zayn me folló, y lo tomo para ir a la ducha. Cuento ocho preservativos usados y tirados en cualquier lado, y los junto para tirarlos al tacho. Desastre.

Abro sin culpa uno de sus jabones favoritos porque odio el que está usando ahora, y encuentro una vieja botella de shampoo de cuando el cabrón tenía pelo, y me baño en paz, silbando alguna mierda de Queen. Me cepillo los dientes con su bastante destruído cepillo, y meo en silencio. Perfecto, ya puedo empezar mi día.

Zayn sigue roncando, así que preparo el desayuno para uno, comiéndome sus cereales de chocolate que sé exactamente dónde los esconde, y robo un durazno con buena pinta de su heladera. Mi teléfono está titilando en la mesada, y lo reviso mientras muerdo mi fruta.

L: Cuando puedas llegar está perfecto, Lou. Te veo más tarde, amigo.

'De acuerdo, hasta ahora.'

H: Lo siento, lo siento. ¿No es demasiado temprano para que seas un capullo?

'Son más de las once. Si para ti es temprano, tienes un serio problema'.

Me encuentro sonriendo al imaginar el ceño adorablemente fruncido de Harry, y casi me cacheteo por estúpido. Me visto sin prisas, y rescato el frasco de galletas que gracias a Dios no se rompió, o Liam patearía mi culo. Ya con todo encima, cigarrillo entre los labios y gorrito calado hasta los ojos, me asomo por la puerta de Zayn.

-Me voy. Descansa por hoy, ¿de acuerdo? Sal a correr si tienes adrenalina.

Rio fuerte cuando mi amigo masculla algo bastante parecido a un "muérete, infeliz", y me voy de su departamento, cerrando la puerta con cuidado.

Una fina llovizna me encuentra mientras camino a mi auto, y me apoyo en la puerta del conductor para fumar en paz, disfrutando las tenues gotas que caen por mi cara.

Salto a mi auto y enfilo a mi casa, llegando en menos de diez minutos. Son casi las doce, así que empiezo a mover mi culo. Ya me cambio para salir, metiendo en el cesto mi ropa interior y la remera usada. El buzo y el gorrito tiene un asqueroso olor a pelea de ligas menores, así que los meto en el cesto también, antes de prenderlos fuego. Así que, con el mismo pantalón, una remera larga y un buzo abrigado nuevo, me encamino a mi cocina, enfrentándome a una de mis peores pesadillas, el arte culinario.