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Los cinco estaban recostados en el sofá disfrutando de un maratón de películas Pixar

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Los cinco estaban recostados en el sofá disfrutando de un maratón de películas Pixar. Estaban en su quinta película cuándo se escuchó el leve ronquido del menor, seguidos del de Ryujin y Yeji.

T/n cargo cada uno de los cuerpos llevándolos a la habitación que les pertenecía. Al concluir tomó asiento sobre el borde del sofá.

— ¿Dormirás nuevamente aquí? — interrogó, rogando internamente en que la japonesa aceptara.

Sana lo pensó por unos segundos, ¿debería hacerlo? quizás avisarle a Dahyun sería buena idea. Asintió.

— Lo haré, ¿tienes algún problema con eso?, puedo irme si así lo quieres — habló Sana.

— ¿Bromeas? De mi parte puedes ir tomando una habitación — sonrió T/n al terminar sus palabras.

— Bien, tomo la tuya — murmuró la japonesa.

La inexistente pareja llevaba ya tres noches sin salir del hogar de la coreana, el hermano de Chaeyoung estaba en un estado crítico, Nayeon no terminaba de acoplarse a amamantar por lo tanto los tres niños seguían ahí, por ende también Sana.

— ¿Quieres ir a dormir a nuestra habitación? te notó un poco cansada — remarcó aquella palabra y Sana asintió.

— Estoy cansada, ¿podrías cargarme? — cuestionó la castaña.

Una sonrisa se formó en los labios de la peli negra antes de cargar el delgado cuerpo de Sana. Al estar ambas en la habitación se recostaron. La japonesa descanso sobre el pecho de su menor.

— Duerme bien — deseó T/n.

Sana estaba por dormir cuándo escuchó el tono de llamada especial de Dahyun. Tomó su celular confundida y respondió.

— ¿En dónde estás? Me tienes llamando a las chicas y todas me aclararon que no estabas con ellas, ¿puedes explicarme? — gruñó Dahyun.

— Estoy cuidando a Ryujin y no llegaré hoy nuevamente — agregó Sana.

Un gruñido del otro lado la obligó a apartarse un poco del celular. Dahyun se encontraba muy molesta.

— ¿Qué te ocurre? ¿Estás bien? — interrogó Sana preocupada.

— Todo es un maldito problema contigo — gruñó Dahyun antes de colgar la llamada.

Sana observó el celular, su mano temblaba, ¿que había sido todo eso?, ¿por qué Dahyun le había hablado de esa manera?

— Ella es una idiota — gruñó T/n.

La coreana abrazó el cuerpo de Sana regalándole pequeños besos en su cabeza, la japonesa estaba totalmente dolida. Ella debía arreglar lo que sea que le ocurría a Dahyun.

Entre pequeños temblores Sana se separó de la coreana.

— Debo ir con ella... debo entender que sucede, Dahyun jamás me hablaría de esa forma — habló.

— ¿Bromeas? No es hora para ir con ella, realmente no entiendo por qué querrías ir tras de ella después de cómo te habló — escupió T/n con total molestia.

Sana negó repetidas veces.

— Ella no es así — excusó.

— Cómo sea, me niego a que salgas de este lugar no son horas para andar por la calle, dormirás aquí y mañana puedes irte si así lo quieres — determinó la coreana — dormiré en otra habitación con Hyunjin.

La coreana salió dejando atrás a Sana intentando controlar sus emociones, ella no quería llorar realmente y no entendía por qué lo hacía.

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...

Al siguiente día la japonesa salió muy temprano del apartamento, tomó un taxi y fue hasta su edificio.

Sana estaba por entrar a su apartamento cuándo escuchó pequeños jadeos dentro de él, su rostro se desfiguró e imagino que Dahyun probablemente se encontraba viendo alguna película erótica, no sería la primera vez que la encontraba haciéndolo.

— Bien, no es nada malo — se intento tranquilizar la japonesa.

Minatozaki abrió la puerta en completo silencio y se adentró al apartamento, tras pasar por el pasillo llegó a la sala de estar, sus manos fueron a su boca callándose de inmediato de alguna expresión.

Frente a ella se encontraba Dahyun teniendo sexo con una peli negra. Estaban a nada de llegar al ansiado orgasmo y Sana dio vuelta saliendo del apartamento, intentando no hacer algún ruido que alarmará a las otras dos.

— Mierda, ¿por qué no duele? — se cuestionó así misma observando su corazón.

Estar en su apartamento no era la mejor opción así que dio la vuelta entrando al ascensor nuevamente, con suerte aún encontraría a T/n en su hogar.

Debía hablar con alguien y la coreana era la persona indicada.

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¡Quiero un bebé! » minatozaki sana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora